La caja CVT, así funciona.

imagen: https://www.klipartz.com/

Aunque todavía no son la mayor parte del mercado automotor, por lo menos en Colombia, las cajas automáticas sí han generado  un posicionamiento cada vez mayor como una opción viable para los potenciales compradores de un automóvil.


El hecho de poder dejar la gestión de los cambios a un sistema  automático sin tener que preocuparse por estar cada momento presionando el pedal de embrague  y manipulando la palanca selectora de las marchas, especialmente en situaciones de tráfico denso o en ascensos pronunciados, es una ventaja que muchos conductores destacan.

Y dentro del universo de cajas automáticas que los fabricantes montan en sus autos, hay un sistema que en los últimos años ha ganado posicionamiento como alternativa para el sistema de caja y motor. Se trata de la caja automática tipo CVT    

La caja de cambios CVT (por sus siglas en inglés, y que traducirían algo como Transmisión Variable Continua) es un tipo de caja de cambios automática que permite una aceleración más suave y una mejor eficiencia de combustible en comparación con las cajas de cambios automáticas tradicionales.

En lugar de tener un número fijo de relaciones de cambio como una transmisión automática convencional, una caja CVT utiliza una banda o correa, o también una cadena, y dos poleas variables para proporcionar una relación de transmisión continua. Una polea es conducida por el motor, mientras que la otra polea está conectada a la transmisión.

Estas dos poleas se mueven hacia adentro y hacia afuera para cambiar la relación de transmisión. Cada polea tiene dos piezas, una de las cuales es móvil y la otra fija. La banda o cadena de metal se envuelve alrededor de ambas poleas, y la posición relativa de las dos piezas móviles determina la relación de transmisión.

A medida que la velocidad del motor aumenta, la polea motriz se contrae y la polea de transmisión se expande, lo que cambia la relación de transmisión. De esta manera, la caja CVT puede proporcionar una relación de transmisión continua y variable que se adapta a la carga del motor y las condiciones de la carretera.

La caja CVT también tiene la capacidad de mantener el motor en su punto de operación más eficiente, lo que puede mejorar la eficiencia de combustible en comparación con las cajas de cambios automáticas tradicionales.

Ventajas de la caja de cambios CVT:

1.            Eficiencia energética: La caja de cambios CVT puede mantener el motor funcionando a su mejor velocidad en todo momento, lo que puede mejorar la eficiencia energética y reducir el consumo de combustible del vehículo.

2.            Aceleración suave: Debido a que no hay cambios bruscos en la relación de transmisión, la CVT ofrece una aceleración suave y constante que puede mejorar la comodidad de conducción.

3.            Tamaño compacto: La CVT es más ligera y compacta que una caja de cambios automática convencional, lo que puede ahorrar espacio en el compartimento del motor y mejorar el rendimiento del vehículo.

4.            Mayor durabilidad: La CVT tiene menos piezas móviles que una caja de cambios automática convencional, lo que puede reducir la necesidad de mantenimiento y prolongar la vida útil de la transmisión.

Desventajas de la caja de cambios CVT:

1.            Sensación de conducción diferente: Algunos conductores pueden encontrar que la sensación de conducción de la CVT es diferente a la de una caja de cambios automática convencional, ya que no hay cambios bruscos en la relación de transmisión.

2.            Ruido: La CVT a menudo produce un zumbido o ruido de alta frecuencia cuando el motor está funcionando a altas revoluciones, lo que puede ser molesto para algunos conductores.

3.            Menor capacidad de carga: La CVT puede tener una capacidad de carga limitada en comparación con una caja de cambios automática convencional, lo que puede ser una consideración importante para los conductores que necesitan remolcar cargas pesadas.

4.            Mayor costo: La CVT puede ser más costosa de producir y reparar que una caja de cambios automática convencional, lo que puede resultar en un mayor costo de propiedad a largo plazo.

Los carros ahora tienen más de computadora.

Los vehículos modernos suelen tener varias computadoras, conocidas como Unidades de Control Electrónico (ECU), por sus siglas en inglés), que se encargan de monitorear y controlar diversos sistemas del vehículo.

