¿Podría Colombia reactivar una industria automotriz?

El retiro de General Motors como ensamblador del mercado colombiano abre el debate sobre si Colombia es o no una región propicia para el desarrollo de procesos industriales automotrices, o un país solo comercializador de vehículos importados, como lo hace Chile, por ejemplo.

Cabe anotar que tras el cierre de la planta de Colmotores (General Motors) en Colombia solo quedan hoy día dos plantas ensambladoras. De un lado Renault, con su instalación de Sofasa en el municipio de Envigado, cerca de Medellín, y que se dedica al armado de vehículos de pasajeros. Y la segunda, Fotón, orientada al montaje de vehículos comerciales de mediano tonelaje en Cundinamarca.

Por supuesto, alrededor de ambas también hay un ecosistema de empresas, mucha de ellas de mediano tamaño, que suministran algunas piezas y partes para ese proceso de ensamble en lo que se conoce como integración nacional.

De acuerdo con las cifras de la Cámara de la Industria Automotriz, con asiento en la Andi, en la actualidad existen más de 290 proveedores integrados a la cadena productiva en la industria automotriz y genera cerca de 357 mil empleos este cluster.

Cabe entonces preguntarse ¿debe Colombia dejar marchitar esta actividad industrial, o potenciarla?

El mercado interno automotor es pequeño. En su mejor momento logró ventas superiores a 300 mil unidades en un año, pero en lo recientes años una serie de factores lo han llevado a una disminución y los síntomas de recuperación aún son débiles, pero sí hay optimismo de quebrar esa tendencia por parte de los comercializadores que vieron, por ejemplo, en abril, un aumento de matrículas luego de 18 meses a la baja.

Pero también es importante señalar que se trata de un mercado con un bajo indicador de motorización (vehículos por cada 1.000 personas). Señala Invest In Colombia que este indicador es de 87 autos, cuando Argentina, por ejemplo,  cuenta con un índice de 227 vehículos. Y no solo son pocos los carros que circulan para el estándar de la región también son viejos, con promedios que superan los 17 años, y con mayor fuerza en los segmentos de vehículos de trabajo. Es decir,  hay espacio para crecer y renovar la flota.

Pero aún así, el mercado interno por si solo no es atractivo totalmente para impulsar una reactivación industrial automotriz en ensamble y/o fabricación. El camino se orienta hacia la conversión de Colombia en una plataforma de exportaciones, un hub desde el que las firmas automotrices y también los autopartistas locales y globales puedan llevar sus productos y servicios a los mercados de la región.

Latinoamérica, es un mercado que supera los 420 millones de habitantes. Quizá sin incluir a México o Brasil que tienen industrias con amplio desarrollo y, en el caso de este último país, una política proteccionista fuerte a su producción es posible pensar en una base industrial que desde un país como Colombia pudiera dar abasto a una buena parte de las necesidades de vehículos en la región.

No es utópico, Renault con su planta de Sofasa es un ejemplo de ello y hoy destina alrededor del 50% de su producción anual para atender 15 mercados en la región, con metas de extender esta red a cerca de 20 en el mediano plazo, aún con las dificultades logísticas que entraña tener la ensambladora en la región central de Colombia.

¿Por qué GM no apostó por este camino? Decisiones estratégicas que en algún momento podrán explicarse.

Pero la estrategia de ser plataforma exportadora requiere de un trabajo coordinado entre gobierno, empresa y también academia. Un marco regulatorio adecuado, que ofrezca beneficios y también genere responsabilidades, que sea propicio a la inversión de largo plazo. Unas acciones que solucionen o mitiguen los problemas logísticos para la importación y exportación de los bienes y productos generados por los ensambladores y/o fabricantes automotrices, estímulos y un entorno económico que permita a los ciudadanos adquirir o modernizar sus vehículos, proyectos de industrialización de largo plazo con vocación exportadora, mano de obra calificada, y otros factores.

