El octanaje, la medida que debe conocer para tanquear bien el carro.

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Siempre que entramos a una estación de servicio, a una bomba de gasolina, la pregunta del encargado de surtir el combustible es “corriente o extra”, para referirse al tipo de combustible que queremos cargar en el tanque del vehículo.

Y aunque en el imaginario popular la diferencia entre una y otra se refiere a la calidad del combustible, lo que también se refleja en precio; la realidad es mucho más profunda, porque si bien una y otra pueden ser de buena calidad, lo realmente importante es si el combustible elegido es el ideal para un funcionamiento óptimo y eficiente del carro.

Ambas son de calidad, ¿entonces cuál es la diferencia?

La elección que realmente permita tanquear con el combustible adecuado debe estar basada en la medida del octanaje.  El octanaje de los combustibles es una especificación técnica crucial que todos los propietarios de vehículos deben entender para garantizar un rendimiento óptimo de sus motores.

Hablar de octanaje en un tipo de combustible es referirse a la capacidad antidetonante del mismo, es decir, su resistencia a la detonación prematura en el motor cuando se desarrolla el proceso de combustión en las cámaras. Esta medición se expresa mediante un número, el octano, que se utiliza para calificar la calidad del combustible. Un combustible con un alto octanaje tiene una mayor resistencia a la detonación, mientras que uno con bajo octanaje es más propenso a la detonación temprana.

¿Un combustible alto nivel de octanos es bueno, y uno con bajo nivel de octanos es malo? No. Lo que puede ser malo para el ideal funcionamiento del carro es elegir de manera incorrecta el tipo de combustible que requiere el automotor.

En Colombia la regla general es que la denominada gasolina corriente esta en el orden de los 87 octanos. Por su parte los comercializadores de combustibles hablan de gasolina extra cuando está tiene una medida a partir de los 92 octanos.

El desempeño del motor

El octanaje influye en el desempeño de un automóvil de varias maneras. Los motores de alto rendimiento o con relaciones de compresión más altas- es decir de 9.5:1 o más- suelen requerir combustibles de mayor octanaje para evitar la detonación prematura. Utilizar el octanaje correcto garantiza una combustión suave y eficiente, lo que se traduce en un mejor rendimiento, mayor potencia y un menor consumo de combustible.

Cuando se usa un combustible de bajo octanaje en un motor que requiere un octanaje más alto, se experimenta una pérdida de potencia al momento de conducir, un aumento en las emisiones y un rendimiento deficiente en general. El motor puede experimentar sacudidas y ruidos anormales debido a la detonación. Utilizar un combustible con un octanaje incorrecto puede tener consecuencias negativas, como la detonación del motor, también conocida como «golpeteo o cascabeleo». Esto puede dañar seriamente el motor y reducir su vida útil.

Pero tampoco es recomendable utilizar un combustible con un alto nivel de octanaje, si el fabricante no lo exige porque el diseño y tipo de motor no lo requieren, aunque muchos piensen que esto beneficiará al vehículo. Al cargar gasolina de alto octanaje en este tipo de motores, el propietario del vehículo lo que hará es gastar de manera innecesaria más dinero en combustible sin obtener beneficios adicionales apreciables en el rendimiento, el desempeño o la eficiencia; y puede sí, afectar el presupuesto destinado a la operación y mantenimiento del vehículo en el largo plazo.

Al momento de comprar un carro, nuevo o usado, pregunte o investigue en el manual, con otros usuarios o expertos en temas técnicos automotrices, como nuestro equipo de Autotest, cuál es el tipo de gasolina recomendada para ese vehículo y siempre tanquee en estaciones de servicio confiables en la que entregarán el producto adecuado y en la medida correcta.

Poer ultimo, no reemplace la gasolina extra con aditivos. Normalmente la mejora del octanaje esta ligada al uso de cantidades importantes de ellos, lo que los hace practicamente antieconomicos. en otros casos, sus propiedades mejoradoras, provienen del uso de productos derivados de metales, que al consumirse, terminan depositados en los catalizadores y causandoles deños graves y permanentes.

Relaciones de caja en el carro.