Estas ECUs utilizan sensores para recopilar datos en tiempo real sobre el funcionamiento del vehículo y, a través de algoritmos y software especializado, procesan estos datos para tomar decisiones en milisegundos y controlar el sistema correspondiente.

El número exacto de ECUs puede variar dependiendo del modelo y la marca del vehículo, pero en general se pueden encontrar entre 30 y 100 unidades electrónicas en un automóvil moderno. Cada ECU está diseñada para controlar un sistema específico, como el motor, la transmisión, los frenos, la dirección, el aire acondicionado, el sistema de sonido, los airbags, entre otros.

Algunas de estas computadoras incluyen:

Unidad de control del motor (ECU): Controla y monitorea el rendimiento del motor, la transmisión y el sistema de combustible.

Unidad de control de frenos (BCU): Controla y monitorea el sistema de frenos, incluyendo el ABS (sistema de frenos antibloqueo) y el ESP (programa electrónico de estabilidad).

Unidad de control de carrocería (BC): Controla y monitorea los sistemas eléctricos y electrónicos de la carrocería, como las luces, los seguros de las puertas, las ventanas eléctricas y el sistema de aire acondicionado.

Unidad de control de la transmisión (TCU): Controla y monitorea el rendimiento de la transmisión automática.

Unidad de control de la suspensión (SCU): Controla y monitorea el sistema de suspensión, incluyendo la altura de la carrocería y la amortiguación activa.

Si bien la introducción de la tecnología informática y de telecomunicaciones en los autos ha traído una importante evolución en aspectos como la seguridad, el desempeño y el confort a bordo; también es un factor que lleva una alta exigencia en los cuidados y mantenimientos preventivos del carro, porque no cualquier persona puede atender los requerimientos de servicio y/o reparación. El personal de posventa se vuelve cada vez más especializado con conocimientos más específicos en aspectos como electrónica.

Por eso, tener un carro con esta gran variedad de elementos también exige que al momento de llevarlo a revisiones se haga solo sitios especializados y de alto reconocimiento por su calidad e idoneidad.

La caja automática dura si tiene un buen mantenimiento.

El mantenimiento preventivo de la caja automática de un automóvil puede ayudar a prolongar la vida útil y el rendimiento de la transmisión. A continuación, aquí en Autotest, les ofrecemos  algunas recomendaciones sobre los de los mantenimientos preventivos que se pueden realizar:

1.            Cambio de aceite: El cambio de aceite de la caja automática es uno de los mantenimientos más importantes. Se recomienda realizarlo cada 60,000 kilómetros o según las recomendaciones del fabricante del automóvil. El aceite de la transmisión debe estar en buen estado para lubricar las piezas y evitar el desgaste prematuro.

2.            Revisión de fugas: Las fugas de aceite de la caja automática pueden ser un problema importante. Se debe revisar periódicamente si hay fugas en las juntas o sellos de la transmisión para evitar que el nivel de aceite baje y dañe las piezas internas.

3.            Inspección de filtros: Los filtros de la caja automática deben ser inspeccionados y reemplazados si es necesario durante el cambio de aceite. Los filtros sucios pueden impedir el flujo de aceite a través de la transmisión, lo que puede provocar un desgaste prematuro de las piezas internas.

4.            Revisión de niveles: Es importante revisar el nivel de aceite de la caja automática regularmente para asegurarse de que no haya fugas y que haya suficiente aceite en la transmisión.

5.            Inspección de la correa: Si el automóvil tiene una caja automática con correa, se debe inspeccionar regularmente para asegurarse de que esté en buen estado. Una correa desgastada o dañada puede provocar una falla en la transmisión.

6.            Mantenimiento general: Además de los mantenimientos anteriores, también se recomienda realizar un mantenimiento general de la caja automática, que incluye la revisión de los soportes, palancas y otras piezas mecánicas.

Es importante recordar que el mantenimiento preventivo regular de la caja automática puede ayudar a evitar costosas reparaciones y prolongar la vida útil de la transmisión.

