Relación Peso/Potencia, la clave de una conducción eficiente y agil.

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Cuando se trata de elegir un nuevo carro, más allá del diseño, el color, las pantallas, los juguetes tecnológicos que pueda tener; existe un factor técnico que puede marcar la diferencia entre elegir el carro ideal para las necesidades del comprador o un vehículo que finalmente se convierte en un dolor de cabeza porque no cumple las expectativas: se trata de la relación peso-potencia. ¿Pero qué es realmente y por qué es importante al momento de decidir qué carro comprar?

La relación peso-potencia es, en esencia, la cantidad de peso que un automóvil debe mover por cada unidad de potencia, por cada caballo que genera. En términos más simples, es la relación entre cuánto pesa el carro que se piensa adquirir y cuánta potencia puede generar.

¿Y por qué es esto relevante como un factor diferencial entre el carro que puede satisfacer las necesidades del comprador y el que no? La clave está en conocer que  a menor relación peso-potencia, mejor rendimiento.

Cuanto más ligero, menos pesado, sea el carro, menor será la carga que el motor debe mover, mejorando la eficiencia general. La cantidad de potencia que el motor puede generar es crucial. Un equilibrio adecuado entre peso y potencia garantiza una experiencia de manejo más ágil y receptiva.

Para lograr un equilibrio adecuado entre el peso y la potencia, los fabricantes automotrices tienen en cuenta varios factores al momento de pensar en un nuevo carro para el mercado y lograr una combinación que genere eficiencia y un desempeño dinámico adecuado para sortear las dificultades de cualquier terreno sobre el que el carro deba rodar:

Uno de estos factores es la utilización de materiales lo más ligeros posibles para construir el vehículo, sin afectar factores esenciales como la seguridad. La introducción de materiales avanzados, como aleaciones de aluminio y fibra de carbono, ayuda a reducir el peso total del vehículo sin sacrificar la resistencia, por ejemplo.

Unido a esto también está el diseño del automóvil. La forma del automóvil puede afectar significativamente la resistencia al viento y, por ende, la eficiencia en la relación peso-potencia. Es así como los ingenieros y diseñadores buscan formas más aerodinámicas que puedan ofrecer una menor resistencia al aire y de esta manera tener un mejor coeficiente de penetración- Cx- que les permita rodar con el menor esfuerzo.

Igualmente desarrollos en tecnologías de motores, como la turboalimentación y la inyección directa, permiten obtener más potencia de motores más pequeños y eficientes, que también por su tamaño implican un menor peso en el vehículo, mejorando la relación entre los kilos que debe mover cada caballo de fuerza.

Es así como una relación peso-potencia equilibrada  se traduce en un consumo de combustible más eficiente, ya que el motor no tiene que trabajar tan duro para mover el vehículo.

También, un menor peso en combinación con una potencia adecuada mejora la agilidad y la capacidad de respuesta del automóvil, lo que se traduce en una experiencia de manejo más dinámica y de mejores prestaciones, por ejemplo en la respuesta a la aceleración y la capacidad para realizar sobrepasos de forma segura.

No hay una relación peso-potencia única que sea ideal para todos los carros, ya que esto dependerá de las preferencias individuales y del tipo de conducción. Sin embargo es posible señalar que una relación que esté por debajo de los 10 kilos por caballo es una cifra adecuada para la gran mayoría de los carros en el mercado.

¿Al comprar que es mejor: potencia, torque o velocidad?.

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Al momento de adquirir un automóvil, los potenciales nuevos propietarios del carro pueden enfrentar un dilema al intentar elegir el que será el nuevo carro, ¿qué será más conveniente, un carro potente, uno que sea veloz, o el que tenga el mejor torque?  Estas características son cruciales para el rendimiento general del vehículo, pero ¿cuál es realmente más importante? Desde Autotest explicamos de manera sencilla en qué consiste cada una de ellas y su importancia al evaluar el carro a comprar.

