El año automotriz 2024 en Colombia terminó con una nota positiva en alza. Luego de un arranque de incertidumbre y un primer semestre con cifras negativas mes a mes, a partir de junio los comportamientos de ventas y matriculas de autos empezaron a mostrar, de nuevo, una línea en ascenso. Incrementos que generaron un moderado optimismo en los comercializadores y analistas de esta industria.
Pero el desarrollo del Salón del Automóvil de Bogotá en noviembre, y el cierre de ventas en diciembre rompieron todos los pronósticos, hasta los más optimistas en un año muy complejo , y 2024 culminó con ventas superiores a las 220 mil unidades nuevas en el país. Una cifra que nadie esperaba en sus mejores sueños.
Claro que está aún por debajo de las cifras logradas en 2021 y 2022, pero aun así reflejan un aumento importante tras un 2023 de poco más de 186 mil unidades, y cuando los pronósticos de la industria apuntaban a no más de 195 mil unidades. Noviembre y diciembre la rompieron en materia de ventas de carros.
Y con base en este resultado por encima de los pronósticos, el año 2025 abre con mayor optimismo por parte de la industria. Valga decir que también la nota en esta expectativa es la moderación y cautela, pero el ambiente es más positivo y permite señalar que si las condiciones fundamentales que dan sustento a esta actividad se mantienen, la tendencia de recuperación en la colocación de vehículos nuevos en el mercado podría ser sostenida
¿Y cuáles son esos fundamentales que deben apuntalar ese crecimiento?
En primer lugar que la inflación siga con su proceso de desaceleración. Un IPC (Índice de Precios al Consumidor) en descenso también significa un menor costo en los insumos que alimentan la actividad de los diferentes actores de la cadena automotriz en su ensamble y comercialización, y por lo tanto una tendencia de precios estable.
En segundo lugar, que el Banco de la República continué con su política de reducción de tasas de interés, tal y como la ha venido desarrollando a lo largo de los últimos meses con disminuciones en su tasa de intervención de manera paulatina, lo que en mediano y largo plazo se refleja en las tasas comerciales de los bancos a sus clientes, incluidos claro los potenciales compradores de vehículos nuevos. Los analistas estiman que esta tasa puede estar al finalizar el año en un rango de 6.0 a 7.0%, desde el 9.5% en el que se encuentra actualmente.
Y, por supuesto, el comportamiento de la tasa de cambio del dólar. En este rubro los análisis y previsiones económicas señalan una relativa estabilidad de la moneda americana a lo largo de 2025 entre los COP 4.345 y COP 4.360, lo que también podría permitir precios de los vehículos sin cambios bruscos a lo largo de la vigencia.
Con un panorama económico que si bien no está exento de incertidumbre, especialmente en un año preelectoral y con un gobierno central que se ha caracterizado por anuncios que momentáneamente rompen la tranquilidad económica aunque luego modere sus impulsos, la industria automotriz y el sector automotor se prepara con una cartera de más de 70 vehículos entre novedades y actualizaciones que poblarán las diferentes vitrinas de las marcas a lo largo y ancho del país.
Y en este portafolio de productos que estarán a disposición de los consumidor colombiano, por supuesto, y como lo fue durante 2024, los vehículos de nuevas energías serán protagonistas de primer orden, consolidando su tendencia al crecimiento en participación de mercado.
Cerca del 50 % de los modelos que las marcas presentarán a lo largo del 2025 serán carros eléctricos o híbridos, aprovechando además que en buena hora y con una gran dosis de sensatez el gobierno desecho- incluso antes de que no fuera aprobada por el congreso la ley de financiamiento- la idea de eliminar los apoyos arancelarios a los modelos híbridos que se venden en Colombia. Así la participación de los vehículos impulsados a partir de tecnologías más sostenibles con el medio ambiente pudría aumentar su participación actual de mercado del 25% a una cifra aún más significativa.
También 2025 puede ver el crecimiento y posterior consolidación de un grupo de nuevas marcas de origen chino en Colombia, una oleada que se inició en 2024 y mostró su proyección en el Salón del Automóvil en noviembre. Ya china es un actor principal en el concierto del mercado global automotriz y el mercado colombiano poco a poco se va alineando con esta tendencia. No es casualidad que BYD uno de los jugadores chinos en vehículos eléctricos de más peso, hoy esté en el top 10 de las marcas más vendidas en Colombia.