Baterías para carros eléctricos, una evolución en busca de la eficiencia.

En días pasados hablábamos en esta columna sobre el factor de la eficiencia y el consumo como uno de los elementos claves para definir la compra de un carro eléctrico. Y en ese mismo artículo se señalaba como la configuración de la batería es uno de los elementos clave a tener en cuenta cuando se analiza esa eficiencia.

Desde que los carros eléctricos comenzaron a verse como una opción cierta y real para el desarrollo futuro de la industria automotriz, los fabricantes trabajan en el desarrollo de elementos cada vez más eficientes, más durables y también más económicos en su fabricación teniendo en cuenta que son el elemento que más pesa en el costo de fabricación de los autos eléctricos, con cerca de un 30 por ciento del valor.

El trabajo de los departamentos de investigación y desarrollo y de los ingenieros de los fabricantes automotrices y de las firmas fabricantes de baterías ha sido arduo y paso a paso han encontrado alternativas cada vez más acordes con las necesidades de los consumidores de autos que quieren baterías seguras y que les ofrezcan también un rango de autonomía más allá del tránsito urbano.

Es así como en la evolución de estos elementos se pueden identificar varios estadios de evolución en aras de llegar a la batería que cumpla con la idea de bajo costo y gran rendimiento

En las primeras etapas del desarrollo de los carros eléctricos como alternativa de movilidad, éstos contaban con baterías de Niquel-Metal-Hidruro (NiMH). Se trata de unas baterías relativamente económicas en su fabricación y que contaban con un muy buen nivel de vida útil. Sin embargo tenían problemas por su no muy alta densidad de energía y también por su peso. Ambos factores castigaban de manera importante la eficiencia en la operación de los carros que estaban dotados con estos elementos.

Antes de continuar es importante señalar que el concepto de densidad de energía se refiere, de manera básica, a la capacidad que pueden tener las baterías para almacenar una gran cantidad de energía en muy poco espacio. Esto es importante porque es una variable fundamental en la búsqueda de la eficiencia.

En una segunda fase en el desarrollo de las baterías, los fabricantes comienzan a trabajar con acumuladores a partir de Ion-Litio/Polímero de Litio. Estas están presentes un alto porcentaje de los vehículos eléctricos que hoy ruedan en el mundo. Su recurrente utilización por parte de las automotrices está relacionada con una alta densidad energética, lo que contribuye a un menor espacio y también menor peso que lastre el vehículo y afecte de manera negativa sus cifras de rendimiento y autonomía.

Pero también tienen dos factores negativos. El primero de ellos es su facilidad de degradación por los ciclos de cargue y descargue de la misma y que la llevan, con el tiempo, a tener una menor capacidad de almacenamiento. Y el segundo factor es su alto costo de producción, y teniendo en cuenta lo señalado unos párrafos atrás sobre el peso del costo de la batería en el valor total del auto, puede influir de manera importante en un alto precio de compra para el consumidor final.

Además este tipo de baterías también se pueden ver afectadas por la operación en situaciones de climas extremos tanto en el frío, como en las temperaturas altas.

Un tercer tipo de batería utilizada en los carros eléctricos es la estructurada a partir de Níquel-Cadmio-Manganeso (NCM) o Níquel-Cadmio-Óxido de Aluminio (NCA). Este tipo de baterías tiene ventajas relacionadas con su alta densidad energética. De hecho en muchos carros que ofrecen altos niveles de autonomía esta es la batería que se encuentra presente. Así mismo son baterías que pueden soportar altas potencias de carga, lo que facilita un proceso de carga más rápido.

Pero pese a estas ventajas no son las baterías más populares porque para su fabricación es necesario utilizar materiales de difícil consecución especialmente por su costoso proceso de su extracción y procesamiento y esto impacta directamente el precio de los carros. Son los denominados metales de tierras raras como el praseodomio, el lantano, neodimio, disprosio, terbio o lutecio, por ejemplo.

