LA VERDAD DE LOS VEHICULOS ELECTRICOS….

En el reciente Salon del Automovil, realizado en Bogota en el pasado mes de noviembre, tuvimos la oportunidad los colombianos de ver  vehículos eléctricos en estanes de fabricantes e importadores.  Siendo la segunda vez que en el país se siente una oleada que habla del tema.

En el 2010, las autoridades nacionales, con bombos y platillos, anunciaron que se permitiría ese año la importación de 100 vehiculos eléctricos sin arancel, para incentivar la introducción de tecnologías limpias con el ambiente y permitir que los colombianos estuviesen a tono con lo que a partir de la crisis mundial de la industria del 2008, seria su tabla salvadora.  La verdad es que entraron cerca de 10 vehiculos, pobres en tecnología y el resto de los cupos quedaron sin utilizar.  No hubo entonces tal invasión de vehículos de operacion limpia y no ocurrió que los carros que ya operaban con combustibles fosiles   pasaran rápidamente al trasto de la basura, siendo reemplazados de forma inmediata por esta nueva opción de movilidad;  que como resumen, eran pequeños y simples  aparatos muy lejanos a lo que el mundo tenia ya como un estándar del vehiculo integrante de su sociedad.

Hoy  vemos entonces una nueva oferta, con caracteristicas muy distintas.  En primer lugar, con carrocerías y diseños vanguardistas.  En segundo lugar, pensando en la seguridad de ocupantes y peatones como la vienen exigiendo las normas internacionales y en tercer lugar, con autonomías al menos teoricas muy cercanas a las que se tienen en los vehículos movidos por combustibles derivados del petróleo.

Con lo anterior, cabe entonces la pregunta de si es el momento en que este tipo de tecnologias van a entrar en forma definitiva?.  La respuesta es no. Y las razones son multiples.

Es verdad que operar un vehiculo con electricidad, es cerca de cinco veces menos costoso que con gasolina.  Ya se han hecho algunas pruebas en Colombia y se ha comprobado tal realidad.  Mientras un galon de ocho mil y tantos pesos, da en condiciones reales cerca de 38 kilometros, es decir unos $215 pesos por kilometro, en un vehiculo eléctrico esta cifra es cerca de $43.   Si a eso se le suma el incremento constante en los precios internacionales del petróleo, diríamos que la solución la tenemos en la puerta de la casa y que no seria mas que hacer de nuestra próxima compra un vehiculo eléctrico.  Y Santo Remedio, como decimos en estas tierras.

Pero la verdad, todavía estamos muy lejos de tal realidad.   A pesar de la imperiosa necesidad de disminuir los niveles de contaminantes en este ya sufrido planeta, todavía es muy costoso dar el cambio para los nuevos compradores.

Si hicieramos una simple cuenta de los kilómetros recorridos, que en general no pasan de 12 mil al año para el promedio  de los vehículos particulares que circulan en nuestras ciudades, tendríamos que el ahorro real de dinero en cinco años es de unos $13 millones de pesos.  Esta es una cifra que  importante y se diría suficiente  para hacer decidir a cualquiera.  Pero la verdad es que el costo inicial de adquisición de estos vehículos es todavía unas dos veces y media lo que vale un vehiculo tradicional.   A modo de ejemplo, un vehiculo de gasolina de unos $35 millones, tiene su reemplazo con un eléctrico de  $90 millones.  Es decir, estaríamos pagando $55 millones de pesos mas, por una ahorro de $13 millones en combustible en ese plazo.  Situacion que muy pocos pueden asumir como propia, con la sola intención de ver limpio el aire de las ciudades.

Viene otra cuenta aun mas compleja.  Se puso un plazo de 5 años, porque después de el, muchos propietarios cambian hoy en dia sus vehículos.  Es decir, ambos, el de gasolina y el eléctrico deberán ser vendidos para ser reemplados por sus dueños por nuevos.  El precio de venta del tradicional es según cuentas de hoy el 40% de valor inicial pagado por el.   Es decir el usado de gasolina se vendería en unos $14 millones.  Si aplicamos el mismo comportamiento para el eléctrico su precio de venta seria de $36 millones.  Hasta ahí nada malo, sin embargo existe un pero.  Mientras el de gasolina, tiene recorridos unos 60 mil kilómetros, lo que es una tercera parte de su vida útil estimada, y posiblemente otros años sin problemas complejos de mantenimiento al nuevo propietario,  el eléctrico tiene sus baterías con una vida útil disponible del 17%.  Es decir, su nuevo propietario deberá antes de un año reemplazar sus baterías.  Hoy en dia, se estima que el costo de las baterías representa cerca del 40% del vehiculo nuevo,  los mismos $36 millones. Es decir, según estas cuentas, un vehiculo eléctrico al cabo del 6 año  no tiene valor en el mercado del usado.

Con lo anterior demostramos que nadie, inclusive los verdaderamente ecologistas, estarían dispuestos a pagar por sus ideales tanto dinero, mucho menos entonces el ciudadano común y corriente, que lo único que mira es como el precio de los combustibles golpea dia a dia su canasta familiar.  No queda entonces sino esperar dos cosas.  Ambas se vienen dando, la primera una reducción en el precio de venta y la segunda, un subsidio de los gobiernos.

Con el paso de los años, las nuevas tecnologias disminuyen dramáticamente sus precios. Llegara el dia en que producir los eléctricos será igual que producir vehículos a gasolina.  Mientras tanto, serán los gobiernos los llamados a otorgar beneficios que incentiven el reemplazo.  Y no es solamente como se ha hecho hasta ahora, reduciendo aranceles y quitando las restricciones a la circulación.  Es poniendo dinero adicional, para que la carga no quede en los ciudadanos de buenas intenciones ecológicas como hasta ahora.

 

RICARDO VASQUEZ O. Ing. Mecanico