LUCES ROJAS ENCENDIDAS EN EL TABLERO..

«Tengo un vehículo modelo 98 con 140.000 kilómetros y desde hace unos días prende un bombillo rojo en el tablero que, según el manual, indicaría que se trata del aceite. Esto ocurre cuando lo dejo prendido y desacelerado. ¿Qué puede estar pasando?»

Todos los vehículos tienen en el tablero bombillos e instrumentos que indican el funcionamiento de todos los sistemas. En general, se ha convenido que el color da una idea de la gravedad de la indicación, por tanto los más importantes son los rojos, seguidos de los amarillos. Cuando un bombillo rojo se enciende se debe parar de manera inmediata el carro y no encenderlo hasta encontrar la causa de la falla. Cuando es amarillo, el automotor puede caminar, pero se debe visitar el taller lo más pronto posible.

Los indicadores rojos más comunes en los vehículos son los del sistema de carga y el de presión de aceite.

El primero reporta las fallas en el sistema de generación de corriente, que es fundamental para la operación del motor; y el segundo, el de aceite, reporta fallas en la presión de funcionamiento del sistema de lubricación.

Como es bien sabido, toda máquina que tenga movimiento debe estar lubricada. El contacto de metal con metal, que es lo que ocurre dentro de un motor, debe tener necesariamente un lubricante que evite el desgaste y calentamiento que éste produce. En un motor de un auto, la lubricación es entonces un sistema que garantiza, no solo la posibilidad de funcionar, sino también la larga vida. Para ello, internamente los fabricantes han puesto varios elementos que se encargan de distribuir aceite por todas las piezas, el cual es movido por una bomba que lo toma del cárter.

Para que el aceite recorra todos los conductos internos debe mantener una presión mínima, que se logra no solo por la bomba, sino por el nivel de ajuste o de desgaste que tengan las piezas internas del motor.

En su caso, una indicación de baja presión en el bombillo, sobre todo a bajas revoluciones, hace sospechar un desgaste en el motor que no permite un suministro suficiente de aceite. Podría estar originado un desgaste de los casquetes del cigüeñal.

Para cerciorarse, debe conectarse al motor un medidor de presión externo que determine las presiones de trabajo para poder compararlas con las especificaciones del fabricante. Si la presión se encuentra baja, lo más seguro es que deberá buscar internamente la falla desarmando partes importantes del motor. Si se encuentra bien, y solo así, podría buscarse una causa más sencilla como un desperfecto en la unidad encargada de leer la presión en el motor, que podría estar enviando señales equivocadas al sistema del bombillo.

Como ve, estamos ante un sistema muy importante del motor y es por eso que nuestra recomendación es verificar cuanto antes lo más importante: la presión. Luego sí es correcto revisar lo menos importante. El aceite es la vida del motor