Los trabajos en busca de la “batería perfecta” también han llevado a ingenieros a desarrollar baterías a partir de Litio-Ferrofosfato. Estas baterías si bien no implican los altos costos de producción al no utilizar elementos que implican una alta complejidad para su obtención y transformación, tienen la desventaja de no contar con un nivel alto de densidad energética, lo que se traduce en la utilización de mucho espacio y agregar peso a la construcción del vehículo

Lo que depara el futuro

La evolución de las baterías no para, y la industria automotriz sigue apuntando a un futuro de mediano y largo plazo en el que estos elementos brinden las condiciones de una movilidad cada vez más limpia.

Los esfuerzos de los fabricantes se orientan a dos tipos de soluciones:

Baterías de estado sólido. En ellas en lugar de contar con un electrolito líquido que facilita la reacción química que genera la energía que se almacena y luego se utiliza para mover el vehículo, el electrólito es un material sólido. Este cambio le confiere unas cualidades especiales a la batería. Le da una mayor densidad de carga, incluso almacenando hasta tres veces mayor energía que la batería ion litio con electrolito líquido. De igual manera agiliza los tiempos de recarga. También ofrece una mayor fiabilidad y su trabajo no se afecta de manera sustancial por las condiciones extremas en las que pudiera utilizarse el vehículo que las monta. Así mismo ofrece mayor seguridad al evitar sobrecalentamientos o no hacer explosión en caso de un impacto. Estas baterías también podrían tener menor impacto ambiental desde su producción misma.

Hoy, aún su utilización de forma masiva sigue en proceso de estudio y desarrollo, pero ya son varias las automotrices comprometidas en avanzar en el mediano plazo en su implementación y para ello destinan recursos para su perfeccionamiento. Entre ellas se encuentran Toyota, el Grupo Stellantis, Volkswagen, Renault-Nissan; muchas de ellas trabajando en asocio con firmas expertas en el desarrollo de este tipo de elementos.

Y el segundo frente que el sector automotor explora de cara a ofrecer baterías cada vez mejores es el de las baterías estructurales. Este tipo de baterías tienen la característica de estar integradas a la carrocería del vehículo y no serían una pieza o un elemento adicional que se ubica en la plataforma de desarrollo del carro. Firmas como Tesla o BYD trabajan en su perfeccionamiento. Este tipo de batería lograría un mayor ahorro de espacio y reducción de peso al estar unida a los bastidores adelante y atrás.

Desde Tesla se ha señalado que el perfeccionamiento de este sistema de baterías podría en el futuro contribuir a una reducción de costos de producción de los vehículos eléctricos en casi un 50 por ciento, y también daría una mayor vida útil a los dispositivos y una capacidad de carga aún mayor.

Un futuro que la industria automotriz espera llegue más temprano que tarde.

Algunas claves sobre el rendimiento y autonomía de un carro eléctrico.

Al igual que en los vehículos térmicos, uno de los factores más importantes al momento de decidir la compra de un carro eléctrico esta relacionado con su eficiencia, su rendimiento, que se traduce finalmente en la distancia para rodar que pueda alcanzar el auto por cada carga completa de la forma mas economica.

Y es que la autonomía, hoy cuando aún el tema de la infraestructura de carga en países como Colombia apenas inicia su desarrollo,  es vital para poder determinar si ese el tipo de vehículo que un usuario precisa para su solución de movilidad y transporte cotidiano.

Esa eficiencia en los vehículos eléctricos puede determinarse como la relación entre la energía que obtiene, y la que finalmente consume y qué distancia le permite recorrer. A menor cantidad de energía consumida por cada kilómetro recorrido, se puede hablar de un carro más eficiente.

Un aspecto que favorece la eficiencia de los carros eléctricos es su bajo nivel de pérdida de energía en funciones diferentes a las de impulsar el vehículo. Mientras los carros térmicos solo aprovechan en los mejores casos el 30 por ciento de la energía generada por la combustión en el desplazamiento real del auto, en los eléctricos este aprovechamiento puede estar del orden del 75 por ciento.

Para conocer de manera aproximada la autonomía que puede brindar un vehículo eléctrico a su potencial propietario es importante poder contar con el dato de la capacidad que tiene la batería del modelo. Una cifra de capacidad más alta, medida en kWh, también significa un mayor rango de autonomía en kilómetros por cada carga completa que tenga el vehículo.

