¿China, la nueva potencia automotriz?

China se está haciendo sentir en la industria automotriz mundial y Colombia no es ajena a la estrategia de expansión de su industria.

El país que es prácticamente un continente solo por la magnitud de su población se ha convertido en un jugador de peso pesado en la era de la globalización .

Su industria automotriz no solo trabaja de manera acelerada y a todo ritmo, con alta capacidad de producción para abastecer su gigante mercado interno al vender más de 21 millones de unidades de vehículos de pasajeros en 2023, y más de 30 millones de unidades si se tienen en cuenta los vehículos comerciales.

También ha fortalecido su industria para llevar de manera significativa sus modelos y marcas a los mercados de exportación. De hecho China se convirtió en 2023 en el mayor exportador de vehículos en el mundo. Sus datos señalaban que al final del período las ventas de carros chinos en los diferentes mercados globales sumarían poco más de 5.2 millones de unidades, y un valor superior a los 100.000 millones de dólares. China superó así a Japón, el tradicional mayor exportador de carros mundial.

Son varios los factores que pueden explicar el crecimiento de la penetración de las marcas chinas en el mundo.

Un avance en sus diseños. Poco más de diez años atrás el diseño de los modelos producidos en China era básico y poco atractivo, cuando no era una simple e impune copia del diseño de un modelo popular de una marca “occidental” que simplemente se “fusilaba” por parte de la automotriz de turno, con alguna ligera variación.

Hoy sus diseños han evolucionado, y si bien no se alejan de las tendencias que se pueden observar en el resto del mercado automotor mundial, ya parten de propuestas propias, y algunas, sí, más arriesgadas en sus líneas.

También los carros chinos registran una evolución en aspectos de calidad de ensamble, materiales y terminados. No es necesario hacer mucho esfuerzo para recordar la percepción que muchos botones, actuadores y switches de los primeros modelos que circularon en Colombia dejaban en potenciales compradores por su fragilidad o incluso sufrían daños con sus primeros usos. También lo burdo de los materiales y lo poco cuidada la terminación de los ensambles. En la actualidad, si bien subsisten algunos problemas y factores de ensamble que aún pueden desarrollarse mejor son mucho más cuidados los desarrollos para entregar un conjunto más acorde con la evolución y las exigencias de los mercados internacionales.

Además, en materia de seguridad, china y sus empresas automotrices han avanzado en la adopción de elementos, sistemas y ensambles orientados a garantizar la seguridad de pasajeros y peatones con base en la normatividad internacional y las exigencias de sus mercados de exportación.

Y por supuesto costos de producción más acotados, con una mano de obra más barata que en otras regiones productoras de vehículos, y también, hay que decirlo, gracias al apoyo del gobierno chino que ha definido a su industria automotriz como un eje estratégico de su fortalecimiento como potencia económica. Por ejemplo, de acuerdo con las cifras del centro de pensamiento Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales con sede en Estados Unidos,  el gobierno chino ha destinado recursos por más de 200 mil millones de dólares entre 2009 y 2023, para la potencialización de su industria automotriz, y con especial énfasis en los desarrollos en torno a la movilidad eléctrica.

El desafío que China plantea para la industria automotriz mundial es de marca mayor y por eso tanto Europa y Estados Unidos avanzan en estrategias de contención comercial vía tarifas y cargas impositivas a la importación de vehículos de este país. Una pelea de gigantes que tendrá efectos de mediano y largo plazo en el comercio automotor, ¿positivos o negativos? El tiempo lo dirá

Colombia también siente la influencia China

No es un mercado de grandes volúmenes, pero Colombia también ha sido impactada por la evolución de la estrategia de China su avanzada en los diferentes mercados del mundo motor.

Hacia 2008 se inició el proceso de aparición de las marcas chinas en el panorama automotor colombiano. Un proceso no exento de dificultades. De entradas y salidas, problemas de calidad, representaciones de marca muy débiles que significaron dejar tirados a muchos clientes con sus autos.

Hoy, con los aprendizajes y especialmente con la adopción de su representación por grupos automotrices más consolidados y fuertes, los vehículos de este origen vienen ganando un espacio. El año pasado, de acuerdo con las cifras del Runt que analiza la Asociación Nacional de Movilidad Sostenible, Andemos, fueron matriculados 14.508 vehículos de origen chino en el mercado colombiano.

