BUEN USO DEL AIRE ACONDICIONADO.

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El aire acondicionado en los autos dejó de ser considerado, por fortuna, un elemento de lujo por el que había que pagar un dinero extra, y ya en prácticamente todas las versiones y gamas se incorpora como sistema de serie. Se trata no solo de un sistema que brinda comodidad al conductor y los acompañantes, es, especialmente, un elemento de seguridad en la conducción.

Y es que la temperatura elevada al interior del auto mientras se conduce puede generar efectos como la somnolencia, la incomodidad y mala disposición al momento del manejo, y, además, aumenta el tiempo de reacción del conductor para decidir sobre una situación de manejo, ocasionando un serio riesgo de incidentes y accidentes en la vía. Por eso es importante establecer una correcta gestión del aire acondicionado para que pueda cumplir su función de ofrecer un ambiente cómodo que facilite la concentración durante la labor de manejo.

Es importante recordar que al activar el aire acondicionado este utiliza un porcentaje de la potencia del motor para su operación y por eso se presenta un aumento en el consumo de combustible que en promedio puede ser un 5%. Por eso la eficiencia en su uso también es fundamental para cuidar el bolsillo.

Algunas recomendaciones básicas para disfrutar las ventajas de este sistema y hacerlo de la manera más eficiente posible:

  • Si el vehículo ha estado estacionado en el exterior y expuesto a las altas temperaturas abra las puertas y ponga a funcionar el aire acondicionado en una baja potencia durante un par de minutos. Una vez iniciada la marcha mantenga las ventanillas abajo durante otros minutos más antes de alcanzar una buena velocidad, y una vez este en el rango de velocidad adecuado, suba los vidrios de las ventanas para aprovechar la potencia y la recirculación de aire internamente y pueda este refrescar el habitáculo. Recuerde que circular con las ventanas abajo no solo le hace perder eficiencia al aire acondicionado, también genera una resistencia en el desplazamiento del carro con el aire externo que hace que el motor deba revolucionarse más para mover el vehículo y por lo tanto aumentar aún más el consumo de combustible.
  • Mantenga una temperatura entre los 20 y los 23 grados centígrados para que así el consumo también sea moderado y la sensación térmica al interior del habitáculo permita un viaje agradable, sin riesgos por temperaturas extremas (a la baja o más altas) que afectan el tiempo de reacción y la toma de decisiones.
  • No dirija el flujo del aire con las rejillas de salida directamente hacia los ocupantes del automotor (cabeza o pecho). Posicione las rejillas orientadas hacia el techo del vehículo El aire frío al ser más pesado bajará de manera uniforme abarcando toda el área interna del carro y brindando una mejor sensación térmica a los pasajeros en el automotor.
  • Mantenga las rejillas libre de polvo o cualquier tipo de residuo Esto no solo permite una circulación de aire limpio sino también con un mayor caudal y por lo tanto la labor de refrescar el ambiente será más óptima.
  • Una medida de acción preventiva para evitar potenciales daños en el sistema es encender el aire acondicionado por lo menos 5 minutos a la semana (si es una época en la cual no utiliza el sistema por condición climática) para que así el aceite pueda circular en el compresor que presuriza el gas y lubricar el sistema para así evitar que juntas o cauchos se agrieten.
  • Utilice la opción de recirculación. Esto permitirá enfriar mas rápidamente el aire interior y le dará un menor consumo de combustible. También evita el ingreso de malos olores del exterior en especial cuando conduzca en zonas de alta contaminación como túneles o caminos polvorientos. No olvide periódicamente quitar esta opción para permitir la renovación del aire interior con aire fresco de afuera.
  • Haga, con un experto, una revisión del sistema, por lo menos cada año para comprobar el estado de carga de gas, el funcionamiento de los distintos componentes que lo conforman y para verificar que ningún elemento tenga fallas o desgastes que luego generen problemas mayores y costosos de reparar.

Turbo, más potencia con motor más pequeño.

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En el mercado automotor actual es creciente la tendencia a encontrar oferta de modelos con la característica de estar equipados con una motorización turbo. Vehículos en prácticamente todos los segmentos del mercado ofrecen esta posibilidad, que brinda un mejor desempeño, una mejor sensación de conducción y también es una fortaleza en temas de consumo de combustible y menores emisiones de gases al medio ambiente.