En el tema de la autonomía, los fabricantes suelen señalar en sus fichas técnicas un indicador de autonomía que denominan autonomía homologada, que es aquella que se obtiene en pruebas que simulan las condiciones de manejo tradicionales, y que en el caso de fabricantes europeos, por ejemplo, o fabricantes de otros orígenes que someten sus vehículos a estas pruebas, es la autonomía en Ciclo WLTP (Worldwide Harmonized Light Vehicles Test Procedure).

Por ejemplo, si el fabricante de un carro eléctrico hipotéticamente indica en su ficha técnica  una  capacidad de batería de 100 kWh, y  que su consumo promedio está en 20 kWh por cada 100 kilómetros, lo que se hace es dividir la capacidad total de la batería (100 kWh) por el consumo medio señalado por el fabricante (20 kWh) y este resultado se multiplica nuevamente por la capacidad total de la batería (100 kWh. Así la operación daría un resultado de autonomía de 500 kilómetros por cada carga que en teoría podría rodar el carro eléctrico.

Esto, repetimos, es un dato homologado y teórico a partir de pruebas controladas que, aunque simulan en lo posible la conducción real, pueden variar a la hora de enfrentar el camino por parte de cada conductor.

Los expertos señalan que en promedio un vehículo eléctrico puede consumir entre 15 y 22 kWh por cada 100 kilómetros de recorrido. Un vehículo de gama media puede tener una batería con una capacidad alrededor de los 70kWh, y su consumo ronda los 20 kWh por cada 100 kilómetros recorridos.

Cabe resaltar que para lograr la mayor eficiencia posible al manejar un carro eléctrico se deben tener en cuenta varios factores que inciden en ese desempeño, entre ellos,

El tamaño del auto: a mayor peso, el carro necesitará una mayor potencia, y por tanto un mayor consumo de energía.

El estilo de conducción: un manejo calmado con un uso racional y tranquilo del acelerador, sin arrancones bruscos, y tampoco con frenadas bruscas constantes, permiten que la energía utilizada tenga una mejor dosificación y el rendimiento se optimice.

Las especificaciones mismas del motor eléctrico: como ya se vio, los datos de capacidad y consumo de energía dan un dato aproximado y pueden orientar a los conductores sobre su mejor forma de manejo.

Las condiciones meteorológicas: no solo porque hacen que se activen por parte de los ocupantes del auto funciones como calefacción o aire acondicionado; también porque las temperaturas extremas pueden incidir en la operación del motor eléctrico.

El terreno por el que se esté desplazando: un terreno quebrado va a exigir mas potencia, aunque también puede contribuir al uso del sistema de regeneración de energía al frenar.

La capacidad de regeneracion: Todos los fabricantes hablan de regeneracion pero muy poco se dice del tamaño o capacidad de esta. A mayor capacidad mayor posibilidad de recuperar energia frenando o descendiendo y por tanto mayor rendimiento de la carga almacenada.

Y por ultimo y tambien muy importante, la eficiencia del cargador electrico que aunque ya no depende del vehiculo en cuestion, si hace que tengamos unas perdidas al cargar el auto, haciendo que la enenrgia consumida en cargar el auto sea mayor o menor para un mismo tamaño de bateria y por estar despues del contador de energia que factura el consumo, siempre estara a cargo del propietario del vehiculo.

 Una clave para optimizar la eficiencia de las baterías en el carro eléctrico es no dejar que se descargue totalmente antes de volver a recargarlo. Cuando se encuentre aproximadamente en 20-25 por ciento de su carga se debe conectar para recargar la batería. Ese pequeño remanente hace que la bateria tenga una mayor vida util.

De acuerdo con los cálculos de los fabricantes, los vehículos eléctricos en un año pueden perder alrededor de un 2,3% de su autonomía. Esto quiere decir que tras 10 años de vida útil, la autonomía de un coche eléctrico como el del ejemplo puesto unas líneas más atrás, se habrá reducido en poco más de 115 kilómetros y se situará sobre los 395 kilómetros de autonomía, un 23% menos. Sin embargo, la calidad de la bateria instalada, no siempre la misma en todos los carros, hace que este valor pueda ser mucho mayor o menor en algunso casos, y por ende, dado el alto costo de una bateria de este tipo, podria tener un componente importante dentro del calculo del valor del kilometro recorrido por un auto electrico.

