ABS, parar el carro sin riesgos.

El sistema ABS es un sistema de frenado desarrollado con el objetivo de evitar el bloqueo de las ruedas durante el frenado de emergencia, brusco o en superficies de baja adherencia. Tradicionalmente, cuando se aplicaba una presión excesiva al pedal del freno, las ruedas podían bloquearse y perder la adherencia al piso, lo que resultaba en la pérdida de tracción y control del vehículo. Para su operación de manera eficiente, el sistema ABS utiliza sensores ubicados en cada rueda que en milisegundos realizan monitoreos constantes de su velocidad de rotación. Cuando el sistema detecta que una o más ruedas comienzan a deslizar, interviene automáticamente para modular la presión de frenado individual en cada rueda hata que retornen a una condicion normal.

La función principal del sistema ABS es permitir que las ruedas mantengan una tracción óptima con la superficie de la carretera durante el frenado. Esto significa que el conductor puede seguir dirigiendo la trayectoria del vehículo de manera efectiva y segura mientras avanza en su proceso de detención. Al evitar el bloqueo de las ruedas, el sistema ABS ayuda a reducir la distancia de frenado y mejora el control del vehículo, especialmente en condiciones de carretera resbaladiza o durante maniobras de frenado repentinas.

El sistema ABS es esencial para la seguridad de los ocupantes del vehículo debido a que proporciona un mayor control y estabilidad durante las frenadas de emergencia. Al permitir que las ruedas sigan girando y evitando el bloqueo, el sistema ABS ayuda a prevenir derrapes o situaciones como el acuaplaneo, lo que reduce el riesgo de accidentes al mantener la estabilidad direccional del vehículo. Además, el sistema ABS permite al conductor maniobrar para evitar obstáculos sin perder el control del vehículo.

Para garantizar un funcionamiento adecuado del sistema ABS, es importante llevar a cabo un mantenimiento preventivo regular. Aunque el sistema ABS está diseñado para ser confiable, se recomienda realizar inspecciones periódicas por parte de un mecánico calificado. Algunos aspectos del mantenimiento preventivo incluyen:

  • Verificación de los sensores ABS: Los sensores del sistema ABS pueden ensuciarse o dañarse. Es importante inspeccionar y limpiar regularmente los sensores para asegurarse de que funcionen correctamente.
  • Inspección de las conexiones eléctricas: Verificar que las conexiones eléctricas del sistema ABS estén limpias y ajustadas. Los cables sueltos o corroídos pueden afectar el rendimiento del sistema.
  • Mantenimiento adecuado de los frenos: Un mantenimiento adecuado de los frenos, que incluya la inspección regular de las pastillas y discos de freno, es fundamental para un funcionamiento óptimo del sistema ABS.
  • Verificación del líquido de frenos: El nivel y la calidad del líquido de frenos deben ser inspeccionados regularmente.

Cada vez que se enciende el vehiculo hace un chequeo de sus sistemas y verifica su correcto funcionamiento. En algunas ocasiones puede permanecer la luz amarilla de ABS encendida. Aunque los frenos funcionaran, pues esta no indica una falla en el sistema hidraulico de freanado, se recomienda visitar en el menor tiempo posible un taller especializado para encontrar la falla. Normalmente requerirá la conexion de un escaner que indicara exactamente la falla que se esta presentando.

Tracción: la ciencia de hacer mover el carro.

Cada día, al encender su vehículo se desarrolla un proceso en el que intervienen un gran número de piezas y partes, mecánicas, eléctricas y electrónicas que tienen como única finalidad darle movimiento al vehículo para permitir el desplazamiento.

Todos esos procesos que se desatan con el giro de la llave o al oprimir el botón de encendido buscan que desde el motor se inicie el movimiento que finalmente se transmitirá a las ruedas para que el carro comience su marcha. Desde allí comienza lo que conocemos como tracción. En pocas palabras, la tracción se refiere a la transferencia de energía desde el motor de un automóvil hacia las ruedas que lo impulsan.

La función principal de la tracción es permitir que el vehículo se mueva y se desplace de manera eficiente. Cuando el motor genera potencia, esta se transmite a través del sistema de transmisión hacia las ruedas. La tracción es responsable de convertir esa potencia en movimiento, permitiendo que el vehículo avance.

