¿Qué es mejor: manual o automática?.

Es posible que entre los propósitos de año nuevo, usted se haya trazado la meta de adquirir su primer carro o cambiar el que ya tiene. Como lo hemos escrito aquí en Autotest en otras oportunidades, la elección de un vehículo nuevo o usado depende de varios factores, muchos de ellos racionales y otros tantos más relacionados con percepciones, sentimientos, gustos del potencial propietario.

En este artículo queremos ofrecer algunas orientaciones básicas sobre uno de esos factores de carácter técnico que influyen en la decisión de compra. Se trata del tipo de cambio o transmisión que tiene el vehículo y cuál puede ser la más conveniente de acuerdo con necesidades, tipos de uso del carro y también gustos personales de su potencial propietario.

Veamos las ventajas de una y otra en diferentes aspectos que influyen en el proceso de la conducción  

1. Eficiencia en el Consumo de Combustible: tradicionalmente, las cajas de cambios manuales han sido percibidas como más eficientes en cuanto a consumo de combustible. Esto se debe a la capacidad del conductor para controlar directamente la selección de marchas, optimizando la eficiencia en diferentes condiciones de manejo.

Sin embargo, las cajas automáticas modernas han evolucionado significativamente, incorporando tecnologías como cambios de marcha adaptativos y más velocidades. En muchos casos la situacion se ha invertido, pues las cajas automáticas incluso superan a sus contrapartes manuales en términos de economía de combustible.

2. Desempeño del vehículo: los que se consideran entusiastas o “puristas” de la conducción a menudo prefieren cajas manuales debido a la sensación de control directo sobre el vehículo. La operación de cambio de marcha de forma manual, dicen, les permite una conexión más explícita con la experiencia de conducción, especialmente en situaciones que requieren un rendimiento dinámico preciso.

Pero en este punto las cajas automáticas también han registrado una evolución positiva mejorando de forma significativa en términos de respuesta y velocidad de cambio. En situaciones de tráfico intenso o conducción relajada, la comodidad de una caja automática puede superar la interacción constante con la caja manual.

3. Usos específicos: uno de los factores que se deben tener en cuenta en la elección es el uso que tendrá el carro, el tipo de tránsito, de terrenos, la carga que transportará o el número de personas que viajarán con mayor frecuencia.

Una caja de cambios manual es ideal para conductores que disfrutan de un control total sobre el vehículo, así como para aquellos que buscan una experiencia de conducción más deportiva. También puede ser más adecuada para terrenos off-road y condiciones de conducción específicas.

Por su parte, la caja automática es una alternativa ideal para conducción urbana, tráfico congestionado y viajes relajados. La comodidad de no tener que preocuparse por cambiar constantemente de marcha es particularmente valiosa en entornos urbanos.

4. Cuidados y mantenimientos preventivos: al momento de pensar en la compra del carro y el tipo de transmisión adecuado a sus necesidades, también es importante tener en cuenta el aspecto de los cuidados preventivos y revisiones.

En una caja manual es posible que se requiera un nivel de atención un poco mayor  ya que el embrague y la sincronización de marchas están sujetos a un desgaste más rápido. Se recomienda cambiar el aceite de la transmisión según las especificaciones del fabricante.

A su turno la caja automática necesita cambios regulares de líquido de transmisión y, en algunos casos, puede requerir servicios especializados para garantizar un rendimiento óptimo. Aqui vale la pena tener en cuenta que estos servicios y las reparaciones a que deben someterse este tipo de cajas, supera ampliamente lo requerido por las cajas mecanicas con el paso del tiempo.

En ambos casos es fundamental seguir siempre las recomendaciones de los fabricantes en cuanto a las revisiones y su frecuencia.

La elección entre una caja de cambios manual y una automática depende en gran medida de las preferencias personales, el estilo de conducción y el contexto de uso. Ambas opciones tienen sus méritos, y la evolución continua de la tecnología automotriz ha borrado muchas de las diferencias tradicionales entre ellas.