Hoy en el país no son menos de 12 las marcas de este origen asiático que desarrollan un proceso de comercialización, con una oferta que va desde pequeños compactos de pasajeros, pasando por utilitarios pick ups o minivan para el transporte de carga o pasajeros, así como camiones de diferentes pesos brutos vehiculares, y, como no, también una importante presencia en la categoría de los vehículos eléctricos.

BYD, Seres, Changan, DFSK, JMC, Foton, Great Wall, Faw, Chery, JAC; son algunas de las marcas y emblemas que ya ruedan por las vías del país.

Venta de carros en Colombia cierra un semestre con leve repunte, pero el rezago es aún amplio.

Durante el pasado mes de junio la venta y matrícula de vehículos nuevos en Colombia tuvo una leve recuperación.

De acuerdo con las cifras recabadas y analizadas por la Asociación Nacional de Movilidad Sostenible, Andemos, con base en los reportes del Runt, en el mes se vendieron y matricularon 14.751unidades nuevas. Esto es un 0.9% de incremento frente a las cifras de ventas logradas por la industria durante el mes de junio de 2023, cuando las ventas y matrículas sumaron 14.435 unidades nuevas. Y el acumulado para el primer semestre reporta 85.261 unidades nuevas vendidas y matriculadas.

Sin embargo cuando se confrontan las cifras del primer semestre, con las logradas por la industria años atrás aún se observa un evidente y preocupante rezago en la intención de compra por parte de los potenciales usuarios de vehículos nuevos.

Por ejemplo, el mes de junio del año 2022, que fue calificado como el mejor para ese período de los ocho años cumplidos hasta esa fecha, las ventas superaron las 23.300 unidades, y en el registro del primer semestre de dicho año se comercializaron 123.849 vehículos 0 kilómetros.

Con las cifras reveladas por el análisis de Andemos se evidencia que existe una brecha negativa entre ese 2022 y el año en curso superior al 31 por ciento en la comercialización de vehículos, aún con el pequeño margen de aumento reportado.

En gracia de discusión es viable señalar que 2022 es un año en el se podría estar desatando el nudo de demanda represada por la pandemia que causó un fuerte impacto en la disponibilidad de vehículos en todo el mundo.

Pero si se contrastan las ventas de el primer semestre de 2024, con un año como 2019, cuando lejos estaba el mundo y la industria automotriz de conocer los estragos de lo que vendría meses después con la parálisis por el Covid 19, el rezago sigue siendo importante.

En el primer semestre de aquel año Colombia había registrado en matrículas 116.210 carros. Es decir que la diferencia negativa frente a ese año que se podría decir era normal con lo que sucede en la actualidad es de casi el 27 por ciento de disminución.

Las ventas por segmentos

Al entrar en las cifras por segmentos se observa que en vehículos de pasajeros los SUV
siguen en su tendencia de liderazgo entre las categorías y crecen el 8.4% frente al mismo
mes del año anterior, y su acumulado en los primeros seis meses del año también es
positivo con crecimiento del 2.1%.

Otro de los segmentos que mostró un comportamiento de crecimiento en el mes fue el de los camiones con peso bruto vehicular mayor a las 10 toneladas, en esta categoría la cifra fue al alza en un 2.0%. Por su parte los vehículos tipo volqueta registran un aumento de 54%. También llama la atención en la línea de vehículos comerciales- en este caso para el transporte de pasajeros- el incremento registrado por la categoría de busetas, que presentó una cifra de aumento del 210%.

Híbridos y eléctricos no paran de crecer

Y aunque Colombia ya no es el líder regional en la venta de vehículos eléctricos, como lo fue hace un par de años, el comportamiento de estos vehículos de las denominadas nuevas energías sí ha fortalecido su tendencia positiva, al igual que los carros híbridos.

En junio se matricularon 3.529 carros tanto eléctricos, como híbridos enchufables o híbridos totales. Esto representó un crecimiento del 19 por ciento comparado con junio del año anterior. Y el acumulado del semestre indica un crecimiento del 41% al pasar de 13.889 unidades matriculadas en 2023 a 19.590 al cierre de la primera mitad de 2024.

El aporte de las tecnologías eléctricas e híbrida al conjunto del mercado automotor no es ya para nada superfluo. Hoy representan casi una cuarta parte (24%) de las matrículas totales de vehículos en Colombia y su peso también comienza a mover el tablero de las posiciones de las marcas de mayores ventas.