La tracción juega un papel fundamental en el desempeño de un vehículo, ya que influye en su capacidad para acelerar, mantener la estabilidad en curvas y sortear obstáculos. Cuando el carro tiene una buena tracción mejora la capacidad de frenado y evita que las ruedas patinen en superficies resbaladizas como la lluvia o el hielo.

Existen diferentes tipos de tracción en los vehículos, siendo los más comunes:

1.            Tracción delantera (FWD): En este sistema, la potencia del motor se transmite a las ruedas delanteras. Es el tipo de tracción más común en los automóviles de pasajeros debido a su eficiencia y costo de producción. La tracción delantera proporciona una buena economía de combustible y un manejo estable en condiciones normales de conducción.

2.            Tracción trasera (RWD): En este caso, la potencia se transmite a las ruedas traseras. Históricamente, la tracción trasera ha sido la más utilizada en vehículos deportivos y de alta gama. Proporciona una mejor distribución del peso y un mejor manejo en condiciones de alta potencia o sobre terrenos difíciles.

3.            Tracción en las cuatro ruedas (AWD/4WD): Este tipo de tracción envía la potencia del motor a todas las ruedas del vehículo de manera continua o según sea necesario. Proporciona una mejor tracción en terrenos difíciles, condiciones climáticas adversas y superficies resbaladizas. Algunos sistemas AWD/4WD permiten al conductor seleccionar diferentes modos de tracción según las condiciones de conducción.

Independientemente del tipo de tracción que tenga tu vehículo, es importante realizar un mantenimiento preventivo adecuado de varios elementos y sistemas para garantizar su óptimo funcionamiento.

1.            Cambio regular del aceite de la transmisión: El aceite de la transmisión es esencial para lubricar y proteger los componentes del sistema de transmisión. Sigue las recomendaciones del fabricante sobre el intervalo de cambio de aceite.

2.            Revisión de los componentes de tracción: Verifica periódicamente el estado de los ejes de transmisión, las juntas homocinéticas y los diferenciales. Si detectas algún ruido, vibración o desgaste inusual, acude a un taller especializado para su revisión.

3.            Mantenimiento de los neumáticos: Los neumáticos desgastados o en mal estado pueden afectar negativamente la tracción. Es necesario mantener una presión de aire adecuada y realiza rotaciones periódicas de los neumáticos para asegurar un buen apoyo sobre el pavimento o la superficie sobre la que esté rodando el vehículo.

Sistema de dirección del carro: ir por donde debe y de manera segura.

El sistema de dirección en el carro es el que permite controlar la ruta que debe tomar el vehículo al transmitir los movimientos que el conductor realiza con el volante a las ruedas, permitiendo así orientar y dirigir el carro de manera precisa y sin problemas.

Con el desarrollo de la ingeniería automotriz y la fabricación de los autos se han implementado también varios tipos de sistemas de dirección, siendo los más comunes el sistema de dirección mecánica, el sistema de dirección asistida hidráulica y el sistema de dirección asistida eléctrica.

Sistema de dirección mecánica: es el más básico y se basa en una columna de dirección que conecta el volante con una caja de dirección. Al girar el volante, se transmiten los movimientos a través de una serie de barras y pivotes hasta las ruedas delanteras, lo que permite el cambio de dirección del automóvil. Este sistema es robusto y no requiere de mantenimiento especializado, pero puede ser más difícil de maniobrar en comparación con los sistemas asistidos.

Sistema de dirección asistida hidráulica: utiliza una bomba hidráulica que ayuda a reducir el esfuerzo necesario para girar el volante. La bomba hidráulica suministra presión de fluido a un cilindro de dirección, lo que facilita los movimientos del volante. Este sistema ofrece una mayor comodidad al conductor y reduce la fatiga en la conducción. Para su mantenimiento, se recomienda verificar regularmente el nivel y la calidad del fluido de dirección asistida, y reemplazarlo según las recomendaciones del fabricante.

Sistema de dirección asistida eléctrica: funciona mediante un motor eléctrico que asiste al conductor en el giro del volante. Este sistema es más eficiente en términos de consumo de energía y ofrece una mayor flexibilidad en cuanto a las características de asistencia, que pueden ajustarse según las preferencias del conductor. El mantenimiento preventivo para este sistema suele incluir la inspección periódica de los componentes eléctricos y el control del nivel de fluido en caso de que el sistema cuente con una bomba hidráulica auxiliar.