Hubo un momento en la historia en el que Colombia tuvo tres firmas ensambladoras, y un poco antes, hasta fábrica de motores. ¿Será capaz el país y su dirigencia pública y privada de revitalizar una industria que no solo aporta un importante capital, también moviliza las capacidades técnicas, de investigación y desarrollo del talento humano?

Colombia ¿una tierra híbrida?

Toyota Corolla Hybrid

En medio de la desaceleración que ha marcado la venta y matrícula de carros nuevos en Colombia durante cerca de un año y medio (aunque las noticias de abril señalan una leve recuperación) la categoría de los vehículos que ahora denominan de nuevas energías, es decir eléctricos e híbridos, muestran un comportamiento totalmente diferente y muy positivo. En especial el segmento de los híbridos.

De acuerdo con los registros que mes a mes analiza y publica la Asociación Nacional de Movilidad Sostenible, Andemos, con base en los reportes de ventas y matrículas del Registro Único de Tránsito, RUT, solo en lo corrido de 2024 la comercialización de los modelos eléctricos e híbridos ha crecido casi el 91%, y entre estos los modelos de vehículos híbridos registran aumentos del 80 por ciento en la categoría de híbridos enchufables y del 106% en aquellos caracterizados como vehículos híbrido no enchufables.

De hecho al dar cuenta de las marcas líderes de ventas en todo el mercado automotor (todos los segmentos y categorías) el resultado sorprende. Hoy día es Toyota la marca que se sitúa en el primer lugar, destronando a emblemas tradicionales en esta posición como Renault y Chevrolet.

Y la explicación para ello está en la forma como la automotriz japonesa leyó la tendencia del mercado en Colombia y supo sacar ventaja del misma. Una marca que si bien es tradicional en el país, siempre había sido reconocida por sus modelos cuatro por cuatro tanto pick ups como SUV y se ubicaba en posiciones intermedias del ranking. Sin embargo el interés que han despertado los vehículos híbridos en un sector más amplio del mercado permitió a Toyota traer al país varios de sus modelos con esta tecnología y con costos relativamente asequibles convertirse en una alternativa para quienes buscan esta solución de movilidad.

En esta categoría de vehículos compiten hoy cerca de 8 marcas con diferentes modelos y también tecnologías dentro de las posibilidades de hibridación, partiendo desde los denominados híbridos ligeros o mild hybrid, los híbridos enchufables y los híbridos no enchufables.

El auge de los modelos híbridos hoy en Colombia tiene una primera explicación atada a las normas sobre la movilidad en las ciudades, y es que estos modelos, sin importar el nivel de hibridación, están exentos de la restricción de movilidad que impone el sistema de pico y placa.

Pero es válido señalar que muchos de sus propietarios también buscan una mayor eficiencia y menores gastos mensuales en su paso por una estación de servicio. Especialmente los modelos híbridos no enchufables ofrecen un rendimiento de combustible que en algunas marcas puede llegar hasta los 90 kilómetros por galón, gracias a la posibilidad de rodar en un modo eléctrico por una cantidad determinada de kilómetros, o alternar el trabajo del motor eléctrico con el impulso por el combustible tradicional, alargando así la frecuencia de tener que cargar gasolina y reduciendo costos, recorriendo mayores distancias con una tanqueada.

Y aunque el argumento de protección al medio ambiente no es el que más impulsa las ventas, también hay propietarios que tienen la suficiente conciencia para entender que con este tipo de vehículos aportan un grano de arena a esa imperiosa necesidad de ser más respetuosos con el ecosistema.

Pero el dinamismo de los vehículos híbridos en Colombia no está exento de polémicas. Desde muchos sectores, incluso en la misma industria automotriz, se está propugnando por generar una diferenciación en beneficios entre las diferentes tecnologías eléctricas e híbridas.

Para ello, sus promotores sostienen que los eléctricos que en su operación no generan CO2 tienen hoy beneficios iguales de cara al usuario que los modelos híbridos, y debería darse una mayor prelación a los primeros por su más notorio impacto benéfico sobre el medio ambiente. Y esta distinción, señalan, debe ser más fuerte cuando se trata de vehículos de hibridación ligera que realmente aportan la energía eléctrica a funciones de apoyo pero no a la tracción del vehículo.

