El mercado automotor colombiano en proceso de cambio.

El mercado automotor colombiano, tradicionalmente considerado una plaza pequeña en el contexto de la industria automotriz global, vive una transformación interesante. Eventos como el Salón del Automóvil de Bogotá (SAB) se han convertido en el epicentro del debut masivo de nuevas marcas, impulsadas principalmente por la electrificación y el dominio asiático (especialmente chino).

Hoy no solo crecen las ventas, sino que el consumidor y comprador de autos ve una oferta cada vez más amplia, y también más compleja para tomar sus decisiones. Aquí, en Autotest,  hacemos un análisis de las razones detrás de esta avalancha de marcas y lo que podemos esperar del sector en 2026.

Proliferación de marcas, y llegan más

La edición XIX del Salón del Automóvil de Bogotá, que se celebró a mediados de este mes  de noviembre consolidó su rol como el gran cierre comercial del año 2025. Más de 60 marcas y cerca de 600 vehículos llenaron los pabellones de Corferias, combinando actores tradicionales con debutantes.

De acuerdo con los datos oficiales de la organización, durante las dos semanas de duración del evento, se comercializaron en esta feria cerca de 14 mil unidades. Además fue el espacio en el que se dieron a conocer varias nuevas marcas que entran al mercado colombiano, convirtiendo al país en un foco de atención para la industria automotriz.

De acuerdo con datos del RUNT, en Colombia hay 141 marcas de vehículos registradas, provenientes de 12 países. De ellas, 100 llegan solo de tres países asiáticos (China, Japón y Corea del Sur).

Y en el Salón del Automóvil debutaron seis nuevas marcas:

  • Voyah (premium eléctrica de Dongfeng)
  • Xpeng
  • Geely Riddara (pick-ups eléctricas)
  • Smart (alianza Mercedes-Benz y Geely)
  • GAC Hyptec (nueva división de lujo)
  • Foxconn (marca taiwanesa, que inició como fabricante de iPhone, y que llega al mundo de vehículos eléctricos)

Y claro, no se puede sacar de este listado a Tesla, que debutó extra salón, pero generando un importante impacto mediático y comercial, con el anuncio no solo de sus primeros modelos, sino, además, con los precios de entrada de los mismos, en lo que ha sido catalogado por muchos analistas de la industria como un golpe fuerte al tablero para reorganizar las perspectivas comerciales de la industria

Este desembarco ha cambiado por completo el mapa de la industria. Hoy existen 424 concesionarios (con sus diferentes salas y puntos de exhibición) y cerca de 450 empresas con contratos de distribución activa, un número alto para un mercado que históricamente ronda las 200.000-250.000 unidades anuales.

Tres razones podrían explicar este fenómeno que se presenta en el mercado nacional de los vehículos nuevos:

  1. Crecimiento de la tecnología híbrida y eléctrica: 2025 fue un año histórico: los vehículos híbridos (HEV) y eléctricos (EV) ya representan el 35 % del mercado. Entre enero y noviembre se vendieron más de 68.000 unidades (46.000 híbridos y 12.000 eléctricos puros). La mayoría de los lanzamientos del Salón fueron SUV híbridos o eléctricos.
  2. Fuente china: prácticamente todos los nuevos híbridos y eléctricos que ingresan al país son chinos. Marcas como Xpeng llegan con socios tecnológicos de peso (Alibaba, Foxconn).  Incluso grupos nacionales fuertes como Vardí (Geely) o Casa Toro (BYD) se han convertido en los grandes impulsores de esta tendencia.
  3. Tasas de interés bajas y cambios estructurales: las tasas de interés más bajas de los últimos años, combinadas con la salida de General Motors como ensamblador (ahora solo importa), abrieron espacio a nuevos jugadores. Grupos nacionales y multinacionales han tomado representaciones que antes eran impensables.

