La caja CVT, así funciona.

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Aunque todavía no son la mayor parte del mercado automotor, por lo menos en Colombia, las cajas automáticas sí han generado  un posicionamiento cada vez mayor como una opción viable para los potenciales compradores de un automóvil.


El hecho de poder dejar la gestión de los cambios a un sistema  automático sin tener que preocuparse por estar cada momento presionando el pedal de embrague  y manipulando la palanca selectora de las marchas, especialmente en situaciones de tráfico denso o en ascensos pronunciados, es una ventaja que muchos conductores destacan.

Y dentro del universo de cajas automáticas que los fabricantes montan en sus autos, hay un sistema que en los últimos años ha ganado posicionamiento como alternativa para el sistema de caja y motor. Se trata de la caja automática tipo CVT    

La caja de cambios CVT (por sus siglas en inglés, y que traducirían algo como Transmisión Variable Continua) es un tipo de caja de cambios automática que permite una aceleración más suave y una mejor eficiencia de combustible en comparación con las cajas de cambios automáticas tradicionales.

En lugar de tener un número fijo de relaciones de cambio como una transmisión automática convencional, una caja CVT utiliza una banda o correa, o también una cadena, y dos poleas variables para proporcionar una relación de transmisión continua. Una polea es conducida por el motor, mientras que la otra polea está conectada a la transmisión.

Estas dos poleas se mueven hacia adentro y hacia afuera para cambiar la relación de transmisión. Cada polea tiene dos piezas, una de las cuales es móvil y la otra fija. La banda o cadena de metal se envuelve alrededor de ambas poleas, y la posición relativa de las dos piezas móviles determina la relación de transmisión.

A medida que la velocidad del motor aumenta, la polea motriz se contrae y la polea de transmisión se expande, lo que cambia la relación de transmisión. De esta manera, la caja CVT puede proporcionar una relación de transmisión continua y variable que se adapta a la carga del motor y las condiciones de la carretera.

La caja CVT también tiene la capacidad de mantener el motor en su punto de operación más eficiente, lo que puede mejorar la eficiencia de combustible en comparación con las cajas de cambios automáticas tradicionales.

Ventajas de la caja de cambios CVT:

1.            Eficiencia energética: La caja de cambios CVT puede mantener el motor funcionando a su mejor velocidad en todo momento, lo que puede mejorar la eficiencia energética y reducir el consumo de combustible del vehículo.

2.            Aceleración suave: Debido a que no hay cambios bruscos en la relación de transmisión, la CVT ofrece una aceleración suave y constante que puede mejorar la comodidad de conducción.

3.            Tamaño compacto: La CVT es más ligera y compacta que una caja de cambios automática convencional, lo que puede ahorrar espacio en el compartimento del motor y mejorar el rendimiento del vehículo.

4.            Mayor durabilidad: La CVT tiene menos piezas móviles que una caja de cambios automática convencional, lo que puede reducir la necesidad de mantenimiento y prolongar la vida útil de la transmisión.

Desventajas de la caja de cambios CVT:

1.            Sensación de conducción diferente: Algunos conductores pueden encontrar que la sensación de conducción de la CVT es diferente a la de una caja de cambios automática convencional, ya que no hay cambios bruscos en la relación de transmisión.

2.            Ruido: La CVT a menudo produce un zumbido o ruido de alta frecuencia cuando el motor está funcionando a altas revoluciones, lo que puede ser molesto para algunos conductores.

3.            Menor capacidad de carga: La CVT puede tener una capacidad de carga limitada en comparación con una caja de cambios automática convencional, lo que puede ser una consideración importante para los conductores que necesitan remolcar cargas pesadas.

4.            Mayor costo: La CVT puede ser más costosa de producir y reparar que una caja de cambios automática convencional, lo que puede resultar en un mayor costo de propiedad a largo plazo.

El aceite de la caja automática, un fluido vital para el carro.

Aunque en el mercado automotor de Colombia prevalece la opción de los carros con caja de cambios manual, cada vez es más frecuente encontrar propietarios que se decantan por alternativas de vehículos con cajas automáticas.

La comodidad al enfrentar tráficos pesados como los de nuestras ciudades, el mejor desarrollo de la tecnología en estos sistemas, su fiabilidad, hacen parte de los factores que inducen a estos dueños de automotores a decidirse por este tipo de soluciones en sus autos.

Pero al igual que la caja de cambios manual, la caja automática también requiere de un proceso de mantenimiento preventivo y de revisiones con el objetivo de que sus piezas puedan operar de manera correcta y sin presentar problemas que dificulten su funcionamiento en el mediano o largo plazo y que podría significar un daño catastrófico que implique el cambio total del conjunto con un costo elevado y el tiempo de necesario para realizar esta intervención profunda en el carro.

Quizá el principal elemento que garantiza el correcto funcionamiento de la caja automática y la durabilidad de sus piezas es el lubricante.

Estas cajas utilizan un aceite hidráulico denominado ATF. Este aceite tiene como una de sus funciónes lubricar los engranajes al interior del conjunto que forma la caja automática y hacer que el paso de los cambios de marcha sea suave, a través de su paso por las electroválvulas que hacen parte del conjunto.

¿Qué pasa si no se cambia el aceite?

Con el paso de los kilómetros este aceite va sufriendo un proceso de degradación y pérdida de sus propiedades de lubricación y detergencia. Se va contaminando como consecuencia del mismo trabajo que realiza para apoyar el buen funcionamiento de la caja de cambios. Si este proceso de degradación no se controla, no se sustituye a tiempo el líquido las piezas internas de la caja de cambios pierden esa película que evitaba o minimizaba el roce entre ellas y al entrar en un contacto directo se desgastan con mayor rapidez y de manera prematura generando, primero un mal funcionamiento de la caja y, finalmente, su daño total.

Un síntoma de este proceso es cuando la caja no realiza los cambios en el momento adecuado, se tarda en hacerlos o simplemente no entra el cambio de marcha. El conductor sentirá el carro sobre revolucionado o también sin fuerza porque el cambio entra de manera retardada.

Por eso es recomendable realizar el cambio de este fluido entro los 60 mil a 80 mil kilómetros, para ello es importante consultar el manual del vehículo y seguir la indicación que da el fabricante y también tener en cuenta las condiciones de operación del vehículo para determinar de la mano de los expertos el momento más adecuado para este cambio.