Por categorías, los vehículos eléctricos continúan mostrando un excelente desempeño, siendo la tecnología de mayor crecimiento en el mercado en lo corrido del 2024. En junio, los BEV (Baterry Electric Vehicle) sumaron 654 unidades, superando en 158,5% las cifras de junio del año pasado. En el primer semestre, totalizaron 2.405 unidades, un 46,7% más que en los primeros seis meses del 2023.

Las matrículas de vehículos híbridos también han dinamizado el mercado, sumando 2.766 unidades en junio y un total de 16.324 unidades en el primer semestre, lo que representa un incremento del 41% frente a las cifras del mismo periodo del 2023.

Y es precisamente el comportamiento de esta categoría de vehículos la que ha generado movimientos en las marcas de mayores ventas. En junio, y por primera vez en su historia en Colombia, Kia se posicionó como la número uno en ventas y matrículas.

La firma coreana ha desarrollado una fuerte estrategia de renovación y ampliación de su portafolio con la actualización de varias de sus referencias y la introducción de nuevos modelos. Y una parte de esta estrategia se apoya precisamente tanto en vehículos eléctricos como vehículos híbridos.

De igual forma el segundo lugar de Toyota, que en los últimos meses ostentaba la posición de liderazgo, también está soportado en su apuesta muy fuerte por la tecnología de vehículos híbridos que se ha convertido en el pilar de su crecimiento, aunque también la introducción de nuevas generaciones para modelos icónicos como el Land Cruiser.

En el escalafón de las 5 marcas de mayores ventas el tercer lugar correspondió a Renault, seguida por Mazda y el en quinto lugar, una posición extraña para la marca, figura Chevrolet. La presencia de Chevrolet en esta posición es un reflejo de su decisión de abandonar la actividad de ensamble en la que estaba ya trabajando en porcentaje muy bajo y su decisión de enfocarse en la comercialización de modelos que llegarán importados de varios orígenes, una decisión que en el mediano plazo le debe generar nuevamente escalar posiciones y ubicarse, como ha sido su tradición, entre los primeros dos o tres puestos de ventas en el país, claro está, también debe avanzar en una apuesta por traer sus modelos eléctricos y posicionarse en esta categoría de la que ha estado un poco alejada.

¿Qué puede esperarse para el resto del año?

Si bien el acumulado de ventas y matriculas de carros nuevos en Colombia durante el primer semestre, aún muestra un indicador de decrecimiento, del 6.1%, esta cifra se ha venido reduciendo a lo largo del año, lo que podría ser síntoma de un inicio de por lo menos una estabilidad en el comportamiento comercial del sector y en el mediano plazo un proceso de recuperación paulatina. Cabe recordar que en marzo de este año el acumulado presentaba una cifra en rojo superior al 13 por ciento y ya en los siguientes tres meses este indicador se ha reducido a la mitad.

Los análisis económicos y de estacionalidad de Andemos señalan que al final del año se podrían sumar en total 185.800 unidades nuevas, que implicarían una disminución sobre las 186.200 logradas por el sector en 2023. Un factor positivo que podría impulsar un mejor segundo semestre para la venta de vehículos es la reciente decisión del Banco de la República de reducir la tasa de intervención en 50 puntos básicos y llevarla ya a un 11.50%. Este movimiento del Emisor se podrá reflejar en un par de meses en una reducción en las tasas de interés que las entidades financieras cobran a sus clientes, lo que puede redundar en una reactivación de la actividad crediticia que potencia la compra de carro nuevo, como que más de un 50 por ciento de las transacciones de adquisición de un vehículo tienen un componente de crédito.

Espacio hay para crecer en las ventas si se tiene en cuenta el indicador de motorización colombiano que da cuenta del número de carros vendidos por cada mil habitantes y que de acuerdo con registros de la Asociación Latinoamericana de Distribuidores de Automotores, Aladda, es de tan solo 3.6, que comparado con países de economías similares nos deja muy atrás cuando Ecuador es de 7.3, o Perú 5.3 carros por cada mil habitantes. Colombia solo supera a Venezuela entre los 11 países analizados.

El precio del carro, una decisión con muchas variables.