En conclusion, debemos tener en cuenta muchos factores al decidirnos por la compra de un auto electrico. No es solo la autonomia que el fabricante promete, sino tambien cuanto nos cuesta hacerla. Tambien, al estar tomando energia de la red electrica para la recarga, el valor del kwhr es diferente de acuerdo al sitio donde hagamos la carga y podria ser mayor si la eficiencia del cargador es baja.

Podria esperarse tambien, que las tarifas de la energia electrica utilizada para cargar autos, pueda en algun momento ser tratada como lo hacen hoy en dia los gobiernos con la gasolina, lo que podria tender a hacer desaparecer los benificios en terminos de costo contra este tipo de combustibles, haciendo menos atractivas este tipo de tecnologias.

Isuzu está oficialmente en Colombia y abrió su vitrina en Medellín.

La marca Isuzu, de alto reconocimiento en el mundo de los vehículos de trabajo tipo pick up continúa fortaleciendo su presencia en Colombia, en donde comenzó desde el 2023 su presencia de manera directa.

En el pasado Salón del Automóvil de Bogotá hizo su presentación oficial, y allí anunció parte de su plan de expansión para el mercado automotor colombiano con apertura de vitrinas y taller en diferentes ciudades. Por supuesto una de las ciudades que hace parte de ese plan es  Medellín, y en la capital antioqueña abrió en días recientes su primer punto de exhibición y venta de sus vehículos.

La marca japonesa llega a Colombia con una meta clara, que la expresa Camilo Cortés, gerente general del Grupo Movelit, importador para Colombia de Isuzu: “Nuestro crecimiento y expansión serán acelerados para cubrir las principales ciudades del país. Esto traza una meta importante: lograr el 8% de la participación del mercado del segmento de pickups diésel, con una proyección de ventas de 400 unidades en 2024 y 700 unidades de 2025”

La operación de Isuzu en Colombia viene respaldada por su casa matríz en Japón y su portafolio está compuesto por los modelos pick up que fabrica y ensambla la marca en su planta de Tailandia para el mercado global. Este portafolio que incluye las siete versiones de la ISUZU Pickup Truck, conocidas por su diseño robusto y elegante.

Este será el inicio para la marca en el país, pero, a futuro, esperan incluir otro tipo de vehículos, como son las SUV y las pickups de cabina sencilla y versiones chasis para uso de ambulancias, estacas y furgones.

Las características de sus modelos

Isuzu cuenta con vehículos con tracción 4×2 y 4×4, y transmisión mecánica y automática de seis velocidades. En cuanto a la motorización, están equipadas con un motor diésel de 3.0L, ofreciendo una potencia máxima de 188 hp y un torque de 450 Nm. Además, cuentan con un radio de giro de tan solo 6,25 metros que hace mucho más fácil maniobrar y tiene cámaras de combustión optimizada y un sofisticado sistema de regeneración de los gases de escape, que minimizan las emisiones, haciendo más eficiente el uso del combustible. Otro punto a resaltar es que las pickups ISUZU cumplen con la norma Euro 6, sin urea – AdBlue, que es una sustancia que influye en el sistema de escape que hace recircular los gases en un filtro que capta las partículas nocivas.

El diseño exterior evidencia robustez con líneas que acentúan un aspecto musculoso, deportivo y resistente, con un chasis de mayor rigidez torsional y longitudinal, que garantiza una mayor durabilidad. Cuenta con luz de frenado LED en la parte trasera, luces combinadas traseras y parachoques traseros. Para la versión tope de gama, las luces delanteras son Bi-LED y faros antiniebla, para una visibilidad más amplia, tanto en luces bajas, como en altas. En cuanto a los rines, varían entre 17 pulgadas y 18 pulgadas, según la versión.

En temas de seguridad, la versión más equipada del portafolio tendrá siete airbags y sistemas avanzados de asistencia al conductor, como frenado autónomo de emergencia, alerta de colisión frontal, asistencia de cambio de carril, control crucero adaptativo, limitador de velocidad, asistente de parqueo, frenado automático en multicolisión, mitigador del uso indebido del pedal del acelerador y luces altas automáticas ajustables según los actores.