Cuando se trata de entender cómo funciona un vehículo, es crucial conocer las relaciones de caja, un elemento fundamental en la transmisión que influye en la potencia, el torque y la eficiencia del automóvil. En esta oportunidad, aquí en Autotest queremos explicar de una manera sencilla qué son las relaciones de caja, su función y cómo influyen en el rendimiento general del carro.

¿Qué son las relaciones de caja?

Las relaciones de caja, también conocidas como marchas o velocidades, son un conjunto de engranajes que se encuentran dentro de la caja de cambios de todos los vehículos. Cada relación representa una configuración específica de engranajes que permite adaptar la transmisión según las necesidades de conducción y el terreno.

La importancia de las relaciones de caja

Las relaciones de caja cumplen varias funciones esenciales:

1.            Proporcionar versatilidad de conducción: al cambiar entre diferentes relaciones de caja, el vehículo puede ajustarse para conducir a diferentes velocidades y condiciones de la carretera.

2.            Optimizar la eficiencia del motor: las relaciones de caja permiten que el motor opere en su rango de revoluciones más eficiente, lo que contribuye a un mejor consumo de combustible y una menor emisión de gases contaminantes.

3.            Mejorar el rendimiento: al ajustar las relaciones, se puede obtener una mejor aceleración o velocidad máxima según las preferencias y necesidades del conductor.

¿Cómo funcionan las relaciones de caja?

Para explicar un poco el mecanismo y la forma como operan las relaciones de caja, se puede utilizar el símil de una bicicleta de múltiples velocidades, donde cada marcha representa un tamaño de engranaje diferente. Cuando se cambia la relación también se cambia la velocidad a la que las ruedas se mueven con respecto a las revoluciones del motor.

Las relaciones de caja influyen directamente en la potencia y el torque del vehículo. El torque es la fuerza que impulsa las ruedas para mover el automóvil, mientras que la potencia representa la rapidez con la que ese trabajo se realiza. Las relaciones de caja permiten que el motor entregue su máxima potencia en diferentes situaciones.

En marchas bajas, como primera y segunda, se obtiene más torque para superar obstáculos, realizar maniobras a bajas velocidades, iniciar la marcha o enfrentar el ascenso de pendientes. Por otro lado, una relación más alta, como la quinta marcha, favorece la eficiencia en carretera, ya que reduce la carga en el motor a altas velocidades y contribuye a un consumo de combustible  más contenido.

Bioetanol, una alternativa para la movilidad más sostenible.

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No se trata de una tecnología o un proceso de gestión del combustible para reducir su impacto ambiental que sea nuevo en Colombia. De echo en el país el bioetanol se mezcla con la gasolina desde hace más de una década.

Hoy esa mezcla obligatoria tiene un límite máximo hasta de 10 por ciento, aunque en la práctica, y por temas de abastecimiento, se está realizando a un 7 por ciento en promedio.

Sin embargo varios actores de la industria están adelantando estudios para avanzar en una propuesta de llevar la alternativa del bioetanol mucho más allá y facilitar mezclas voluntarias que en algún momento puedan, incluso permitir su utilización 100%. Para ello adelantan pruebas con vehículo equipados con tecnología Flex que permiten la utilización de gasolina, mezcla de esta con bioetanol, o el bioetanol 100%.

Pero, ¿qué es el bioetanol, y por qué es un elemento importante en la idea de reducir el impacto ambiental en la industria automotriz?

El bioetanol es un tipo de combustible renovable que se utiliza como alternativa a la gasolina convencional en los vehículos. Es un alcohol derivado de fuentes biológicas, las más usadas para su procesamiento son el maíz, la caña de azúcar, la remolacha y otros cultivos ricos en azúcares o almidón. A diferencia de los combustibles fósiles, que son limitados y tienen un efecto en el cambio climático, el bioetanol se considera una opción más sostenible y respetuosa con el medio ambiente.

Una de las principales ventajas del bioetanol es su capacidad para reducir las emisiones de gases de efecto invernadero. Durante la combustión, el bioetanol emite dióxido de carbono (CO2), pero la cantidad liberada es compensada por la cantidad de CO2 absorbida por las plantas durante su crecimiento. Esto significa que el balance neto de CO2 en la atmósfera es neutral, lo que contribuye a frenar el calentamiento global.