Potencia: hace referencia a la cantidad de trabajo que el motor puede realizar en un período de tiempo determinado. Se mide en caballos de fuerza (hp o cv). Cuanta más potencia tenga un vehículo, mayor será su capacidad para acelerar rápidamente y mantener altas velocidades. Es común pensar que un motor con más caballos de fuerza es mejor, pero esto no siempre es cierto.

Velocidad: la velocidad se refiere a la rapidez con la que un automóvil puede desplazarse en una dirección determinada. En Colombia y en general en los mercados de Latinoamérica  la velocidad máxima de un vehículo se indica en kilómetros por hora (km/h). Una alta velocidad máxima puede ser atractiva para aquellos que disfrutan de la emoción de la conducción a alta velocidad o para quienes planean viajar largas distancias en autopistas.

Torque: el torque es la fuerza de torsión que ejerce el motor y está relacionado con la capacidad de un automóvil para moverse desde una posición de reposo o para superar obstáculos como colinas o terrenos empinados. Se mide en libras-pie (lb-pie),  kilogramos-metro (kg-m)  o Newton metro (Nm). Un motor con un alto torque puede proporcionar una sensación de aceleración más rápida y una conducción más suave en situaciones cotidianas, como al adelantar a otro vehículo o salir de un semáforo.

¿Qué es más importante?

Para saber eso es importante conocer el uso que tendrá el automóvil, claro, también entran en juego un poco las preferencias personales para una decisión racional:

1.            Uso diario y comodidad: si se va  a utilizar el vehículo básicamente para desplazamientos diarios, un motor con un buen torque en rangos de revoluciones bajos y medios puede ser más útil y cómodo. Esto permite una aceleración ágil en el tráfico y una conducción suave.

2.            Emoción al volante: si definitivamente el objetivo es  un desempeño máximo, la velocidad, la potencia y la velocidad máxima serán los aspectos más relevantes. Un motor con estas características brinda una sensación de potencia en carreteras abiertas y permite disfrutar de una conducción más deportiva.

3.            Tareas específicas: si se trata de un carro especialmente para el trabajo, como llevar carga en su volcó o remolcar cargas pesadas, el torque es esencial para proporcionar la fuerza necesaria para superar esas situaciones de carga.

4.            Eficiencia de combustible: si el objetivo es la economía de combustible y un carro con un desempeño eficiente en términos de consumo, es recomendable buscar un equilibrio entre potencia, velocidad y torque para obtener el mejor rendimiento posible.

El equilibrio ideal

En general, lo más importante es encontrar un equilibrio adecuado entre potencia, velocidad y torque que se adapte a sus necesidades y estilo de conducción. Los fabricantes de automóviles han estado trabajando en la optimización de estos aspectos para brindar vehículos más equilibrados y eficientes.

Es esencial tener en cuenta que el diseño general del automóvil, la aerodinámica, el peso y otros factores también influyen en su rendimiento. Por lo tanto, antes de tomar una decisión, es recomendable realizar un recorrido de prueba para experimentar cómo se comporta el vehículo en situaciones del mundo real.

QUE ES LA POTENCIA DE UN MOTOR.

La potencia es una medida de la capacidad de un motor para realizar trabajo en un período de tiempo determinado; por ejemplo, ir de un lugar a otro. En términos simples, se refiere a la cantidad de energía que el motor puede producir para mover el auto. La potencia se mide en unidades de caballos de fuerza (hp) o kilovatios (kW), y es una de las principales especificaciones que se utilizan para comparar diferentes motores. Quiere decir esto, que el auto con mayor potencia, dejando iguales todas las otras conciones, lo hara en el menor tiempo.

La potencia de un motor se calcula a partir de la cantidad de trabajo que puede realizar en un período de tiempo determinado. En un motor de combustión interna, la potencia se produce a través de la combustión de la gasolina o el diésel en el motor. Cuanto más combustible pueda quemar el motor en un período de tiempo, mayor será la potencia que pueda producir.

La potencia de un motor puede variar según varios factores, como el tamaño del motor, la eficiencia de combustión, la calidad de los materiales utilizados en la construcción del motor, y otros factores de diseño. La potencia también puede verse afectada por el uso y el mantenimiento del motor. Un motor que se utiliza y se mantiene adecuadamente tendrá una vida útil más larga y producirá una potencia más constante y confiable.