Además, el portafolio tiene un amplio enfoque en el uso del vehículo para condiciones de terreno severas, tales como vías en mal estado e inundaciones. También cuenta con estructuras más sólidas y rígidas que previenen la oxidación de piezas, tienen gran estabilidad de la dirección mediante el uso de un soporte de tipo cizallado para la cabina y mejoras en la suspensión para asumir los terrenos de la tipografía colombiana.

Las pickup ISUZU cuentan con mayor espacio y confort, asientos ergonómicos en cuero con ajuste de profundidad y altura, así como amortiguación y soporte lateral. Para las versiones más equipadas, tienen ajuste eléctrico de los asientos delanteros con 8 posiciones. En todas las puertas cuentan con almacenamiento para bebidas de 1,5 litros. Un punto destacable es el nivel de insonorización de la cabina y el silencioso funcionamiento de su motor diésel, que brindan un mayor confort, junto con la facilidad de control de clima de doble zona, para que el piloto y copiloto puedan establecer temperaturas individuales, según la preferencia.

El volante tiene un diseño deportivo y compacto, con ajuste de altura y profundidad para una posición de manejo adecuada. En cuanto a la tecnología interior, tiene una pantalla de 4.2″ con multifunciones en el tablero central de instrumentos. La pantalla de info-entretenimiento está entre las 7” y las 9” según la versión, y cuentan con conexión Bluetooth, AppleCar Play y Android Auto, así como reconocimiento de voz y hasta ocho altavoces.

Además, tiene múltiples puertos USB en los asientos delanteros y traseros. También incluyen Walk Away Lock, que asegura automáticamente las puertas cuando el conductor se aleja a más de tres metros, y luces “Follow Me Home”, que iluminan el área alrededor del ISUZU Pickup Truck cuando se sale después del anochecer. Igualmente las versiones de mayor equipamiento cuentan con encendido remoto del vehículo, para que la temperatura de la cabina se encuentre en un nivel de temperatura agradable cuando ingresan los usuarios.

Un vehículo para cada necesidad

Como lo explican desde la marca, las pick up Isuzu tienen una clara orientación al trabajo, a apoyar a los empresarios, y también a permitir y facilitar las experiencias de aventura y viajes por los terrenos más complejos.

“Nosotros tenemos tres tipos de usuarios: el primero es el cliente individual, o la persona natural, que usa su pickup para trabajo, como empresarios independientes y emprendedores, donde su vehículo atiende necesidades comerciales, y, al mismo tiempo, funciona como vehículo familiar. El segundo tipo de clientes son los que tienen un estilo de vida de aventura, que llevan en la pickup las motos, las bicicletas o los implementos de camping y pesca. Y, por último, tenemos a los clientes corporativos, como las empresas mineras, petroleras, de servicios públicos, entidades de gobierno y fuerzas militares. Cada uno de estos grupos tiene necesidades diferentes y con nuestro portafolio podemos atender las especificidades de todos, aprovechando las diferentes versiones de nuestros modelos y la amplia línea de accesorios que potencian su funcionalidad”.

La apertura de la primera vitrina de Isuzu en Medellín está acompañada también del servicio posventa con mano de obra es altamente calificada, los repuestos originales y, al tener un importador directo, se garantiza una atención óptima para las necesidades que clientes naturales y empresariales tengan.

Para las revisiones de las pickups ISUZU se recomienda un mantenimiento cada 5.000 kilómetros o seis meses, considerando que son vehículos para uso de alta frecuencia y carga. Además, la marca recomienda asegurar las visitas únicamente a los talleres autorizados y garantizar que la calidad del combustible diésel sea verificado, para un óptimo funcionamiento del motor.

¿China, la nueva potencia automotriz?

China se está haciendo sentir en la industria automotriz mundial y Colombia no es ajena a la estrategia de expansión de su industria.

El país que es prácticamente un continente solo por la magnitud de su población se ha convertido en un jugador de peso pesado en la era de la globalización .