El panorama 2026: consolidación, desafíos y volatilidad

El cierre estimado de 2025 superará las 250.000 unidades (frente a 201.000 en 2024 y 186.000 en 2023), impulsado por las más de 14 mil unidades de ventas en el salón, más las ventas que se hacen directamente en los concesionarios durante noviembre y diciembre, último mes que históricamente es fuerte en la comercialización de vehículos nuevos.

Así el próximo año proyecta:

  • Continuidad y profundización de la electrificación: a partir de un año especialmente fuerte en la comercialización de este tipo de tecnologías, el próximo año debe consolidar una tendencia con la madurez también de muchas de las marcas que debutaron y que deben consolidar su presencia no solo con modelos, también con una red comercial y de servicio que de cuenta de la seriedad de estos proyectos
  • Lanzamientos estructurados: desarrollo de muchas de las ofertas de nuevos vehículos presentados como novedad durante la cita del Salón del Automóvil y que deben comenzar a entregarse o iniciar su rodaje comercial a partir de finales de 2025 y los primeros meses del próximo año 
  • Un mercado más competitivo y volátil: llegaron nuevas marcas, ¿cuántas perdurarán como proyecto de largo plazo? Ya Colombia no es un mercado para escampar, el consumidor exige  no solo carros modernos, de diseño, con tecnología; también que su representación ofrezca respaldo, continuidad y permita en el mediano y largo plazo una buena reventa, por eso 2026 también será un termómetro para medir la convicción de la marcas de ver a Colombia como mercado de largo plazo en sus proyectos de crecimiento.  No todas sobrevivirán.

Por eso, tal y como lo explicó el presidente de Aconauto, Pedro Nel Quijano, con esta presencia alta de marcas automotrices compitiendo por el gusto y la plata del comprador en el país, vale la pena tener en cuenta algunos consejos al momento de elegir que carro comprar.  Antes de comprar, verifique:

  • Trayectoria y solidez del importador
  • Red real de concesionarios y talleres
  • Disponibilidad de repuestos y servicio posventa

Ante tanta oferta, el respaldo es todo.

Ford Territory híbrida debuta en Colombia

Ford Motor Colombia introduce la Territory Híbrida al mercado sudamericano, con un lanzamiento previsto para noviembre en el país. Esta SUV electrificada representa uno de los primeros modelos de su tipo en la región, consolidando la presencia de la marca en Colombia, donde la versión convencional ya ocupa posiciones destacadas en ventas: segundo lugar en Perú y Argentina, cuarto en Chile y México, y un pico de 1.200 unidades en Brasil durante agosto.

«La Territory Híbrida combina innovación y versatilidad para adaptarse a las demandas diarias de los conductores», señaló José Llanos, presidente de Ford para Colombia, Ecuador y Venezuela.

Anunciada hace aproximadamente un mes, la variante híbrida llega en la versión Titanium de gama alta. Incorpora un motor 1.5L EcoBoost turbo cargado junto a un sistema híbrido y una transmisión DHT (DEDICATED HYBRID TRANSMISSION) automática de dos velocidades, que optimiza la interacción entre el propulsor eléctrico y el de gasolina. El conjunto genera 240 hp y 545 Nm de torque, permitiendo una operación eléctrica en entornos urbanos para reducir emisiones y ruido. El frenado regenerativo contribuye a la eficiencia, y pruebas internas del fabricante indican una autonomía de hasta 1.200 km por tanque. El sistema Terrain Management ofrece modos Normal, Eco y Sport para ajustarse a diferentes condiciones de manejo.

En diseño exterior, la SUV presenta una parrilla frontal con barra LED, faros LED delanteros y traseros, y rines de 19 pulgadas en tonos gris y negro. Incluye manijas cromadas, espejos plegables eléctricos con proyección de luz, y barras de techo. El acceso sin llave, encendido remoto y un maletero de 448 litros con apertura manos libres son características funcionales. Se ofrece en ocho colores: Gris Carbón, Rojo Rubí, Negro Ágata, Blanco Platino, Azul Metálico, Verde Oasis, Blanco Ceniza y Azul Luna.