Fijar, determinar el precio de venta de un carro nuevo es una tarea de filigrana por parte de las marcas que quieren, por supuesto, vender la mayor cantidad de unidades posibles de sus diferentes modelos, con un precio adecuado que, primero no los saque del mercado o segmento al que están dirigidos, y que les  permita obtener la rentabilidad adecuada para sustentar la operación, tanto de producción y ensamble, como la comercial que adelantan a través de sus asociados comerciales, los concesionarios.

Son muchos los factores que los equipos encargados de establecer el precio de venta de un carro tienen que evaluar, analizar y probar mediante diferentes modelos económicos que les permitan visualizar de la manera más precisa posible cuál es el valor indicado que cumpla con los requerimientos para hacer viable la comercialización del vehículo en el mercado.

De acuerdo con lo señalado a Autotest por especialistas que han tenido la responsabilidad comercial de varias marcas en Colombia, la primera variable que las marcas tienen en cuenta para fijar ese precio de venta es, claro, el costo de producción del automóvil. Este costo puede variar y por lo tanto su influencia en la definición de precio dependiendo si se trata de un vehículo que llega importado y listo para su comercialización, o si es un carro que tiene un proceso de ensamble en el país e incorpora también un porcentaje de elementos y mano de obra local.

También en esos costos de producción se tiene en cuenta si el vehículo en su fabricación se desarrolla con un alto grado de tecnología y robotización, que si bien es una tecnología costosa, la capacidad para fabricar una gran cantidad de vehículos permite a la firma automotriz diluir en ese gran número de unidades dicho costo. A diferencia de vehículos- en las gamas premium y gran lujo- que tienen procesos de fabricación aún con alto componente artesanal, producen pocas unidades y su valor, por el mismo proceso es mucho más alto.

Otra variable que tiene un peso importante a la hora de definir el precio final de un carro al público está relacionada con la carga impositiva. Y aquí, por ejemplo juegan un papel importante los aranceles de importación, en el caso de los vehículos no ensamblados en el país. Desde los años 90 del siglo XX, Colombia desarrolló una fuerte política de liberalización de su comercio exterior a través de tratados de libre comercio que, en la práctica, lo que hace es flexibilizar el pago de aranceles de importación y reducirlos gradualmente. Hoy el país tiene acuerdos comerciales de este tipo con varios países y regiones, muchas de las cuales son importantes productoras de vehículos, bajo este contexto muchas marcas automotrices importan sus modelos a Colombia desde países con los que se tienen suscritos estos acuerdos y entran pagando un arancel muy bajo o incluso ningún tipo de arancel cuando la desgravación paulatina ya se ha completado de manera total. Bajo esta figura se encuentran ya orígenes como Estados Unidos, México, Canada, los países del Mercorsur y vehículos que puedan llegar de la región anteriormente conocida como el Pacto Andino.

Corea del Sur, otro importante origen de los carros que ruedan en Colombia está hoy en el 14% y camina hacia la desgravación total en unos pocos años.

Esto permite que el precio pueda ser menor que en condiciones de tributación a la entrada de mercancías normal.

A este costo, que puede ser menor, también se le suma el costo del transporte (flete) y que por lo general es marítimo por la eficiencia y capacidad para transportar el volumen de este tipo de producto.

¿El origen puede ser un factor para considerar en el precio? La respuesta de los expertos consultados por Autotest es sí. Por factores objetivos como el hecho de que la mano de obra o incentivos de carácter fiscal que pueda otorgar un gobierno determinado a su industria hacen que sea más competitiva y pueda fabricar bienes y servicios a un menor costo. Pero también por factores un poco más subjetivos como la percepción de calidad que se pueda tener por parte de los consumidores con relación a los productos llegados de un país u otro, aunque este es un factor que cada vez pesa menos dada la globalización y estandarización de los procesos de producción.

Pero también están los impuestos internos deben tenerse en cuenta en los análisis para definir el precio final de venta. Y aquí cabe recordar lo afirmado hace algunas semanas por el presidente de Asopartes, Carlos Andrés Pineda Osorio, quien en entrevista con Autotest, explicaba que en la factura que el cliente recibe por la compra de su auto, entre un 60% a 70% del valor representa lo que se debe pagar por temas de impuestos y gravámenes.