El mantenimiento preventivo básico

En cuanto al mantenimiento preventivo general del sistema de dirección de un automóvil, es importante realizar inspecciones periódicas de los componentes, especialmente las juntas, barras y pivotes de dirección, para detectar posibles desgastes o daños. Además, se debe prestar atención a cualquier vibración o ruido anormal al girar el volante, ya que puede indicar un problema en el sistema de dirección. También es recomendable revisar regularmente el equilibrio y la presión de los neumáticos, ya que un desgaste irregular o una presión inadecuada pueden afectar la estabilidad y el funcionamiento del sistema de dirección.

¿Qué es la deformación programada en el vehículo?

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La seguridad es una de las principales preocupaciones de los propietarios de vehículos, y es por eso que los fabricantes de automóviles utilizan tecnologías avanzadas para asegurarse de que los vehículos sean lo más seguros posible. Una de estas tecnologías es la deformación programada, la cual ayuda a proteger a los ocupantes del vehículo en caso de una colisión.

La deformación programada de la estructura del vehículo hace que, en caso de una colisión, ciertas partes del vehículo se deformen de manera predefinida al momento del diseño. Este proceso permite que la energía de la colisión se absorba de manera gradual, lo que reduce la energia del impacto que se transmite a los ocupantes del vehículo.

Contrario a lo que se piensa, no es el vehiculo con las latas mas resistentes, el que logra ser mas seguro: lo es aquel que logre disipar la energia del impacto antes de llegar a la cabina donde estan los ocupantes, deformandose como si fuera un fuelle de acordeon.

En el diseño se utilizan aceros de alta resistencia para proteger algunas zonas, como el habitaculo y otros de menor resistencia en sitios especificos, para absorber los daños y obviamente la energia desarrollada del impacto. La participacion de los computadores y las pruebas de choque permiten encontrar el diseño y forma de la carroceria apropiados para lograr los mejores resultados.

Despues de un impacto, deben evaluarse los daños sufridos por la carroceria. Una correcta reparacion debe retornar al vehiculo sus propiedades iniciales. El correcto tratamiento de las partes afectadas, la correcta sustitucion de aquellas que por el daño recibido o por su imposibilidad de reparar deban ser reemplazadas y la apropiada proteccion ante la corrosion para toda la reparacion, son requisitos para garantizar un correcto desempeño ante una nueva colision.

QUE ES LA POTENCIA DE UN MOTOR.

La potencia es una medida de la capacidad de un motor para realizar trabajo en un período de tiempo determinado; por ejemplo, ir de un lugar a otro. En términos simples, se refiere a la cantidad de energía que el motor puede producir para mover el auto. La potencia se mide en unidades de caballos de fuerza (hp) o kilovatios (kW), y es una de las principales especificaciones que se utilizan para comparar diferentes motores. Quiere decir esto, que el auto con mayor potencia, dejando iguales todas las otras conciones, lo hara en el menor tiempo.

La potencia de un motor se calcula a partir de la cantidad de trabajo que puede realizar en un período de tiempo determinado. En un motor de combustión interna, la potencia se produce a través de la combustión de la gasolina o el diésel en el motor. Cuanto más combustible pueda quemar el motor en un período de tiempo, mayor será la potencia que pueda producir.

La potencia de un motor puede variar según varios factores, como el tamaño del motor, la eficiencia de combustión, la calidad de los materiales utilizados en la construcción del motor, y otros factores de diseño. La potencia también puede verse afectada por el uso y el mantenimiento del motor. Un motor que se utiliza y se mantiene adecuadamente tendrá una vida útil más larga y producirá una potencia más constante y confiable.

Es importante tener en cuenta que la potencia no es lo mismo que la velocidad. Un motor potente puede ser capaz de producir mucha energía, pero eso no significa necesariamente que el auto vaya a moverse más rápido. La velocidad del auto depende de otros factores, como la transmisión, la relación de transmisión, el peso del vehículo y la resistencia del aire.

En resumen, la potencia es una medida de la capacidad de un motor para producir energía en un período de tiempo determinado. Es una especificación importante a considerar al comprar un auto, pero no es el único factor que afecta el rendimiento y la velocidad del vehículo. Es importante tener en cuenta también otros factores como la eficiencia de combustión, la calidad de los materiales y el mantenimiento del motor para obtener un rendimiento óptimo del vehículo.