Tracción 4×4 en modo básico.

Son muchos los compradores de vehículos que tienen en su imaginario y de manera aspiracional buscar tener en su garaje un vehículo 4×4.

Una mayor sensación de fortaleza en la marcha, más tranquilidad al conducir, especialmente en ciertas condiciones de terrenos o clima; más estabilidad en ruta, y mejor sensación de aceleración y desempeño en curvas son algunos de los factores que argumentan para elegir esta opción.

Un sistema 4×4 permite que todas las ruedas del vehículo reciban potencia del motor, a diferencia de los vehículos con tracción tipo 4×2 en la que solo un eje de las ruedas, delantero o trasero, recibe esta potencia y proporciona el movimiento del carro empujando o halando

En el tema de vehículos 4×4, algunos modelos, especialmente en automóviles y SUV que no son son catalogados como todo terreno, se encuentra un tipo de tracción 4×4 que es permanente (AWD) y que no requiere la intervención del conductor para elegir el tipo de tracción. En estos modelos esta tracción permanente entrega elementos como la seguridad y la estabilidad de manejo y sortear algunas situaciones de zonas de tránsito con adherencia limitada; pero no son modelos para rodar sobre terrenos en condiciones extremas ya que no cuentan con bloqueo de diferencial.

Vienen también los modelos con sistema de tracción que puede conectarse o desconectarse a voluntad del conductor y según la necesidad del terreno que se transita y se identifican como 4WD.

Además de usar este sistema para esos momentos en los que se rueda por zonas con piso mojado o sobre hierba, o una fuerte pendiente, por ejemplo; los modelos 4WD permiten elegir un tipo de tracción que gracias al bloqueo hace que cada llanta reciba la potencia necesaria y así no se sature el límite de adherencia al piso y se pueda maniobrar de forma más segura. Es importante anotar que en estos modelos, si las condición del terreno no lo exige no debe transitarse en el modo 4×4 ya que se pueden presentar desgastes o roturas del sistemas, además de mayor consumo de combustible y llantas.

Esta tracción debe usarse en condiciones en las que la baja adherencia se presenta, además de la humedad, por presencia de barro, lodo, arena, grava o terrenos rocosos en los que el contacto con el piso no es continuo y regular, y debe hacerse a baja velocidad. Una vez se ha superado el tipo de terreno y el carro vuelve a rodar sobre piso con condiciones de adherencia normales es importante transitar en el modo de tracción 4×2.

Al momento de buscar su carro, analice bien si los viajes y las vías que transita con frecuencia requieren de un tipo de tracción como esta, y requiere realizar esta inversión o puede solucionar su necesidad de movilidad con un vehículo de tracción sencilla.

ANTES DE COMPRAR TU VEHICULO USADO: PRUEBALO.

Uno de los aspectos que determina la decisión de compra de un carro es la posibilidad de realizar una prueba de ruta que permita determinar el comportamiento en vía de ese auto que usted quiere.

Y aunque en estos días no es fácil poder acceder a esta posibilidad en virtud de las precauciones propias y necesarias para mitigar los impactos por la pandemia generada por el Covid 19, sí es importante tener en mente algunas recomendaciones y claves que en lo posible le permitirán poder desarrollar una prueba para conocer más en detalle el funcionamiento y estado del vehículo y las sensaciones generadas en los desplazamientos.

Lo primero es revisar bien el carro,  ojalá a la luz natural para evidenciar en su estado físico y estético y si realmente el carro corresponde con lo que el anuncio de venta o las palabras que su propietario señala. Verificar que no se encuentren fuertes golpes,  rayones, desajustes en las latas o diferencias en tonalidades de la pintura,  o algún elemento que pueda hacer pensar que el vehículo ha sido sometido a un trabajo mayor o incluso inapropiado. Esto también debe hacerse al revisar su interior, buscando elementos de tapicería sueltos, en mal estado o en exceso desgastados y también en una inspección visual de su motor verificando si hay alguna fuga visible de lubricante, refrigerante, liquido de la dirección hidráulica o de frenos.