Cabe recordar que también dentro de los costos, se tiene en cuenta el costo ya no de producción, sino los relacionados a la comercialización. Las automotrices venden sus vehículos a través de una red de concesionarios, que en su gran mayoría son empresas independientes y tienen un contrato de concesión de la marca para ofrecer sus vehículos. El fabricante les vende a estos concesionarios sus carros que los compra, para poderlos ofrecer en sus vitrinas. De ahí que también el concesionario debe incluir sus costos de operación y los costos de promoción de los vehículos, más la rentabilidad esperada en el precio final del vehículo que vende a cada cliente.

Hoy la rentabilidad de una operación comercial para la colocación de vehículos nuevos en el mercado, de acuerdo con los expertos consultados por Autotest, puede estar entre el 10 y 12%. Una rentabilidad apenas justa, señalan. Realmente la apuesta comercial y de sostenimiento de los negocios en los concesionarios, explican, está en las áreas de posventa y accesorios que sí pueden aumentar hasta el 30% o 40% y son las que realmente le dan viabilidad a cualquier establecimiento dedicado a la venta de vehículos nuevos.

Y claro, el mismo carro puede tener precios diferentes de acuerdo con su versión, que esta dada generalmente por el nivel de equipamiento que tenga, desde las versiones llamadas comúnmente de entrada, hasta las de mayor equipamiento en cada segmento o categoría determinado por la marca.

Los precios de los carros no surgen, entonces, de una decisión a la ligera o de un capricho de cada fabricante o comercializador que piensa sus carros deben tener un valor determinado porque sí. Se trata de un ejercicio de evaluación de diversas variables económicas, financieras, tributarias y comerciales que en última instancia buscan generar el sostenimiento de una operación industrial y comercial de la que dependen muchas personas y familias.

La exportación, un camino para la industria automotriz en Colombia: Sofasa, un ejemplo.

El mundo es ancho y el mercado automotor no se agota en las ventas internas en Colombia. Así lo piensa Renault y por eso su apuesta industrial en el país apunta a convertir a la planta de Sofasa en un hub para la exportación de los vehículos de la marca a diferentes mercados de la región América.

Así, de manera clara lo señala el presidente y director general de Renault en Colombia, Ariel Montenegro durante una charla con un grupo de periodistas especializados en la sede de la ensambladora en el municipio de Envigado,  y en la que Autotest estuvo presente.

Los mercados externos juegan un rol clave en la estrategia industrial y comercial de la automotriz francesa que ya exporta poco más del 49 por ciento de su producción a diferentes mercados. México, Ecuador y Argentina son hoy día los principales destinos de los carros que salen de la línea de ensamble de Sofasa. Pero también sus carros ruedan en Perú, Bolivia, Chile y algunos otros países en Centroamérica. Incluso en- sorpresa- Cuba,  circulan algunos de los vehículos ensamblados por Renault en Colombia.

En total, durante el año 2023 las exportaciones de la automotriz desde Colombia ascendieron a 13 mil unidades, con destino a 11 países.

México, un mercado de peso

Como ya se mencionó unos párrafos antes, México es uno de los principales mercados que Renault Colombia tiene en su portafolio internacional. Allí se espera exportar poco más de 4.300 unidades durante el presente año.

¿Pero, cuál es el atractivo del país azteca? Explica Ariel Montenegro que si bien México tiene una industria automotriz con un alto nivel de desarrollo y son varias las marcas que tienen allí plantas de fabricación y ensamble, estos proyectos productivos tienen un mercado internacional en la mira cuando se instalan en el territorio: Estados Unidos.

Es por esto que aún con esa gran industria productora de vehículos, cerca del 49 por ciento de los carros que viajan diariamente por las calles y carreteras mexicanas son vehículos que llegan al país importados de otras regiones del mundo. Y Renault, con Sofasa quiere ser actor importante en ese segmento.

“El segundo mercado de la región es México, y queremos que México mire a Colombia como su proveedor principal”.

Igualmente hay confianza con el proceso de flexibilización a las importaciones que se está presentando en Argentina y que abren importantes posibilidades para fortalecer el proceso exportador de Renault Colombia.

Hasta Venezuela comenzó a recibir nuevamente los vehículos de Renault-Sofasa, una operación que aún es muy pequeña dadas las complejidades del mercado en el vecino país, pero que afirman la importancia de pensar en el ensamble con una visión de exportación y largo plazo.