Es importante tener en cuenta que la potencia no es lo mismo que la velocidad. Un motor potente puede ser capaz de producir mucha energía, pero eso no significa necesariamente que el auto vaya a moverse más rápido. La velocidad del auto depende de otros factores, como la transmisión, la relación de transmisión, el peso del vehículo y la resistencia del aire.

En resumen, la potencia es una medida de la capacidad de un motor para producir energía en un período de tiempo determinado. Es una especificación importante a considerar al comprar un auto, pero no es el único factor que afecta el rendimiento y la velocidad del vehículo. Es importante tener en cuenta también otros factores como la eficiencia de combustión, la calidad de los materiales y el mantenimiento del motor para obtener un rendimiento óptimo del vehículo.

La cilindrada del carro ¿por qué es importante?

El primer dato que busca en las fichas técnicas de un vehículo el potencial comprador de un carro nuevo o usado es la cilindrada. ¿Es un 1.0, un 1.2, un 1.5, o quizá un 2.0, un 2.5 o incluso un 5.0? ¿Pero, qué significa esa cifra y qué importancia puede tener para definir la compra de un auto?

Cuando se habla de cilindrada en los carros, el concepto hace referencia a la capacidad volumétrica total que tienen los cilindros del motor para almacenar el combustible y recibir el aire que permite la mezcla, y que al ser comprimida en el cilindro explota bien sea por acción de la chispa que salta de las bujías o por la compresión que ejercen sobre esta mezcla los pistones en su carrera ascendente dentro del cilindro, si se trata de un vehículo diésel. En Colombia, esta cifra generalmente está descrita por las marcas en centímetros cúbicos, pero también se puede hablar de ella en litros.

El valor de la cilindrada con la que se registra un carro en su ficha técnica es una sencilla operación aritmética resultado de multiplicar la capacidad volumétrica de cada uno de los cilindros, por el número de cilindros totales que contempla el diseño del motor en cada vehículo en particular. Es así que si un carro 4 cilindros registra en su ficha técnica una cilindrada de 2.000 centímetros cúbicos quiere decir que cada uno de los cilindros tiene una capacidad para almacenar 500 centímetros cúbicos. Y esta capacidad individual de cada cilindro está dada por su diámetro y por la distancia que hay entre la parte inferior en dónde el pistón llega a su punto muerto inferior y el punto máximo superior de la carrera del pistón en el proceso de combustión.

¿Por qué es importante?

Hasta hace algunos años el dato de la cilindrada era fundamental al momento de elegir un carro porque permitía establecer por parte del comprador la capacidad de desempeño del auto y saber sí era el requerido para sus necesidades.

Un carro con un valor alto de cilindrada significaba que tenía una entrega de caballos y un desempeño de torque de cifras altas. Es decir que para vehículos que debían moverse sobre terrenos exigentes por su topografía, o de los que su propietario esperaba una buena entrega de velocidad era importante poder contar con vehículos de una cilindrada superior a los 2.0 litros, por ejemplo. En el caso de carros para un uso más urbano, e ir de un punto A a un punto B, sin mayores pretensiones o terrenos complejos, vehículos de 1.0 a 1.5 eran los más buscados.

Hoy día, con los desarrollos en la ingeniería automotriz y la fabricación de motores, esta relación ya no es tan directa. Gracias al surgimiento de apoyos para la admisión de aire en la mezcla a través de turbo compresores las marcas han desarrollado vehículos que con una cilindrada “pequeña”, es decir 1.0, 1.2 o 1.5 litros; pueden entregar potencias que en años anteriores solo eran posibles con motores de mayor cilindrada.

Pero aún los motores turbo no son tan masivos y es así como el dato de la cilindrada todavía puede ser una buena guía para que futuro comprador analice si ese carro en el que está interesado, y con esa cilindrada es el que suple sus necesidades de movilidad cotidiana.