Desconfie de un kilometraje muy alto o demasiado bajo. Mire si encuentra etiquetas de recordación de cambios de aceite o facturas en la guantera que indiquen un kilometraje anormal al mostrado por el vehiculo.

MIDASE EL CARRO

Suena un poco extraño, pero sí. La idea es que antes de iniciar la marcha, entre al carro,  vea que tan fácil es para usted ingresar y salir de él. También siéntese en el puesto del conductor y fíjese que tan cómodo se siente y las posibilidades de ajuste que pueda brindar su asiento  y el volante;  así como los espejos retrovisores y el espejo interno. Recuerde también que usted no será el único que se transportará en el, mida el espacio de las sillas traseras y también con mucho cuidado la capacidad de carga del baúl.  Analice que tan ergonómicas son las posiciones de los diferentes elementos que utilizará cuando maneje (pedales,  timón, botoneras,  palancas,  pantallas,  entre otros).  Tampoco se olvide de medir el carro en el garaje.  Muchas sorpresas salen a última hora.

EN MARCHA

Una vez cumplido el paso anterior,  es hora de encender el motor. Verifique que todas las luces del tablero funcionen y se vayan apagando progresivamente. Primero asegúrese que el radio o el sistema de sonido del vehículo no esté operando porque podría distraerlo o tapar algún ruido del vehículo en su operación. Con el motor en marcha escuche si produce algún sonido o vibracion extraños a su funcionamiento normal.

Ponga en marcha el carro y preste atención al proceso de aceleración,  si es normal,  progresivo o en algún momento parece que no lo hiciera. Aquí también es momento de apreciar el funcionamiento de la caja de cambios. Si el paso entre marchas es suave o brusco y si al hacerlo pierde revoluciones en exceso o no,  y su proceso de recuperación entre cambios.  Cheque que el embrague no deslice o funcione o muy arriba o muy abajo del pedal.  De igual manera observe el recorrido de la palanca de cambios y que tan fácil es su manipulación.  También acelere el vehículo y déjelo en neutra: no deberá sentir ruidos, traquidos o ronroneos al rodar.

En este recorrido,  que debe ser el más parecido posible a los recorridos que hará de manera habitual en el carro,  aproveche para percibir la sensación que produce la suspensión,  si es muy dura o muy blanda,  si el contacto de las llantas con la superficie de rodamiento se transmite en exceso o no al habitáculo,  o si se presentan vibraciones, ruidos o movimientos excesivos a alta y baja velocidad o al entrar en un giro.

De igual manera compruebe que la dirección del carro sea adecuada,  no muy dura,  y que le permita tener la sensación que el carro sí va por donde usted indica con el volante. Que al dar un giro la respuesta sea rápida, precisa y de igual comportamiento hacia ambos lados.

Compruebe  la efectividad  de los frenos y la distancia aproximada de frenada,   así como la operación del sistema ABS (si el carro lo tiene) y el recorrido y tacto del pedal al presionarlo.  Deje presionado el pedal por un minuto y observe si el pedal desciende de forma anormal o sorpresiva.

En alguna parte del trayecto pruebe el funcionamiento del aire acondicionado su potencia capacidad de enfriamiento y que tanto afecta la entrega de potencia del carro. También aproveche esta prueba para ensayar el desempeño de otros sistemas como luces, sistema de infoentretenimiento y su facilidad de operación  (si lo tiene), las plumillas, los sistemas de alertas auditivas y/o visuales que pueda tener el vehículo (reversa, cambio de carril, colisión frontal, puertas abiertas, cinturones de seguridad, entre otros).

Con estas recomendaciones básicas puede tener una idea más concreta y real del estado del carro que quiere adquirir y si en verdad es la respuesta a su necesidad de movilidad.

Recuerde que, además de esta prueba de ruta, debe contar también con una rigurosa inspección de la mano de especialistas. En AUTOTEST contamos con la experiencia y el equipo profesional para brindarle la información clara, precisa, y transparente sobre el estado técnico, mecánico, y de procedencia de ese vehículo usado que usted quiere tener.