El interior prioriza el espacio, con 956 mm para piernas en la fila trasera y 997 mm de altura al techo, entre los más amplios en SUVs compactas. Los asientos traseros abatibles 60/40 expanden la capacidad de carga, mientras los delanteros, en cuero gris y negro, cuentan con ajustes eléctricos (10 para el conductor, 4 para el copiloto), calefacción y ventilación. Un techo panorámico de doble panel, climatizador bi-zona e iluminación ambiental ajustable complementa el habitáculo. El volante en cuero es regulable, y los vidrios eléctricos incluyen función One Touch Down en todas las posiciones.

En conectividad, destaca una pantalla táctil de 12 pulgadas compatible con Android Auto y Apple CarPlay inalámbricos, un cargador inductivo y un sistema de audio Arkamys con ocho altavoces para sonido 3D. El panel de instrumentos digital de 12.3 pulgadas muestra datos como consumo y alertas, con sensores de lluvia y retrovisor electrocromático.

La seguridad integra el paquete Ford Co-Pilot360, con cámara 360 grados, control de crucero adaptativo, asistente de mantenimiento de carril, monitoreo de punto ciego y alerta de tráfico cruzado. Incluye frenado automático de emergencia, control de luces altas, sensores de estacionamiento, estabilidad, tracción, Auto Hold y asistente en pendientes. Siete airbags y anclajes ISOFIX completan el equipamiento.

«La Territory Híbrida sirve como opción para el tráfico urbano o viajes largos, priorizando eficiencia y comodidad», indicó Andrés Barón, gerente de marca de Ford Motor Colombia. Con un precio de 169 millones de pesos, la preventa inició en noviembre en concesionarios Ford, ampliando las alternativas de movilidad híbrida en un mercado en expansión.

Combustibles sintéticos, ¿una nueva y larga vida a los motores de combustión?

Hace algunos días en esta columna de Autotest hablábamos de como la industria automotriz no es una recién llegada al tema de la sostenibilidad. Por el contrario, desde hace mucho tiempo trabaja en la investigación y desarrollo de sistemas y tecnologías que permitan a los vehículos ser mucho más amigables con el medio ambiente, desde su fabricación, su operación e incluso al terminar su vida útil.

Y uno de los desarrollos que avanza de manera consistente para hacer de la industria automotriz y de la movilidad un factor que aporta a la sostenibilidad es el de los denominados combustibles sintéticos, o también conocidos como e-fuels.

Tradicionalmente el combustible para mover los carros- gasolina, diésel proviene de las diferentes etapas de refinación del petróleo. Se habla de combustibles fósiles ya que su origen se encuentra en los procesos de descomposición de diferentes organismos vivos que en u proceso de millones de años se han transformado para dar paso al petróleo que tras un proceso de extracción en tierra o del fondo del mar se refina y convierte en diferentes tipos de combustible o materia prima para industria como la petroquímica.

Sin embargo durante años se ha considerado que estos procesos de extracción y luego su uso como combustible, y especialmente en la movilidad, son una alta fuente de contaminación

Es por esto por lo que la industria automotriz y la industria petrolera buscan alternativas para desarrollar fuentes de energía que sean consideradas amigables con el ecosistema. Es ahí donde surgen los combustibles sintéticos. Este es un tipo de combustible que se obtiene de la combinación de hidrógeno- obtenido del agua a través de hidrólisis generada con fuentes renovables de energía- con dióxido de carbono y que también pueden obtenerse de fuentes a partir de desechos (biomasa).