Pero también ese valor es un indicador importante para establecer, por ejemplo, el pago de impuesto. Mientras mayor sea el rango de cilindrada más alta será la tarifa impositiva. Igualmente, este valor también determinará, el valor del SOAT que anualmente el propietario debe cancelar.

Y por supuesto la cilindrada será un indicador de consumo de combustible. Por lo general los vehículos de baja cilindrada no tienen más de cuatro cilindros, en tanto que vehículos con cilindradas mayores aumentan también sus cilindros y esto implica mayor consumo.

De igual manera, un carro con un número de cilindros pequeño (3-4) también implicará unos costos de mantenimiento y/o reparación menores, frente a un vehículo que tenga un mayor número de cilindros (6-8-10-12) y que generalmente están asociados a vehículos de gamas superiores.

Por eso, y aunque no es la última palabra, ni el único factor que debe decidir la compra de un carro, la cilindrada es una cifra que todo comprador debe tener en cuenta y analizar sus ventajas y desventajas como paso previo a tomar la decisión sobre que auto estará en su garaje.

¿Qué hace el turbo de geometría variable?

En un artículo anterior hablamos aquí en AUTOTEST del tema de los turbos, específicamente de las diferencias entre los sistemas de doble turbo y aquellos que instalan un sistema denominado twin turbo, y como ambos, con sus diferencias y particularidades ayudan a mejorar la eficiencia del motor.

Hoy continuamos con esta temática y nos referiremos a una tecnología desarrollada también para la turbocompresión y que busca que el motor en su funcionamiento pueda aprovechar en todo momento el máximo aporte que pueden hacer los gases que son expulsados en el proceso de combustión para generar un mayor volumen de aire que alimente la cámara de combustión.

Se trata del turbo de geometría variable.

El turbo de geometría variable es una variante del sistema de turbocompresión tradicional que presenta un inconveniente cuando el vehículo transita en regímenes bajos, a bajar revoluciones. Cuando esto pasa los gases de escape no son expulsados con suficiente fuerza y por ello no pueden mover las turbinas para generar mayor presión y volumen de aire a las cámaras.

Y, por el contrario, cuando se transita a un régimen de altas revoluciones por minuto, la fuerza con la que son expulsados los gases tras el proceso de combustión es tan alta  que se activa la válvula de descarga y así una parte de esos gases de escape no llegan a la turbina y por lo tanto la operación del sistema turbo no aprovecha de manera eficiente el potencial que puede tener para inyectar mayor volumen de aire y hacer más eficiente la combustión de la mezcla.

Con su diseño, el turbo de geometría variable pretende mitigar estos efectos y generar un trabajo constante en el aprovechamiento del potencial de los gases de escape para obtener una mayor eficiencia dinámica del automotor.

¿Cómo lo hace?

A través de la modificación de la entrada de las turbinas. Cuando el vehículo circula a bajas revoluciones esta sección de entrada se hace más pequeña, y con esto lo que se logra es que los gases de escape al tener que pasar por una entrada de menor dimensión deban hacerlo a una mayor velocidad y con esta velocidad pueden así mover las turbinas y generar la presión adecuada para que ingrese aire a la cámara de combustión. Cuando se presenta la situación contraria, es decir, el carro está rodando en un régimen de altas revoluciones, la sección de paso de los gases en la turbina se amplía y con eso la velocidad de entrada de los gases disminuye permitiendo que el mayor porcentaje posible entre y no vaya a la válvula de descarga, para aprovechar así toda la potencia que puedan generar en nuevo aire para alimentar la mezcla de aire y combustible y propiciar una combustión de más alta eficiencia y mejor resultado en el desempeño dinámico del automotor.

El sistemas de turbo de geometría variable se instala en vehículos que utilizan combustible diésel ya que en los vehículos de gasolina la alta temperatura con la que son expulsados estos gases luego del proceso de combustión generaría inconvenientes para su operación.

Una de las características del turbo con geometría variable es su sistema de lubricación que debe ser más eficaz y con cambios de aceite mayores que en un sistema tradicional.