Su industria automotriz no solo trabaja de manera acelerada y a todo ritmo, con alta capacidad de producción para abastecer su gigante mercado interno al vender más de 21 millones de unidades de vehículos de pasajeros en 2023, y más de 30 millones de unidades si se tienen en cuenta los vehículos comerciales.

También ha fortalecido su industria para llevar de manera significativa sus modelos y marcas a los mercados de exportación. De hecho China se convirtió en 2023 en el mayor exportador de vehículos en el mundo. Sus datos señalaban que al final del período las ventas de carros chinos en los diferentes mercados globales sumarían poco más de 5.2 millones de unidades, y un valor superior a los 100.000 millones de dólares. China superó así a Japón, el tradicional mayor exportador de carros mundial.

Son varios los factores que pueden explicar el crecimiento de la penetración de las marcas chinas en el mundo.

Un avance en sus diseños. Poco más de diez años atrás el diseño de los modelos producidos en China era básico y poco atractivo, cuando no era una simple e impune copia del diseño de un modelo popular de una marca “occidental” que simplemente se “fusilaba” por parte de la automotriz de turno, con alguna ligera variación.

Hoy sus diseños han evolucionado, y si bien no se alejan de las tendencias que se pueden observar en el resto del mercado automotor mundial, ya parten de propuestas propias, y algunas, sí, más arriesgadas en sus líneas.

También los carros chinos registran una evolución en aspectos de calidad de ensamble, materiales y terminados. No es necesario hacer mucho esfuerzo para recordar la percepción que muchos botones, actuadores y switches de los primeros modelos que circularon en Colombia dejaban en potenciales compradores por su fragilidad o incluso sufrían daños con sus primeros usos. También lo burdo de los materiales y lo poco cuidada la terminación de los ensambles. En la actualidad, si bien subsisten algunos problemas y factores de ensamble que aún pueden desarrollarse mejor son mucho más cuidados los desarrollos para entregar un conjunto más acorde con la evolución y las exigencias de los mercados internacionales.

Además, en materia de seguridad, china y sus empresas automotrices han avanzado en la adopción de elementos, sistemas y ensambles orientados a garantizar la seguridad de pasajeros y peatones con base en la normatividad internacional y las exigencias de sus mercados de exportación.

Y por supuesto costos de producción más acotados, con una mano de obra más barata que en otras regiones productoras de vehículos, y también, hay que decirlo, gracias al apoyo del gobierno chino que ha definido a su industria automotriz como un eje estratégico de su fortalecimiento como potencia económica. Por ejemplo, de acuerdo con las cifras del centro de pensamiento Centro de Estudios Estratégicos e Internacionales con sede en Estados Unidos,  el gobierno chino ha destinado recursos por más de 200 mil millones de dólares entre 2009 y 2023, para la potencialización de su industria automotriz, y con especial énfasis en los desarrollos en torno a la movilidad eléctrica.

El desafío que China plantea para la industria automotriz mundial es de marca mayor y por eso tanto Europa y Estados Unidos avanzan en estrategias de contención comercial vía tarifas y cargas impositivas a la importación de vehículos de este país. Una pelea de gigantes que tendrá efectos de mediano y largo plazo en el comercio automotor, ¿positivos o negativos? El tiempo lo dirá

Colombia también siente la influencia China

No es un mercado de grandes volúmenes, pero Colombia también ha sido impactada por la evolución de la estrategia de China su avanzada en los diferentes mercados del mundo motor.

Hacia 2008 se inició el proceso de aparición de las marcas chinas en el panorama automotor colombiano. Un proceso no exento de dificultades. De entradas y salidas, problemas de calidad, representaciones de marca muy débiles que significaron dejar tirados a muchos clientes con sus autos.

Hoy, con los aprendizajes y especialmente con la adopción de su representación por grupos automotrices más consolidados y fuertes, los vehículos de este origen vienen ganando un espacio. El año pasado, de acuerdo con las cifras del Runt que analiza la Asociación Nacional de Movilidad Sostenible, Andemos, fueron matriculados 14.508 vehículos de origen chino en el mercado colombiano.