Para su obtención, la industria petroquímica emplea técnicas como el denominado proceso Fischer-Tropsch, que a partir de la oxidación del carbón en presencia de vapor de agua a alta temperatura permite obtener hidrógeno y monóxido de carbono que luego con ayuda de catalizadores, calor y alta presión se transforma en hidrocarburos

Pero ¿son viables los combustibles sintéticos para operar en los vehículos que actualmente ruedan por nuestras vías? Hablamos, por supuesto de los vehículos modernos. La respuesta es sí. Los combustibles sintéticos ofrecen todas las condiciones para trabajar con las tecnologías y los sistemas de alimentación, y distribución de combustible con que cuentan los carros modernos, y también brindan eficiencia similar a la de los combustibles fósiles. Cuentan con una densidad energética muy parecida y por eso son óptimos para trabajar en condiciones autonomía y alta carga energética. Además como lo señalamos, los motores actuales con sus sistemas de inyección pueden trabajar con este tipo de combustibles, quizá algunos requerirán unos pequeños ajustes, pero su funcionamiento es compatible con los bloques actuales, es decir que un proceso de transición a energías o combustibles más limpios también será menos costoso al no requerir cambio de equipos o modificaciones profundas.

Aún no se puede hablar de una utilización masiva de este tipo de combustibles porque, como sucede con todas las innovaciones, su costo de producción y por lo tanto su valor final es aún alto, pero se avanza de manera acelerada en el desarrollo de nuevos procesos, más eficientes desde lo económico, que permitirán en el mediano plazo llevar el costo de este tipo de combustibles a valores muy similares al costo de cargar el auto con combustible fósil actual.

La apuesta de las automotrices por este tipo de combustible es seria. Ya, por ejemplo, Porsche montó una planta de producción piloto en Chile, y plantea otra similar en Texas, Estados Unidos, para los próximos dos años.

Otra firma que apunta hacia esta tecnología es Mazda, que hace parte de la Alianza E-Fuel, con otras 170 empresas que avanzan en la investigación y desarrollo de combustibles sintéticos. Audi es otra de las automotrices que ve una posibilidad para este tipo de tecnologías como una forma de continuar produciendo motores térmicos que puedan ser compatibles con la preservación del medio ambiente.

El mantenimiento de un carro eléctrico puede ser menos costoso que un carro de combustión.

Cuando se habla de las ventajas de adquirir un carro eléctrico, uno de los factores que entra en la conversación es su costo de mantenimiento, y si este es más económico o no que el mantenimiento que debe hacerse con un carro de motor de combustión tradicional.

De entrada la respuesta es sí. El análisis que hacen los expertos en cuanto a costos de mantenimiento para los modelos eléctricos indica que son más económicos y representan un alivio a los bolsillos de sus propietarios.

Toda máquina, y por su puesto los carros (eléctricos o no) son máquinas, debe someterse de manera periódica a un proceso de revisión, mantenimiento preventivo, e incluso cambio de piezas y partes que se desgastan por el uso de manera natural.

En el caso de los modelos de vehículos equipados con motor de combustión tradicional el total de piezas (no solo del motor) puede superar las 20.000. Muchas de ellas piezas móviles que están en constante trabajo en condiciones extremas y con fricción entre muchas de ellas.

Por su parte los vehículos eléctricos, especialmente por la conformación de su unidad de potencia, tienen un número de piezas considerablemente menor, incluso hasta un 60 por ciento menos. Esto hace que sus procesos de revisiones, mantenimiento, reemplazo de partes y piezas y tiempo invertido en estos procedimientos sea mucho menos. Igualmente el tiempo entre cada una de las revisiones es más prolongado y eso también puede significar ahorros en el largo plazo.

Esto hace que los mantenimientos preventivos en un carro eléctrico puedan tener una reducción de hasta 30 por ciento, frente a los costos que debe asumir el propietario de un vehículo con motor de combustión tradicional

Solo en el motor, mientras los carros eléctricos en su motor tienen un eje, un rotor, un bobinado, escobillas, cojinetes, estator y carcasa; en un motor de combustión se podrían encontrar hasta 500 piezas

De igual manera mientras en el vehículo térmico se tiene un sistema de caja de cambios y embrague con varias piezas móviles en constante fricción,  el carro eléctrico no cuenta con este tipo de elementos.