El debate está abierto y se estima que en próximos meses podría darse una directriz desde el gobierno para generar beneficios diferenciales entre una tecnología y otra.

Sin embargo es claro que el auge de los vehículos híbridos ha comenzado a generar una importante conciencia de las ventajas de tener una movilidad más sostenible-los híbridos (no mil hybrid) generan anualmente en su operación entre 20 y 30% menos CO2 que un vehículo de combustión tradicional- y pueden ser considerados como el primer paso que da un propietario hacia una movilidad 0 emisiones.

Colmotores se va, pero sus modelos quedan en la historia automotriz de Colombia.

Tan solo hace unos días se conoció el anunció de General Motors de terminar su período como ensamblador de vehículos en Colombia, para reorientar su estrategia de manera exclusiva a la comercialización de sus modelos, importándolos desde diferentes orígenes: México, Brasil y Estados Unidos, como los principales.

Este cierre de la operación industrial da fin también a una empresa histórica en el sector automotor colombiano, la Fábrica Colombiana de Automotores, Colmotores.

Una idea que nació en un grupo de empresarios, encabezados por Germán Montoya, que querían aprovechar la iniciativa del gobierno para entregar exenciones tributarias a empresas que se orientaran a la industrialización de vehículos en el país.

Y en 1962 esta empresa abrió sus puertas y salieron de su línea de montaje los primeros vehículos ensamblados.

Autotest quiere rendir en este espacio un homenaje a esos industriales que crearon una empresa insignia de la historia motor de Colombia, y que por 68 años permitió que muchas personas, familias y empresas accedieran a modelos para su uso y disfrute. Estos son algunos de esos modelos emblemáticos que marcaron la historia de Colmotores y la de una Colombia sobre ruedas.

Un príncipe inglés rodó en uno de los primeros carrros ensamblados.

Colmotores inició su historia ensamblando modelos de la firma inglesa Austin. El Austin Gypsy o Gipsy, fue uno de los primeros modelos ensamblados por la en ese entonces naciente Colmotores y su planta de ensamble ubicada en el sur de Bogotá. Colombia fue, junto con Inglaterra y Nueva Zelanda, los únicos países en los que este modelo fue fabricado o ensamblado.

En Colombia el Austin Gipsy fue conocido como “El Montañero”, y entre sus ocupantes de honor tuvo al Duque de Edimburgo, el Príncipe Felipe, esposo de la Reina Isabel II, quien estuvo en Colombia para la inauguración de la planta.

Los salidos de la ensambladora colombiana tuvieron motor 2.1 litros, con una potencia de 62 caballos y tracción en sus cuatro ruedas

Con Austin la relación fue relativamente corta y su reemplazo fue la automotriz Chrysler, una de las tres grandes de Detroit.

Llega la era Chrysler.

Dodge Coronet. (imagen de www.elcarrocolombiano.com)

Con ella uno de sus modelos más populares fue el Dodge Coronet, se ensambló en la planta de Colmotores entre 1965 y 1967. Este vehículo correspondió a la tercera generación del modelo producido por Chrysler y que había visto la luz en el mercado mundial del automóvil en 1949. 3.6 litros, 145 caballos y 219 Newton Metro de torque, con una caja de tres cambios y reversa eran sus características principales

Otro de los carros importantes, y que marcó un hito en la historia automotriz moderna en Colombia fue el Simca 1000.

Este modelo llegaría para hacer parte de la historia de Colmotores, pero ya bajo la propiedad de la firma norteamericana Chrysler, que a mediados de 1969 presentó al mercado colombiano este pequeño y popular modelo europeo, y con la intención de llevar la solución automotriz a muchas más familias. El Simca 1000 contaba con un motor de 994 centímetros cúbicos que entregaba casi 50 caballos de potencia y tenía la capacidad de llevar sin problemas a una familia de 5 integrantes. Ese era el público al que le apuntaba la marca con este modelo ensamblado en el país.