Hoy en el país no son menos de 12 las marcas de este origen asiático que desarrollan un proceso de comercialización, con una oferta que va desde pequeños compactos de pasajeros, pasando por utilitarios pick ups o minivan para el transporte de carga o pasajeros, así como camiones de diferentes pesos brutos vehiculares, y, como no, también una importante presencia en la categoría de los vehículos eléctricos.

BYD, Seres, Changan, DFSK, JMC, Foton, Great Wall, Faw, Chery, JAC; son algunas de las marcas y emblemas que ya ruedan por las vías del país.

Venta de carros en Colombia cierra un semestre con leve repunte, pero el rezago es aún amplio.

Durante el pasado mes de junio la venta y matrícula de vehículos nuevos en Colombia tuvo una leve recuperación.

De acuerdo con las cifras recabadas y analizadas por la Asociación Nacional de Movilidad Sostenible, Andemos, con base en los reportes del Runt, en el mes se vendieron y matricularon 14.751unidades nuevas. Esto es un 0.9% de incremento frente a las cifras de ventas logradas por la industria durante el mes de junio de 2023, cuando las ventas y matrículas sumaron 14.435 unidades nuevas. Y el acumulado para el primer semestre reporta 85.261 unidades nuevas vendidas y matriculadas.

Sin embargo cuando se confrontan las cifras del primer semestre, con las logradas por la industria años atrás aún se observa un evidente y preocupante rezago en la intención de compra por parte de los potenciales usuarios de vehículos nuevos.

Por ejemplo, el mes de junio del año 2022, que fue calificado como el mejor para ese período de los ocho años cumplidos hasta esa fecha, las ventas superaron las 23.300 unidades, y en el registro del primer semestre de dicho año se comercializaron 123.849 vehículos 0 kilómetros.

Con las cifras reveladas por el análisis de Andemos se evidencia que existe una brecha negativa entre ese 2022 y el año en curso superior al 31 por ciento en la comercialización de vehículos, aún con el pequeño margen de aumento reportado.

En gracia de discusión es viable señalar que 2022 es un año en el se podría estar desatando el nudo de demanda represada por la pandemia que causó un fuerte impacto en la disponibilidad de vehículos en todo el mundo.

Pero si se contrastan las ventas de el primer semestre de 2024, con un año como 2019, cuando lejos estaba el mundo y la industria automotriz de conocer los estragos de lo que vendría meses después con la parálisis por el Covid 19, el rezago sigue siendo importante.

En el primer semestre de aquel año Colombia había registrado en matrículas 116.210 carros. Es decir que la diferencia negativa frente a ese año que se podría decir era normal con lo que sucede en la actualidad es de casi el 27 por ciento de disminución.

Las ventas por segmentos

Al entrar en las cifras por segmentos se observa que en vehículos de pasajeros los SUV
siguen en su tendencia de liderazgo entre las categorías y crecen el 8.4% frente al mismo
mes del año anterior, y su acumulado en los primeros seis meses del año también es
positivo con crecimiento del 2.1%.

Otro de los segmentos que mostró un comportamiento de crecimiento en el mes fue el de los camiones con peso bruto vehicular mayor a las 10 toneladas, en esta categoría la cifra fue al alza en un 2.0%. Por su parte los vehículos tipo volqueta registran un aumento de 54%. También llama la atención en la línea de vehículos comerciales- en este caso para el transporte de pasajeros- el incremento registrado por la categoría de busetas, que presentó una cifra de aumento del 210%.

Híbridos y eléctricos no paran de crecer

Y aunque Colombia ya no es el líder regional en la venta de vehículos eléctricos, como lo fue hace un par de años, el comportamiento de estos vehículos de las denominadas nuevas energías sí ha fortalecido su tendencia positiva, al igual que los carros híbridos.

En junio se matricularon 3.529 carros tanto eléctricos, como híbridos enchufables o híbridos totales. Esto representó un crecimiento del 19 por ciento comparado con junio del año anterior. Y el acumulado del semestre indica un crecimiento del 41% al pasar de 13.889 unidades matriculadas en 2023 a 19.590 al cierre de la primera mitad de 2024.

El aporte de las tecnologías eléctricas e híbrida al conjunto del mercado automotor no es ya para nada superfluo. Hoy representan casi una cuarta parte (24%) de las matrículas totales de vehículos en Colombia y su peso también comienza a mover el tablero de las posiciones de las marcas de mayores ventas.