También, al no tener motor de combustión, el carro eléctrico no depende para su funcionamiento de elementos como bombas, válvulas, actuadores, motor de arranque, alternador.

De igual forma, los frenos reciben un mejor tratamiento: parte de la energia que en los vehiculos de combustion debe ser disipada para frenar causando desgaste en los elementos de frenado, en los electricos desaparece, al ser recuperada via regeneracion.

No existen tampoco los periodicos cambios de aceite de motor con sus filtros. Ni las fugas de lubricante tan comunes despues de unos años de recorrido.

La pieza más importante del carro eléctrico es, como no, su batería, y esta está construida de manera tal que su mantenimiento es básico y especialmente de buenas prácticas, tales y como no cargar la batería al 100 por ciento o dejarla descargar totalmente. Una carga al 80 por ciento y no dejarla bajar más allá del 20% es importante para que su degradación no sea rápida.

También recomiendan los fabricantes usar los sistemas de carga rápida solo cuando sea necesario, ya que también ejercen demasiada presión sobre la batería acelerando su desgaste.

Baterías para carros eléctricos, una evolución en busca de la eficiencia.

En días pasados hablábamos en esta columna sobre el factor de la eficiencia y el consumo como uno de los elementos claves para definir la compra de un carro eléctrico. Y en ese mismo artículo se señalaba como la configuración de la batería es uno de los elementos clave a tener en cuenta cuando se analiza esa eficiencia.

Desde que los carros eléctricos comenzaron a verse como una opción cierta y real para el desarrollo futuro de la industria automotriz, los fabricantes trabajan en el desarrollo de elementos cada vez más eficientes, más durables y también más económicos en su fabricación teniendo en cuenta que son el elemento que más pesa en el costo de fabricación de los autos eléctricos, con cerca de un 30 por ciento del valor.

El trabajo de los departamentos de investigación y desarrollo y de los ingenieros de los fabricantes automotrices y de las firmas fabricantes de baterías ha sido arduo y paso a paso han encontrado alternativas cada vez más acordes con las necesidades de los consumidores de autos que quieren baterías seguras y que les ofrezcan también un rango de autonomía más allá del tránsito urbano.

Es así como en la evolución de estos elementos se pueden identificar varios estadios de evolución en aras de llegar a la batería que cumpla con la idea de bajo costo y gran rendimiento

En las primeras etapas del desarrollo de los carros eléctricos como alternativa de movilidad, éstos contaban con baterías de Niquel-Metal-Hidruro (NiMH). Se trata de unas baterías relativamente económicas en su fabricación y que contaban con un muy buen nivel de vida útil. Sin embargo tenían problemas por su no muy alta densidad de energía y también por su peso. Ambos factores castigaban de manera importante la eficiencia en la operación de los carros que estaban dotados con estos elementos.

Antes de continuar es importante señalar que el concepto de densidad de energía se refiere, de manera básica, a la capacidad que pueden tener las baterías para almacenar una gran cantidad de energía en muy poco espacio. Esto es importante porque es una variable fundamental en la búsqueda de la eficiencia.

En una segunda fase en el desarrollo de las baterías, los fabricantes comienzan a trabajar con acumuladores a partir de Ion-Litio/Polímero de Litio. Estas están presentes un alto porcentaje de los vehículos eléctricos que hoy ruedan en el mundo. Su recurrente utilización por parte de las automotrices está relacionada con una alta densidad energética, lo que contribuye a un menor espacio y también menor peso que lastre el vehículo y afecte de manera negativa sus cifras de rendimiento y autonomía.

Pero también tienen dos factores negativos. El primero de ellos es su facilidad de degradación por los ciclos de cargue y descargue de la misma y que la llevan, con el tiempo, a tener una menor capacidad de almacenamiento. Y el segundo factor es su alto costo de producción, y teniendo en cuenta lo señalado unos párrafos atrás sobre el peso del costo de la batería en el valor total del auto, puede influir de manera importante en un alto precio de compra para el consumidor final.