El motor convencional atmosférico toma aire del exterior para llevarlo al colector de admisión y allí introducirlo en la cámara de combustión para generar la mezcla de aire y combustible que se enciende con la chispa generada por la bujía en la carrera ascendente de los cilindros y generar la explosión que desencadena el movimiento de pistones, bielas y cigüeñal para transmitirlo finalmente a las ruedas y dar avance al vehículo.

El motor equipado con un sistema de turbo no solo utiliza el aire que “chupa” del medio ambiente. Además, utiliza una ayuda adicional con los gases de escape que se generan tras el proceso de combustión para propiciar un mayor flujo de aire para la mezcla.

El sistema tiene dos componentes principales, una turbina y un compresor.  Cuando se presente la combustión se generan los gases que en el motor atmosférico convencional circularían por el sistema de escape para su expulsión. Pero en un vehículo con motorización turbo estos gases de escape recirculan a través del turbo haciendo girar esa turbina que en su movimiento genera una cantidad de aire adicional con una velocidad y una presión mucho mayor y que es llevado al sistema colector de admisión en el motor. Así se enriquece la mezcla de aire que llega hasta la cámara de combustión y se obtiene un mayor rendimiento en la entrega de potencia y par motor.

El sistema de turbo compensa la pérdida que tiene un motor convencional en el ingreso de aire a la cámara por el rozamiento de conductores y colectores en el motor con la generación de ese mayor volumen de aire que produce.

 El desarrollo de sistemas turbo en los motores ha permitido que los fabricantes automotrices puedan presentar al mercado alternativas de vehículos con motores de bajo cubicaje y menor peso,  pero con desarrollos de potencia que en motores convencionales solo podrían ser posibles con bloques de 2 litros en adelante.

Menos combustible y menos emisiones

Los motores que tienen un sistema de turbo son máquinas que generan un menor consumo de combustible. Al comparar estos motores y la potencia que generan con los aquellos motores atmosféricos convencionales de mayor cilindrada e igual potencia se encuentra que el motor turbo puede propiciar un ahorro aproximado de un 15% a 20% en consumo de combustible.

Y ese menor consumo de combustible es también una ventaja al entregar menos emisiones al medio ambiente. De manera adicional se debe revolucionar menos para lograr la potencia y el torque adecuado, otro factor que genera un menor consumo de combustible y por lo tanto menores emisiones.

Mantenimiento básico

El buen estado y la vida útil del turbo del vehículo dependen del cuidado al que se someta.

Y uno de los principales factores para su buena conservación en el tiempo es la lubricación. Por eso la primera recomendación es seguir la recomendación del fabricante en cuanto al tipo de aceite que debe usarse en el carro a fin de propiciar las condiciones óptimas para lubricar el sistema.

Ya en materia de manejo es importante no realizar maniobras de aceleración brusca en frío, cuando el motor no ha alcanzado la temperatura ideal para que todo el sistema se encuentre bien lubricado.

Tampoco es aconsejable hacer subir las revoluciones de manera exagerada con el motor en posición de ralentí.

Y una ultima, use gasolina Extra si el vehículo la requiere. No usarlo significaría graves daños al motor en el mediano plazo.

La revisión técnico mecánica, una obligación que preserva la seguridad vial.

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Desde el año 2009 los vehículos automotores que transitan en territorio colombiano deben presentar de manera periódica el certificado de revisión técnico mecánica y de gases. No es algo nuevo ni complejo para los propietarios de los automóviles. Sin embargo es un procedimiento que desafortunadamente es evadido por un alto número de dueños de vehículos particulares y públicos. Poco más del 50 por ciento de los vehículos que deben contar con este certificado no lo tienen y ruedan sin conocer la realidad del estado de sus vehículos.

Al momento de pensar en la compra y venta de un carro usado uno de los requisitos fundamentales para que la negociación llegue a buen término es que el vehículo tenga un certificado de revisión técnico mecánica y de emisión de gases vigente y expedido por un ente válido. Por eso,  una de las recomendaciones en este tipo de negocios es verificar en el Registro Único Nacional de Tránsito (Runt),  que el documento si tenga la validez respectiva y no se trate de un fraude solo con el propósito de esconder la omisión para poder así ofrecer el carro en el mercado usado.