De la época en la que Chrysler era la dueña de Colmotores también quedan en la memoria de muchos propietarios de vehículos en Colombia, modelos como el Dodge 100, el Polara o el Alpine.

Pero la historia de Colmotores da otro importante paso, cuando, a raíz de una profunda crisis financiera a finales de los años 70 del siglo pasado, Chrysler entra en una profunda reestructuración en la que decide salir de todas sus operaciones industriales fuera de Estados Unidos y en ese momento General Motors decide comprar a Colmotores para ensamblar sus vehículos en Colombia bajo la marca Chevrolet.

Y asume el control GM

Y arranca con un verdadero símbolo de los vehículos doble propósito, la pick up Chevrolet Luv, que realmente era un modelo de Isuzu, que en alianza con GM se comenzó a ensamblar en Colombia bajo el emblema Chevrolet.

Además del Chevrolet Luv, de la planta de Colmotores también salió a las calles de Colombia el modelo Chevrolet Chevette- que en realidad era de origen Opel-, de gran popularidad y que incluso en las votaciones que en su momento realizará un importante periódico nacional fue elegido años después como Carro del Siglo en Colombia.

También y producto de sus alianzas con Suzuki y Opel, más la consolidación con Isuzu carros como el Chevrolet Sprint, el campero Trooper, el pequeño y ágil Alto, el Swift, así como los modelos Corsa.

General Motors siempre ha desarrollado una importante estrategia de alianzas o adquisiciones, y esas también se reflejaron en Colombia. Es así como en el nuevo milenio su compra de Daewoo implicó que a Colmotores llegaran modelos como el popular Spark, que años después evolucionaría como Spark GT y el sedan Aveo, que se convirtió en por varios años en el carro de mayore ventas en el país.

En los años más recientes y en virtud de una importante inversión en la planta de estampación orientó su operación industrial al ensamble de modelos como el Sail y Cobalt y también a continuar montado los vehículos comerciales fruto de la alianza con Isuzu.

 Pero con una capacidad instalada que apenas utilizaba (9%) no era posible continuar con el proceso de ensamble y desde el pasado 26 de abril la Fábrica Colombiana de Motores (Colmotores) apagó sus máquinas y robots y dio por finalizada una época importante que deja un legado de modelos y de conocimiento adquirido que ojalá no se pierda para el bien de la industria en Colombia.

Ford Mustang celebra sus 60 años con nuevo modelo en Colombia.

El Ford Mustang llegó a sus 60 años de rodar de manera ininterrumpida por calles y carreteras del mundo, y a su séptima generación consolidando uno de los íconos del mundo motor  en el mundo.

El modelo que vio la luz de manera oficial al público en 1964 fue el proyecto con el que Lee Iacoca, para entonces cabeza de Ford y uno de los hombres más influyentes en la historia de la industria automotriz, quería hacer frente a su rival General Motors que tenía en el Corvette un modelo atrayente para un público joven al que Ford aún no había podido cautivar

Con sus 2.8 litros, motor de 6 cilindros en línea y caja de 3 marchas, el Ford Mustang nación, y costaba un poco menos que un Volkswagen Escarabajo de la época. Así, el proyecto que estimaba vender 100 mil unidades al año logró ventas superiores a 400 mil y no paró de crecer. Y es hoy uno de los autos más aspiracionales que cualquier entusiasta de los motores puede desear. Y en los últimos 10 años se ha convertido en el vehículo deportivo de mayores ventas globalmente.

La influencia del Mustang ha trascendido el ámbito automotriz. Con más de 3.000 apariciones en películas y videos musicales de renombre, el máximo ícono de Ford se ha convertido en un símbolo cultural, una leyenda de la velocidad, el estilo y la rebeldía. Desde «Bullitt» pasando por » 60 Segundos» hasta “John Wick”, el “Pony Car” ha sido el vehículo estrella en numerosas producciones cinematográficas, encarnando, la elegancia y el poder que evoca este vehículo.