Por categorías, los vehículos eléctricos continúan mostrando un excelente desempeño, siendo la tecnología de mayor crecimiento en el mercado en lo corrido del 2024. En junio, los BEV (Baterry Electric Vehicle) sumaron 654 unidades, superando en 158,5% las cifras de junio del año pasado. En el primer semestre, totalizaron 2.405 unidades, un 46,7% más que en los primeros seis meses del 2023.

Las matrículas de vehículos híbridos también han dinamizado el mercado, sumando 2.766 unidades en junio y un total de 16.324 unidades en el primer semestre, lo que representa un incremento del 41% frente a las cifras del mismo periodo del 2023.

Y es precisamente el comportamiento de esta categoría de vehículos la que ha generado movimientos en las marcas de mayores ventas. En junio, y por primera vez en su historia en Colombia, Kia se posicionó como la número uno en ventas y matrículas.

La firma coreana ha desarrollado una fuerte estrategia de renovación y ampliación de su portafolio con la actualización de varias de sus referencias y la introducción de nuevos modelos. Y una parte de esta estrategia se apoya precisamente tanto en vehículos eléctricos como vehículos híbridos.

De igual forma el segundo lugar de Toyota, que en los últimos meses ostentaba la posición de liderazgo, también está soportado en su apuesta muy fuerte por la tecnología de vehículos híbridos que se ha convertido en el pilar de su crecimiento, aunque también la introducción de nuevas generaciones para modelos icónicos como el Land Cruiser.

En el escalafón de las 5 marcas de mayores ventas el tercer lugar correspondió a Renault, seguida por Mazda y el en quinto lugar, una posición extraña para la marca, figura Chevrolet. La presencia de Chevrolet en esta posición es un reflejo de su decisión de abandonar la actividad de ensamble en la que estaba ya trabajando en porcentaje muy bajo y su decisión de enfocarse en la comercialización de modelos que llegarán importados de varios orígenes, una decisión que en el mediano plazo le debe generar nuevamente escalar posiciones y ubicarse, como ha sido su tradición, entre los primeros dos o tres puestos de ventas en el país, claro está, también debe avanzar en una apuesta por traer sus modelos eléctricos y posicionarse en esta categoría de la que ha estado un poco alejada.

¿Qué puede esperarse para el resto del año?

Si bien el acumulado de ventas y matriculas de carros nuevos en Colombia durante el primer semestre, aún muestra un indicador de decrecimiento, del 6.1%, esta cifra se ha venido reduciendo a lo largo del año, lo que podría ser síntoma de un inicio de por lo menos una estabilidad en el comportamiento comercial del sector y en el mediano plazo un proceso de recuperación paulatina. Cabe recordar que en marzo de este año el acumulado presentaba una cifra en rojo superior al 13 por ciento y ya en los siguientes tres meses este indicador se ha reducido a la mitad.

Los análisis económicos y de estacionalidad de Andemos señalan que al final del año se podrían sumar en total 185.800 unidades nuevas, que implicarían una disminución sobre las 186.200 logradas por el sector en 2023. Un factor positivo que podría impulsar un mejor segundo semestre para la venta de vehículos es la reciente decisión del Banco de la República de reducir la tasa de intervención en 50 puntos básicos y llevarla ya a un 11.50%. Este movimiento del Emisor se podrá reflejar en un par de meses en una reducción en las tasas de interés que las entidades financieras cobran a sus clientes, lo que puede redundar en una reactivación de la actividad crediticia que potencia la compra de carro nuevo, como que más de un 50 por ciento de las transacciones de adquisición de un vehículo tienen un componente de crédito.

Espacio hay para crecer en las ventas si se tiene en cuenta el indicador de motorización colombiano que da cuenta del número de carros vendidos por cada mil habitantes y que de acuerdo con registros de la Asociación Latinoamericana de Distribuidores de Automotores, Aladda, es de tan solo 3.6, que comparado con países de economías similares nos deja muy atrás cuando Ecuador es de 7.3, o Perú 5.3 carros por cada mil habitantes. Colombia solo supera a Venezuela entre los 11 países analizados.