Cabe recordar que la revisión técnico mecánica es una obligación de los propietarios de vehículos que se encuentra sustentada en la Ley 769 de 2009,  y su objetivo está orientado a garantizar las condiciones mínimas de seguridad físicas y mecánicas de los vehículos que transitan de manera cotidiana en el país,  tanto autos como motocicletas. También es un procedimiento importante como mecanismo para buscar la reducción de la accidentalidad, especialmente la que es ocasionada por eventuales fallas mecánicas en los vehículos.  Y un tercer objetivo busca reducir las emisiones de gases contaminantes a la atmósfera por parte de las fuentes móviles.

La revisión técnico mecánica y de gases que debe realizarse por personal capacitado e idóneo en los centros de diagnóstico autorizados (CDA) contempla una serie de procedimientos, análisis y observaciones del estado físico y el funcionamiento de diferentes sistemas del vehículo. En la revisión los técnicos encargados del centro de diagnóstico evalúan:

  • Carrocería.
  • Estado de frenos.
  • Dirección.
  • Suspensión.
  • Sistema de señales visuales y audibles.
  • Conjunto de vidrios de seguridad.
  • Nivel de emisión de gases en ralentí y en velocidad crucero (pruebas estáticas no se hace en prueba de ruta).

¿Cada cuánto debe hacerse la revisión?

Para los vehículos particulares la primera revisión técnico mecánica y de gases debe hacerse 6 años después de la fecha de matrícula inicial (que puede ser en un año diferente al año modelo) Y luego cada año.

Si se trata de un vehículo para transporte público esta primera revisión se hace dos años después de la fecha de matrícula inicial y luego cada año.

Por su parte las motos deben someterse a la primera inspección a los dos años de su matrícula y luego cada año

Si bien aquí, en Autotest, realizamos inspecciones técnicas y de alto nivel profesional a los vehículos para un proceso de compra y venta, estas no se pueden asimilar a la revisión técnica mecánica y de gases.  Somos un complemento para hacer más transparente e informada su decisión de negocio

Para adelantar la RTM de acuerdo con la obligación legal puede consultar el listado de centros autorizados en el Runt y acudir a uno de ellos para que así tenga la certeza que el proceso y el documento expedido cumple con las determinaciones legales y pueda rodar tranquilo.

Los inyectores y su papel en la combustión

En recientes semanas hablábamos en este espacio del proceso de combustión que se da en el motor y que desencadena los movimientos en pistones y cigüeñal para dar movimiento al vehículo.

Pues este proceso no sería en absoluto posible si a la cámara de combustión no llega la cantidad correcta de combustible para que reaccione en la mezcla con el aire y, ante la chispa de la bujía o la compresión en el motor diésel, se encienda y haga explosión.  Y para que este combustible llegue en el momento correcto y la cantidad precisa, en los vehículos modernos es fundamental el trabajo de los inyectores.

Estos elementos tienen la tarea de entregar en cada cilindro la cantidad precisa de combustible en un momento determinado de la carrera del pistón, para alimentar la mezcla y generar la combustión. Esta entrega de combustible tiene dos condiciones. La primera es que debe llegar lo más pulverizado posible, es decir las gotas deben ser muy finas para que así mucha más superficie del combustible pueda mezclarse con el aire (oxígeno) que llega al cilindro y la combustión sea más eficaz. La segunda característica de esta labor es que debe hacerse en el momento correcto de los ciclos de combustión.

Los inyectores funcionan como una especie de electroválvulas y están en capacidad de abrirse y cerrarse cientos de veces, accionados por un pulso eléctrico,  durante cada ciclo llevando ese combustible pulverizado bien sea al conducto de admisión o a la cámara de pre combustión, dependiendo si se trata de un sistema de inyección directa o un sistema de inyección indirecta.