¿Al comprar que es mejor: potencia, torque o velocidad?.

imagen: kilpartz.com

Al momento de adquirir un automóvil, los potenciales nuevos propietarios del carro pueden enfrentar un dilema al intentar elegir el que será el nuevo carro, ¿qué será más conveniente, un carro potente, uno que sea veloz, o el que tenga el mejor torque?  Estas características son cruciales para el rendimiento general del vehículo, pero ¿cuál es realmente más importante? Desde Autotest explicamos de manera sencilla en qué consiste cada una de ellas y su importancia al evaluar el carro a comprar.

Potencia: hace referencia a la cantidad de trabajo que el motor puede realizar en un período de tiempo determinado. Se mide en caballos de fuerza (hp o cv). Cuanta más potencia tenga un vehículo, mayor será su capacidad para acelerar rápidamente y mantener altas velocidades. Es común pensar que un motor con más caballos de fuerza es mejor, pero esto no siempre es cierto.

Velocidad: la velocidad se refiere a la rapidez con la que un automóvil puede desplazarse en una dirección determinada. En Colombia y en general en los mercados de Latinoamérica  la velocidad máxima de un vehículo se indica en kilómetros por hora (km/h). Una alta velocidad máxima puede ser atractiva para aquellos que disfrutan de la emoción de la conducción a alta velocidad o para quienes planean viajar largas distancias en autopistas.

Torque: el torque es la fuerza de torsión que ejerce el motor y está relacionado con la capacidad de un automóvil para moverse desde una posición de reposo o para superar obstáculos como colinas o terrenos empinados. Se mide en libras-pie (lb-pie),  kilogramos-metro (kg-m)  o Newton metro (Nm). Un motor con un alto torque puede proporcionar una sensación de aceleración más rápida y una conducción más suave en situaciones cotidianas, como al adelantar a otro vehículo o salir de un semáforo.

¿Qué es más importante?

Para saber eso es importante conocer el uso que tendrá el automóvil, claro, también entran en juego un poco las preferencias personales para una decisión racional:

1.            Uso diario y comodidad: si se va  a utilizar el vehículo básicamente para desplazamientos diarios, un motor con un buen torque en rangos de revoluciones bajos y medios puede ser más útil y cómodo. Esto permite una aceleración ágil en el tráfico y una conducción suave.

2.            Emoción al volante: si definitivamente el objetivo es  un desempeño máximo, la velocidad, la potencia y la velocidad máxima serán los aspectos más relevantes. Un motor con estas características brinda una sensación de potencia en carreteras abiertas y permite disfrutar de una conducción más deportiva.

3.            Tareas específicas: si se trata de un carro especialmente para el trabajo, como llevar carga en su volcó o remolcar cargas pesadas, el torque es esencial para proporcionar la fuerza necesaria para superar esas situaciones de carga.

4.            Eficiencia de combustible: si el objetivo es la economía de combustible y un carro con un desempeño eficiente en términos de consumo, es recomendable buscar un equilibrio entre potencia, velocidad y torque para obtener el mejor rendimiento posible.

El equilibrio ideal

En general, lo más importante es encontrar un equilibrio adecuado entre potencia, velocidad y torque que se adapte a sus necesidades y estilo de conducción. Los fabricantes de automóviles han estado trabajando en la optimización de estos aspectos para brindar vehículos más equilibrados y eficientes.

Es esencial tener en cuenta que el diseño general del automóvil, la aerodinámica, el peso y otros factores también influyen en su rendimiento. Por lo tanto, antes de tomar una decisión, es recomendable realizar un recorrido de prueba para experimentar cómo se comporta el vehículo en situaciones del mundo real.

El sistema de control de estabilidad: Un aliado para la seguridad en la vía.