Otra ventaja del bioetanol es que es un combustible de alto octanaje, lo que significa que tiene una capacidad para resistir la detonación durante la compresión en los motores de combustión interna. Esto permite un mejor rendimiento y una mayor eficiencia energética en comparación con la gasolina convencional, lo que se traduce en un mayor kilometraje por litro de combustible.

El bioetanol puede utilizarse de dos formas: mezclado con gasolina o como combustible puro. En muchos países, se utiliza una mezcla de bioetanol y gasolina, conocida como E10 (10% de bioetanol y 90% de gasolina), E85 (85% de bioetanol y 15% de gasolina) u otras proporciones. Estas mezclas son compatibles con la mayoría de los vehículos convencionales y no requieren modificaciones en los motores.

El uso de bioetanol como combustible puro, conocido como E100, es menos común y requiere vehículos especialmente diseñados o modificados para su uso. Estos vehículos, conocidos como vehículos de combustible flexible o flex fuel, pueden funcionar con mezclas de bioetanol y gasolina en cualquier proporción, desde 100% de bioetanol hasta 100% de gasolina.

En el proceso de transicion hacia nuevas tecnologias para la movilidad seguiran apareciendo nuevos combustibles que buscarán disminunir su dependencia del petroleo y ante todo un menor impacto en el balance de emisiones arrojadas a la atmosfera.

ABS, parar el carro sin riesgos.

El sistema ABS es un sistema de frenado desarrollado con el objetivo de evitar el bloqueo de las ruedas durante el frenado de emergencia, brusco o en superficies de baja adherencia. Tradicionalmente, cuando se aplicaba una presión excesiva al pedal del freno, las ruedas podían bloquearse y perder la adherencia al piso, lo que resultaba en la pérdida de tracción y control del vehículo. Para su operación de manera eficiente, el sistema ABS utiliza sensores ubicados en cada rueda que en milisegundos realizan monitoreos constantes de su velocidad de rotación. Cuando el sistema detecta que una o más ruedas comienzan a deslizar, interviene automáticamente para modular la presión de frenado individual en cada rueda hata que retornen a una condicion normal.

La función principal del sistema ABS es permitir que las ruedas mantengan una tracción óptima con la superficie de la carretera durante el frenado. Esto significa que el conductor puede seguir dirigiendo la trayectoria del vehículo de manera efectiva y segura mientras avanza en su proceso de detención. Al evitar el bloqueo de las ruedas, el sistema ABS ayuda a reducir la distancia de frenado y mejora el control del vehículo, especialmente en condiciones de carretera resbaladiza o durante maniobras de frenado repentinas.

El sistema ABS es esencial para la seguridad de los ocupantes del vehículo debido a que proporciona un mayor control y estabilidad durante las frenadas de emergencia. Al permitir que las ruedas sigan girando y evitando el bloqueo, el sistema ABS ayuda a prevenir derrapes o situaciones como el acuaplaneo, lo que reduce el riesgo de accidentes al mantener la estabilidad direccional del vehículo. Además, el sistema ABS permite al conductor maniobrar para evitar obstáculos sin perder el control del vehículo.

Para garantizar un funcionamiento adecuado del sistema ABS, es importante llevar a cabo un mantenimiento preventivo regular. Aunque el sistema ABS está diseñado para ser confiable, se recomienda realizar inspecciones periódicas por parte de un mecánico calificado. Algunos aspectos del mantenimiento preventivo incluyen:

  • Verificación de los sensores ABS: Los sensores del sistema ABS pueden ensuciarse o dañarse. Es importante inspeccionar y limpiar regularmente los sensores para asegurarse de que funcionen correctamente.
  • Inspección de las conexiones eléctricas: Verificar que las conexiones eléctricas del sistema ABS estén limpias y ajustadas. Los cables sueltos o corroídos pueden afectar el rendimiento del sistema.
  • Mantenimiento adecuado de los frenos: Un mantenimiento adecuado de los frenos, que incluya la inspección regular de las pastillas y discos de freno, es fundamental para un funcionamiento óptimo del sistema ABS.
  • Verificación del líquido de frenos: El nivel y la calidad del líquido de frenos deben ser inspeccionados regularmente.