En el desarrollo de este elemento los primeros inyectores eran mecánicos, característicos de los vehículos diésel especialmente, y que paulatinamente fueron reemplazados en estos autos por el sistema de de riel común (common rail). Luego surgieron los inyectores electrónicos que están dotados de sensores que envían información a la unidad de control el computador del carro y este así puede determinar el momento de apertura la cantidad de combustible y el nivel de presión para que pueda ser lo más fino posible cuando es inyectado a la cámara. Con este avance la inyección se popularizó tanto en autos a diésel como carros a gasolina.

Directa e indirecta

Por su parte en cuanto al sistema o forma como el combustible llega a la cámara de combustión existen dos sistemas de inyección que ya habíamos mencionado un poco antes, y aquí lo explicamos de manera sencilla:

La inyección indirecta: con este sistema el combustible es entregado fuera de la cámara de combustión, en el múltiple de admisión, y el combustible ingresa a la cámara tras mezclarse con el aire.

Con la inyección indirecta el nivel de emisiones es menor, la construcción del motor es más económica para el fabricante, y es menos exigente el proceso y los tiempos de limpieza de los inyectores al estar alejados de la cámara de combustión.

Pero este sistema también presenta algunos inconvenientes, por ejemplo, el funcionamiento del motor es un poco menos estable, el arranque en frío es más difícil, la entrega de combustible no es tan precisa, y se da un mayor consumo de combustible.

La inyección directa: el combustible llega directamente a la cámara con la presión y el nivel de pulverización adecuado para hacer eficiente el encendido de la mezcla.

En el caso de la inyección directa se presenta un menor nivel de consumo de combustible. Es posible desarrollar motores con un mayor nivel de compresión. El arranque en frío es más fácil. El motor en los regímenes bajos funciona con mayor estabilidad.

Entre sus desventajas se encuentran un mayor nivel de emisiones y por tanto el diseño del motor conlleva también la incorporación de sistemas y piezas que contrarresten esta situación para evitar esa expulsión de gases al ambiente, de manera relacionada con lo anterior se presentan mayores costos en la fabricación del bloque motor, también el sistema exige que la limpieza de los inyectores para que su funcionamiento sea óptimo sea mucho más frecuente.

Prevención en el manejo diario

Tanquee el vehiculo en estaciones que sumnisitren combustible confiable. El inadecuado filtrado y mantenimiento de los equipos encargados del tanqueo pueden permitir un alto nivel de impuerezas que pueden terminar en el tanque de su vehiculo.

Utilice aditivos para la limpieza de los inyectores con periodicidad o verifique que el combustible que usa tenga en su paquete de aditivos uno que cumpla con esta función.

Nunca utilice la reserva de combustible. Esta tiene impurezas que van asentándose en el tanque y pueden llegar a los inyectores. Tanque nuevamente cuando este a punto de llegar al nivel de reserva.

Realizar el cambio de filtro de combustible en los intervalos de tiempo señalados por el fabricante y por elementos de calidad probada.

Cuando sea necesario limpiar los inyectores, acudir a expertos en el tema que cuentan con la pericia y los elementos necesarios para cumplir bien con esta delicada tarea.

Motores en Línea o en V, ¿que son?

Cuando hablamos del motor (en este caso motores de combustión interna) de inmediato se piensa en la parte del vehículo que es su corazón, el componente que da vida y anima el movimiento del automotor. Una pieza que está conformada por una serie de partes y componentes que, al funcionar de manera sincronizada, permiten convertir la energía calórica producida por la combustión que proporciona la mezcla de aire y combustible, en energía mecánica  para darle movimiento al carro.

Y al leer la ficha técnica de un vehículo se encuentra una descripción de la configuración o tipo de diseño que los ingenieros le dieron al bloque de motor, y ahí se puede encontrar si se trata de motor en línea, o motor en V, como los más comunes, o una tipología especial como el motor rotativo, por ejemplo.

En el desarrollo de la ingeniería automotriz y la ingeniería mecánica en los más de 100 años que tiene de vida el invento del carro con su motor de combustión, son muchos los desarrollos y diseños que se han generado para hacer de esta pieza central del vehículo un elemento cada vez más eficiente.

Los motores se pueden clasificar de varias maneras. En este artículo hacemos referencia a algunas de ellas. Así se pueden encontrar.