Además este tipo de baterías también se pueden ver afectadas por la operación en situaciones de climas extremos tanto en el frío, como en las temperaturas altas.

Un tercer tipo de batería utilizada en los carros eléctricos es la estructurada a partir de Níquel-Cadmio-Manganeso (NCM) o Níquel-Cadmio-Óxido de Aluminio (NCA). Este tipo de baterías tiene ventajas relacionadas con su alta densidad energética. De hecho en muchos carros que ofrecen altos niveles de autonomía esta es la batería que se encuentra presente. Así mismo son baterías que pueden soportar altas potencias de carga, lo que facilita un proceso de carga más rápido.

Pero pese a estas ventajas no son las baterías más populares porque para su fabricación es necesario utilizar materiales de difícil consecución especialmente por su costoso proceso de su extracción y procesamiento y esto impacta directamente el precio de los carros. Son los denominados metales de tierras raras como el praseodomio, el lantano, neodimio, disprosio, terbio o lutecio, por ejemplo.

Los trabajos en busca de la “batería perfecta” también han llevado a ingenieros a desarrollar baterías a partir de Litio-Ferrofosfato. Estas baterías si bien no implican los altos costos de producción al no utilizar elementos que implican una alta complejidad para su obtención y transformación, tienen la desventaja de no contar con un nivel alto de densidad energética, lo que se traduce en la utilización de mucho espacio y agregar peso a la construcción del vehículo

Lo que depara el futuro

La evolución de las baterías no para, y la industria automotriz sigue apuntando a un futuro de mediano y largo plazo en el que estos elementos brinden las condiciones de una movilidad cada vez más limpia.

Los esfuerzos de los fabricantes se orientan a dos tipos de soluciones:

Baterías de estado sólido. En ellas en lugar de contar con un electrolito líquido que facilita la reacción química que genera la energía que se almacena y luego se utiliza para mover el vehículo, el electrólito es un material sólido. Este cambio le confiere unas cualidades especiales a la batería. Le da una mayor densidad de carga, incluso almacenando hasta tres veces mayor energía que la batería ion litio con electrolito líquido. De igual manera agiliza los tiempos de recarga. También ofrece una mayor fiabilidad y su trabajo no se afecta de manera sustancial por las condiciones extremas en las que pudiera utilizarse el vehículo que las monta. Así mismo ofrece mayor seguridad al evitar sobrecalentamientos o no hacer explosión en caso de un impacto. Estas baterías también podrían tener menor impacto ambiental desde su producción misma.

Hoy, aún su utilización de forma masiva sigue en proceso de estudio y desarrollo, pero ya son varias las automotrices comprometidas en avanzar en el mediano plazo en su implementación y para ello destinan recursos para su perfeccionamiento. Entre ellas se encuentran Toyota, el Grupo Stellantis, Volkswagen, Renault-Nissan; muchas de ellas trabajando en asocio con firmas expertas en el desarrollo de este tipo de elementos.

Y el segundo frente que el sector automotor explora de cara a ofrecer baterías cada vez mejores es el de las baterías estructurales. Este tipo de baterías tienen la característica de estar integradas a la carrocería del vehículo y no serían una pieza o un elemento adicional que se ubica en la plataforma de desarrollo del carro. Firmas como Tesla o BYD trabajan en su perfeccionamiento. Este tipo de batería lograría un mayor ahorro de espacio y reducción de peso al estar unida a los bastidores adelante y atrás.

Desde Tesla se ha señalado que el perfeccionamiento de este sistema de baterías podría en el futuro contribuir a una reducción de costos de producción de los vehículos eléctricos en casi un 50 por ciento, y también daría una mayor vida útil a los dispositivos y una capacidad de carga aún mayor.

Un futuro que la industria automotriz espera llegue más temprano que tarde.