Cada vez que se enciende el vehiculo hace un chequeo de sus sistemas y verifica su correcto funcionamiento. En algunas ocasiones puede permanecer la luz amarilla de ABS encendida. Aunque los frenos funcionaran, pues esta no indica una falla en el sistema hidraulico de freanado, se recomienda visitar en el menor tiempo posible un taller especializado para encontrar la falla. Normalmente requerirá la conexion de un escaner que indicara exactamente la falla que se esta presentando.

Tracción: la ciencia de hacer mover el carro.

Cada día, al encender su vehículo se desarrolla un proceso en el que intervienen un gran número de piezas y partes, mecánicas, eléctricas y electrónicas que tienen como única finalidad darle movimiento al vehículo para permitir el desplazamiento.

Todos esos procesos que se desatan con el giro de la llave o al oprimir el botón de encendido buscan que desde el motor se inicie el movimiento que finalmente se transmitirá a las ruedas para que el carro comience su marcha. Desde allí comienza lo que conocemos como tracción. En pocas palabras, la tracción se refiere a la transferencia de energía desde el motor de un automóvil hacia las ruedas que lo impulsan.

La función principal de la tracción es permitir que el vehículo se mueva y se desplace de manera eficiente. Cuando el motor genera potencia, esta se transmite a través del sistema de transmisión hacia las ruedas. La tracción es responsable de convertir esa potencia en movimiento, permitiendo que el vehículo avance.

La tracción juega un papel fundamental en el desempeño de un vehículo, ya que influye en su capacidad para acelerar, mantener la estabilidad en curvas y sortear obstáculos. Cuando el carro tiene una buena tracción mejora la capacidad de frenado y evita que las ruedas patinen en superficies resbaladizas como la lluvia o el hielo.

Existen diferentes tipos de tracción en los vehículos, siendo los más comunes:

1.            Tracción delantera (FWD): En este sistema, la potencia del motor se transmite a las ruedas delanteras. Es el tipo de tracción más común en los automóviles de pasajeros debido a su eficiencia y costo de producción. La tracción delantera proporciona una buena economía de combustible y un manejo estable en condiciones normales de conducción.

2.            Tracción trasera (RWD): En este caso, la potencia se transmite a las ruedas traseras. Históricamente, la tracción trasera ha sido la más utilizada en vehículos deportivos y de alta gama. Proporciona una mejor distribución del peso y un mejor manejo en condiciones de alta potencia o sobre terrenos difíciles.

3.            Tracción en las cuatro ruedas (AWD/4WD): Este tipo de tracción envía la potencia del motor a todas las ruedas del vehículo de manera continua o según sea necesario. Proporciona una mejor tracción en terrenos difíciles, condiciones climáticas adversas y superficies resbaladizas. Algunos sistemas AWD/4WD permiten al conductor seleccionar diferentes modos de tracción según las condiciones de conducción.

Independientemente del tipo de tracción que tenga tu vehículo, es importante realizar un mantenimiento preventivo adecuado de varios elementos y sistemas para garantizar su óptimo funcionamiento.

1.            Cambio regular del aceite de la transmisión: El aceite de la transmisión es esencial para lubricar y proteger los componentes del sistema de transmisión. Sigue las recomendaciones del fabricante sobre el intervalo de cambio de aceite.

2.            Revisión de los componentes de tracción: Verifica periódicamente el estado de los ejes de transmisión, las juntas homocinéticas y los diferenciales. Si detectas algún ruido, vibración o desgaste inusual, acude a un taller especializado para su revisión.

3.            Mantenimiento de los neumáticos: Los neumáticos desgastados o en mal estado pueden afectar negativamente la tracción. Es necesario mantener una presión de aire adecuada y realiza rotaciones periódicas de los neumáticos para asegurar un buen apoyo sobre el pavimento o la superficie sobre la que esté rodando el vehículo.