60 años y 7 generaciones

Y la celebración de los 60 años del Ford Mustang en Colombia no podía ser de otra manera que presentando una nueva generación- la séptima- de este modelo. Es así como Ford Colombia presentó en días recientes el Ford Mustang GT Premium con Paquete Performance, que llega con una potencia de 486 caballos y un torque de 567 Nm, gracias a su motor Coyote 5.0L Ti-VCT V8 de cuarta generación. Este propulsor está asociado a una transmisión automática SelectShift de 10 velocidades, un conjunto que, señalan los voceros de la marca en el país, está diseñado para ofrecer un rendimiento de alta prestación tanto en carreteras urbanas como en pistas de alta velocidad.

Esta séptima edición del Mustang equipa seis modos de conducción que pueden ser calibrados a gusto del conductor, escogiendo desde la asistencia a la dirección eléctrica, la sensibilidad del acelerador, la rigidez de la suspensión y el rugido del escape, hasta la apariencia del panel de instrumentos para diferentes situaciones de conducción.

Como se trata de un modelo pensado para ofrecer todo su desempeño en condiciones de máxima exigencia cuenta con elementos como el nuevo freno de estacionamiento electrónico Drift Brake, que permite realizar maniobras de derrape controladas desde las ruedas traseras, siendo otra novedad que amplía el abanico de técnicas de conducción.

Así es por dentro y por fuera

En materia de diseño, la cabina del Mustang es totalmente nueva, inspirada en aviones de combate, y diseñada para brindar un nivel de tecnología y conectividad con pantallas de 12,4 y 13,2 pulgadas, del cuadro de instrumentos y el sistema Sync 4 multimedia, respectivamente, y que forman un paquete único, con una variedad de opciones de personalización.

El tablero de instrumentos permite seleccionar colores y gráficos personalizados, con animaciones de alta definición inspiradas en los juegos, incluidos clásicos indicadores Mustang. También se puede configurar para funcionar junto con la pantalla táctil de 13,2″ del sistema multimedia y formar así una sola pieza. El paquete también incluye GPS a bordo, Android Auto y Apple CarPlay inalámbricos, cargador de inducción y sonido B&O de alta calidad.

El volante deportivo calefactado, forrado en cuero y de fondo recto ofrece un excelente agarre. Los asientos, parcialmente de cuero, tienen ajustes eléctricos, ventilación y calefacción. Otra característica nueva es el Remote Kev, que brinda la función de aceleración remota del motor con la llave que permite arrancar y acelerar el motor revolucionándolo hasta 5.000 rpm.

Los asientos, parcialmente de cuero, son ventilados y calefactados, con ajuste eléctrico en seis posiciones para el conductor y cuatro posiciones para el pasajero. El freno de mano también está acabado en cuero. Los espejos exteriores proyectan en el suelo la imagen del logo de Mustang cuando el vehículo está abierto.

En su diseño externo presenta una apariencia atlética y esculpida que combina líneas modernas y estructuradas con elementos clásicos del modelo original de los años 60, abriendo un nuevo capítulo en la historia del ícono. El frente está marcado por una nueva parrilla, faros completamente LED y toma de aire en el capó, la parte trasera en forma de cuña presenta nuevas luces traseras de tres barras que terminan con un spoiler pintado del mismo color de la carrocería.

Seguridad

En términos de seguridad, el Mustang cuenta con un equipamiento completo que incluye ocho airbags, sistema de frenado de emergencia, monitor de punto ciego (BLIS) y cámara y sensor de reversa, entre otras características diseñadas para garantizar la protección de los ocupantes en todo momento, como es la asistente de maniobras evasivas, además de control de crucero adaptativo con Stop & Go, frenado autónomo de emergencia, asistente de mantenimiento y centrado en carril, entre otros.

Disponibilidad y Precios

El nuevo Ford Mustang está disponible en Colombia con un precio sugerido de venta al público de $249.990.000. Cuenta con una garantía de 3 años sin límite de kilometraje e incluye los 3 primeros mantenimientos que hacen parte del programa de mantenimiento Ford.