Cuando se trata de la seguridad vial, hay una serie de tecnologías automotrices que desempeñan un papel crucial en la protección de los conductores y sus pasajeros. Una de estas tecnologías es el sistema de control de estabilidad, una característica clave que ha demostrado ser vital en la prevención de accidentes y la mejora de la seguridad en nuestras carreteras.

Aún en Colombia la implementación de esta tecnología no es obligatoria para los vehículos que se venden por parte de las diferentes marcas, pero cada vez se encuentra más modelos y en diferentes segmentos que lo equipan y se convierte en un factor que los compradores analizan de forma consciente al evaluar los aspectos de seguridad de su futuro carro.

¿Qué es el sistema de control de estabilidad?

El sistema de control de estabilidad, también conocido como ESC por sus siglas en inglés (Electronic Stability Control), es una tecnología diseñada para mejorar la estabilidad y el manejo del vehículo, especialmente en situaciones de emergencia. Su principal objetivo es evitar que el vehículo patine o derrape, permitiendo al conductor mantener un mayor control sobre el automóvil, incluso en condiciones adversas.

Para cumplir con su función y ofrecer una respuesta oportuna y efectiva, el sistema de control de estabilidad utiliza una combinación de sensores, actuadores y una unidad de control electrónica para monitorear constantemente la dirección del vehículo, la velocidad de cada rueda, el ángulo de giro del volante y otros parámetros de marcha importantes. Si el sistema detecta que el vehículo está perdiendo tracción o está a punto de perder el control, intervendrá automáticamente para corregir la situación.

En esta intervención el Sistema de Control de Estabilidad puede aplicar los frenos individualmente en cada rueda y ajustar la distribución de la potencia del motor para contrarrestar el deslizamiento o el derrape. Además, en algunos casos, puede reducir la potencia del motor para ayudar a estabilizar el vehículo. Estas acciones rápidas y precisas ayudan a evitar que el automóvil se salga de control y reduce el riesgo de accidentes.

Importancia para la seguridad vial:

El sistema de control de estabilidad es de vital importancia para la seguridad vial, ya que ayuda a prevenir accidentes causados por pérdida de control del vehículo.. Este sistema es particularmente útil en situaciones como curvas pronunciadas, frenadas bruscas, superficies resbaladizas o maniobras evasivas repentinas.

El sistema de control de estabilidad se compone de varios elementos clave que trabajan en conjunto para garantizar su funcionamiento eficiente. Estos elementos incluyen:

Sensores: Recopilan información sobre la velocidad de las ruedas, el ángulo de giro del volante, la posición del acelerador y otros datos relevantes.

Actuadores: Son responsables de aplicar los frenos individualmente en cada rueda y ajustar la distribución de la potencia del motor.

Unidad de control electrónica (ECU): Recopila y procesa los datos de los sensores, y toma decisiones rápidas para corregir el deslizamiento o el derrape.

Como cuidarlo y garantizar su efectividad

Como todos los sistemas del carro, el mantenimiento preventivo y los cuidados en su uso son factores claves para que puedan cumplir de manera efectiva su labor de protección y seguridad vial. En este sentido es importante tener en cuenta algunas recomendaciones: 

  • Mantenga las llantas en buen estado: las llantas desgastadas o en mal estado pueden afectar negativamente el rendimiento del sistema de control de estabilidad. Asegúrese de revisar regularmente la presión de los neumáticos y reemplazarlos cuando sea necesario.
  • Realice el mantenimiento adecuado de los frenos: los frenos en buen estado son esenciales para el funcionamiento óptimo del sistema de control de estabilidad. Haga inspeccionar los frenos y que las labores de mantenimiento sean realizadas por un profesional.
  • Verifique las actualizaciones del software: En algunos casos, los fabricantes de automóviles pueden lanzar actualizaciones de software para mejorar la funcionalidad del sistema de control de estabilidad. Mantente al tanto de estas actualizaciones y asegúrate de que tu vehículo esté actualizado.