Cilindros en línea: son aquellos motores en los que se sitúan los cilindros uno detrás de otro. Su posición en el habitáculo del motor puede ser longitudinal o transversal. Con esta configuración se pueden encontrar vehículos desde 3 cilindros en línea hasta 6 cilindros en línea como las configuraciones más comunes bajo esta arquitectura.

Cilindros en V: en esta presentación los cilindros están dispuestos en un diseño que forma una V y pueden tener diferentes ángulos de inclinación. Estos motores son identificables especialmente en carros que tienen un alto nivel de prestaciones, autos deportivos. Con esta disposición es posible ubicar en el habitáculo del motor máquinas desde 6, 8, 10 o incluso 12 cilindros (V6, V8, V10, V12). Para los diseñadores y constructores automotrices este tipo de configuración ofrece ventajas en cuanto a la posibilidad de hacer bloques más compactos y aprovechar mejor el espacio del vano motor y disponer así el mayor número de cilindros de acuerdo con el objetivo del rendimiento y el comportamiento dinámico del automotor, incluso también muy útil ese aprovechamiento del espacio para el momento de una intervención mecánica.

Motor Boxer: o también conocido como motor de cilindros opuestos. La posición de sus pistones forma un ángulo de 180 grados. O de manera más gráfica, están colocados en una posición horizontal, cada cabeza de pistón mirando hacía uno de los lados , y . Con este diseño los fabricantes de vehículos obtienen el beneficio de un bajo centro de gravedad del automotor y una mayor estabilidad en los momentos de conducción.

Rotativo: es un tipo de configuración especial que solo se ha usado en algunos modelos y quizá los más conocidos han sido utilizados por Mazda. En este motor en la cámara de combustión no existe un pistón sino un rotor que gira de manera constante. Este rotor tiene sus vértices en contacto con el estator o cavidad que hace las veces de cámara de combustión. Así, gracias a ese giro constante siempre tendrá tres compartimientos estáncos que van a estar cada uno en una de las fases del proceso de combustión (admisión, combustión o expulsión de gases) El giro transmite la fuerza de su movimiento a un cigüeñal  con un centro único alrededor del cual gira 

Aunque está formado por un menor número de piezas móviles y también evita fuertes vibraciones en su operación, tiene el problema de generación de emisiones altas, especialmente para los parámetros actuales en los que la preservación del medio ambiente es crucial en la industria automotriz. No es un motor para nada común.

Gasolina o diésel

También los motores se pueden clasificar de acuerdo con el combustible que usan.

Así se encuentran entonces los motores a gasolina que utilizan este hidrocarburo, que al mezclarse en el cilindro con el aire y tras un proceso de compresión por el pistón, se enciende mediante la chispa producida por la bujía, que provoca la explosión de la mezcla y genera el movimiento del pistón en carrera descendente para transmitir esta fuerza del movimiento al cigüeñal y de allí a las ruedas para que el carro tenga desplazamiento.

También puede tratarse de un motor que funciona con diésel. Este combustible, a diferencia de la gasolina, no se enciende mediante una chispa que salta de la bujía a la mezcla de aire y combustible. Con el diésel la combustión o encendido de la mezcla se logra mediante un mayor nivel de presión sobre la mezcla al interior de la cámara de combustión por eso las relaciones de compresión son mayores en este tipo de motor (relaciones de comprensión superiores a 10:1). Son motores que tienen un mayor par que los motores a gasolina y pueden ser más eficientes, pero también pueden generar mayor nivel de emisiones.

Y llegó el turbo

En los últimos años se ha vuelto más popular el uso del turbo en los motores con el fin de lograr mayor nivel de prestaciones en máquinas cada vez más pequeñas en cuanto a su cilindrada.

De manera básica un motor turboalimentado lo que hace es recibir no solo el aire a la presión del ambiente si no que tiene una ayuda adicional con el turbocargador, que inyecta mayor cantidad de aire a una presión forzada mecánicamente, lo que permite al motor quemar más combustible al tener mayor presencia de oxigeno y así puede generar una mayor potencia y tener un mejor desempeño a menores revoluciones.

Con un motor turbocargado es posible que vehículos con cilindradas desde 1.0 a 1.5 litros, por ejemplo, obtengan prestaciones de autos atmosféricos de 2.0 litros o un poco más.