La consolidación de la estrategia de internacionalización de los modelos ensamblados por Sofasa también debe estar apoyada en una política de fomento a la industrialización en toda la cadena automotriz y medidas de apoyo que hagan viable las ventas externas.

En este sentido añadió Ariel Montenegro se ha avanzado con medidas como la aprobación del CERT (Certificado de Reembolso Tributario) del 3% del valor FOB de las exportaciones realizadas. Y se espera que en diálogos y mesas de discusión con el Ministerio de Comercio, Industria y Turismo se pueda avanzar en la implementación de otros mecanismos que fortalezcan y viabilicen un entorno exportador favorable.

Un nuevo modelo para ensamblar y exportar

Además, Sofasa se prepara para dar un nuevo paso en su plan de potencialización industrial de cara a los mercados regionales. Con una inversión de 100 millones de dólares iniciará en próximas semanas el ensamble y comercialización del modelo Renault Kwid en su versión de motor a combustión. Este modelo desde Envigado llegará a 14 países de América.

El plan de inversión para la industrialización del Renault Kwid desde Colombia ya le ha permitido a Sofasa aumentar el nivel de automatización de la planta a cerca del 20 por ciento de los diferentes procesos involucrados en el ensamble de cada vehículo, incorporar tecnología y fortalecer la cadena de proveedores que integran piezas y partes del nuevo carro que en breve comenzará a salir de su línea de montaje.

Renting, una opción para dinamizar el mercado automotor.

En el mes de mayo el sector automotor mostró una contracción en las ventas y matrículas de vehículos nuevos y, nuevamente surgen las inquietudes entorno a cómo reactivar una actividad que aporta un número importante de empleos y genera importantes recursos a través de impuestos.

Las marcas, desde hace ya un par de meses están activando varias estrategias comerciales, especialmente con la entrega de bonos y descuentos para la compra de sus vehículos. Pero también apuntan a desarrollar con mayor énfasis mecanismos más novedosos para incentivar la compra de un carro nuevo.

Apuntan de manera especial a aquellas personas que buscan usufructuar un vehículo, disfrutar sus ventajas, comodidad y mejora en la calidad de vida; pero no están interesados en ser propietarios de este. Para ellos las marcas y sus aliados apuntan a desarrollar de manera más intensa un mecanismo como el renting.

El renting es, de manera simple un contrato de arrendamiento de largo plazo, que un potencial usuario de un vehículo firma con una compañía especializada dueña del automotor, y que le permite disfrutar por un período de tiempo o un número de kilómetros determinado de dicho bien, y pagar una cuota mensual de arrendamiento por este.

En Colombia, de acuerdo con los datos que entregan las firmas que se especializan en esta modalidad de adquisición de vehículos se calcula que ruedan poco más de 50.000 vehículos amparados por un contrato de renting. Cabe anotar que esta modalidad no es nueva y muchos de estos vehículos son usados por compañías en sus flotas de trabajo o como vehículos corporativos. Pero lo que sí es más reciente es la aplicación del renting para el uso de vehículos personales.

Bajo esta modalidad la compañía propietaria del vehículo se compromete a hacerse cargo de los gastos generados por el vehículo tales como seguros, mantenimientos preventivos y correctivos (bajo ciertos límites establecidos en el contrato), impuestos, cambio de partes y piezas de desgaste normal, incluso en muchos casos hasta las lavadas sencillas que el carro requiera durante cada mes. Gastos como el combustible o pago de peajes cuando se trate de trayectos en los que deben cancelarse, parqueaderos, entre otros sí corren por cuenta de quien hace uso del vehículo.

Como el vehículo no es propiedad de quien lo disfruta y lo usa en su movilidad cotidiana, este no hace parte de su patrimonio y por lo tanto no es objeto de declaración de renta. También desde un punto de vista financiero es posible que quien elige la modalidad del renting pueda destinar los recursos que se involucrarían en la compra del carro, o parte de ellos, para financiar otro tipo de activos o inversiones. Además no tiene que asumir el proceso de depreciación del bien.

Tampoco es necesario pago de una cuota inicial, o una cuota final para quedarse con el bien, ya que la finalidad no es la propiedad. Además, entre las ventajas de la modalidad de renting se encuentra la posibilidad de poder renovar de manera más frecuente el modelo, incluso con la misma cuota o un aumento leve, pero siempre inferior a lo que implicaría comprar un vehículo nuevo cada tres o cuatro años.