La recuperación de las ventas de carros podría darse sobre el final del año.

Oliverio Garcia. Presidente Andemos.

Aunque las ventas de carros nuevos en Colombia pasan por una coyuntura marcada por la desaceleración en comercialización y matrículas, el sector es optimista que sobre el final del año, especialmente en el último trimestre esta tendencia se revierta y de nuevo los indicadores de crecimiento pasen a cifras en negro.

Así lo plantea en diálogo con Autotest el presidente de la Asociación Nacional de Movilidad Sostenible, Andemos, Oliverio García. El directivo gremial explica que si bien el 2023 y el primer trimestre del presente año aún reflejan caídas en las ventas- del 13% entre enero y marzo 2024- estas disminuciones son cada vez menos fuertes, y por ello es posible estimar que en la última parte de 2024 podrían presentar los primeros números de crecimiento general del mercado, claro está en cifras aún modestas, pero crecimiento, al fin y al cabo.

Para todo el año el gremio considera que pueden sumarse unos 190.000 vehículos vendidos y matriculados en Colombia.

¿Qué factores del entorno están comportándose de manera favorable para avanzar en un proceso de paulatina tendencia hacia el crecimiento de las ventas en el mediano plazo? Desde Andemos señalan en primer lugar las recientes reducciones de las tasas de referencia por parte del Banco de la República, unas medidas que, si bien aún no son suficientes para motivar la venta plena de vehículos, sí van en la dirección correcta que el mercado necesita para pensar en el futuro en unas menores tasas de interés para la financiación de compra de vehículo nuevo.

Un segundo factor positivo que puede contribuir a consolidar un entorno favorable a la venta de carros nuevos en Colombia está en el lado de la tasa de cambio, un precio que se ha comportado de manera estable e incluso a la baja en las últimas semanas y que es importante por la fijación de los valores de vehículos en la venta final unas semanas o meses más adelante.

Y de manera relacionada con el factor mencionado de tasa de cambio, el precio de los vehículos también presenta tendencias a reducción, una vez superada la condición de escasez de oferta generada en el mercado mundial por la pandemia del Covid-19 y que llevó a que las marcas no generaran estrategias de descuento ni ofertas comerciales, por el contrario, generó un incremento de precios ante la escasez de oferta y la necesidad de la demanda por este bien durable.

Pero, así como existen factores que permiten el optimismo, también se presentan elementos que aún llevan a la cautela a los empresarios y líderes del sector. Y quizá el más relevante es la generación de confianza en los consumidores.

Explica Oliverio García que la venta de carros nuevos, como la decisión de compra de cualquier bien durable está muy influenciada por la percepción de confianza que el potencial comprador, el consumidor, tenga sobre su situación económica en el futuro, y esta confianza está basada en buena medida en las señales que propicia el entorno económico, y, para el caso colombiano, pese a los buenos avances que se observan en los denominados fundamentales de la economía, los anuncios y decisiones que se toman desde el gobierno nacional en torno a cuestiones claves en algunos procesos de reformas generan incertidumbre y propician un espacio en el que muchos consumidores dudan o definitivamente aplazan decisiones de compra o inversiones.

Las nuevas energías están para quedarse

Y aunque el panorama general de las cifras de ventas y matrículas de carros nuevos en Colombia todavía no es positivo, una categoría de estos sí muestra un comportamiento contrario a la tendencia general y sus ventas suben. Se trata de los vehículos denominados nuevas energías como los eléctricos, los híbridos y los híbridos enchufables.

De hecho en los últimos tres años su crecimiento ha sido constante y la penetración en el mercado es cada vez mayor. En 2022 representaban el 10% del mercado automotor total. Para 2023 esta participación se incrementó al 17%. Y en el primer trimestre de 2024 ya suman el 23% del mercado total (en abril la participación subió al 25%).

Cada vez estas tecnologías están tomando más fuerza, y podríamos cerrar el 2024 con una participación del 30%.

Oliverio García, presidente Andemos