En un entorno complejo, autopartistas ven con optimismo el segundo semestre de 2024.

Carlos Andres Pineda. ASOPARTES.

La industria de la autopartes enfrenta en la actualidad un contexto de desarrollo de su actividad que está marcado por una desaceleración, luego de vivir dos años muy buenos en crecimiento de la venta de piezas y partes.

De acuerdo con lo explicado a Autotest por Carlos Andrés Pineda Osorio, presidente ejecutivo de la Asociación del Sector Automotor y sus Partes, Asopartes, mientras en 2021 y 2022 los crecimientos en comercialización fueron del 45% y 35% respectivamente, en 2023 el crecimiento fue solo de 6,7%, pero con una inflación superior al 10% lo que se traduce en un decrecimiento real al no superar esa cifra de inflación. Y se trata de un proceso que en el año en curso se ha acentuado.

El directivo gremial explica que entre los factores que explican este comportamiento se encuentran la ya señalada inflación, igualmente el comportamiento del dólar y anota que el 92% del producto que comercializa el sector autopartista está atado a los mercados internacionales y por supuesto a las importaciones, y en ese sentido se evidencia una caída en los niveles de facturación que ya se contabiliza en un 10% en un promedio del mercado, enfatiza Carlos Andrés Pineda.

“Realmente el sector tiene una afectación y una afectación grave por la falta de política industrial y por la falta de política comercial en el sector de automóviles en Colombia que nos preocupa”.

Y el reciente cierre del proceso industria que General Motors adelantaba en Colombia, a través de su planta Colmotores profundiza aún más un panorama complejo porque, reconoce Carlos Andrés Pineda, el entorno de producción industrial automotriz en Colombia no es fácil. El mercado interno, aunque tuvo momentos de más de 300 mil unidades, es hoy pequeño y una recuperación a esos niveles de hace unos 8 a 10 años no se hace de la noche a la mañana, y algunos países en la región ya tienen una ventaja ganada, y han estructurado un mercado amplio y con ello cadenas industriales fuertes. “Hoy nuestra industria nacional no es tan competitiva en precios, ni competitiva en volúmenes de producción”

Además, plantea que si bien en el momento desde el gremio no conocen cierre de empresas relacionadas directamente con la terminación del proceso de ensamblaje de General Motors en el país y en Ecuador, no se descartaría totalmente esto. Pero también señala que lo más probable es que muchas de las empresas que proveían partes y piezas de ensamble a la automotriz americana migren hacia el desarrollo y abastecimiento de OEM para suplir las necesidades de los vehículos que hoy ruedan por las vías del país, o la exportación a otros mercados.

Optimismo con reducción de intereses

Si bien el panorama tiene una alta carga de complejidad, también hay optimismo hacia el segundo semestre del año que, gracias a las medidas tomadas por el Banco de la República (Emisor) de comenzar a disminuir su tasa de interés de referencia, este comportamiento llegue a la banca comercial y apoye un proceso paulatino de recuperación de las ventas.

Pero también Asopartes llama la atención en un tema que considera fundamental abordar para lograr nuevamente unos niveles de comercialización de carros importantes en el país. Y se trata de la carga impositiva sobre los vehículos. Explica el director ejecutivo del gremio que hoy día entre un 62% a 70% del valor de un carro se están destinando para el tema de impuestos y con esos niveles es muy difícil poder fomentar una mayor motorización.

En las motos hay una oportunidad

En medio del panorama convulso que enfrenta en este momento la comercialización y producción de vehículos tipo automotor en Colombia, una luz de esperanza para la industria de la movilidad está en los vehículos de dos ruedas.

En este sentido Carlos Andrés Pineda explica que si bien el año 2023 también las motocicletas tuvieron un comportamiento a la baja en sus ventas, durante lo corrido de 2024 y al cierre del primer cuatrimestre se empezaron a ver cifras positivas de crecimiento en los niveles de comercialización de este tipo de vehículos, y bajo esta óptica ve un futuro interesante para muchas empresas de la cadena, por ejemplo vía la transformación de su foco de negocio hacia la producción de piezas y partes para la industria de la moto, tanto piezas para ensamble, como partes y productos para el mercado OEM.

“Las 8 ensambladoras que existen en el país, muestran un sector diferente y un sector mucho más dinámico y que puede tener avidez de proveeduría de partes y piezas para estos vehículos”.

Colmotores se va, pero sus modelos quedan en la historia automotriz de Colombia.

Tan solo hace unos días se conoció el anunció de General Motors de terminar su período como ensamblador de vehículos en Colombia, para reorientar su estrategia de manera exclusiva a la comercialización de sus modelos, importándolos desde diferentes orígenes: México, Brasil y Estados Unidos, como los principales.

Este cierre de la operación industrial da fin también a una empresa histórica en el sector automotor colombiano, la Fábrica Colombiana de Automotores, Colmotores.

Una idea que nació en un grupo de empresarios, encabezados por Germán Montoya, que querían aprovechar la iniciativa del gobierno para entregar exenciones tributarias a empresas que se orientaran a la industrialización de vehículos en el país.

Y en 1962 esta empresa abrió sus puertas y salieron de su línea de montaje los primeros vehículos ensamblados.

Autotest quiere rendir en este espacio un homenaje a esos industriales que crearon una empresa insignia de la historia motor de Colombia, y que por 68 años permitió que muchas personas, familias y empresas accedieran a modelos para su uso y disfrute. Estos son algunos de esos modelos emblemáticos que marcaron la historia de Colmotores y la de una Colombia sobre ruedas.

Un príncipe inglés rodó en uno de los primeros carrros ensamblados.

Colmotores inició su historia ensamblando modelos de la firma inglesa Austin. El Austin Gypsy o Gipsy, fue uno de los primeros modelos ensamblados por la en ese entonces naciente Colmotores y su planta de ensamble ubicada en el sur de Bogotá. Colombia fue, junto con Inglaterra y Nueva Zelanda, los únicos países en los que este modelo fue fabricado o ensamblado.

En Colombia el Austin Gipsy fue conocido como “El Montañero”, y entre sus ocupantes de honor tuvo al Duque de Edimburgo, el Príncipe Felipe, esposo de la Reina Isabel II, quien estuvo en Colombia para la inauguración de la planta.

Los salidos de la ensambladora colombiana tuvieron motor 2.1 litros, con una potencia de 62 caballos y tracción en sus cuatro ruedas

Con Austin la relación fue relativamente corta y su reemplazo fue la automotriz Chrysler, una de las tres grandes de Detroit.

Llega la era Chrysler.

Dodge Coronet. (imagen de www.elcarrocolombiano.com)

Con ella uno de sus modelos más populares fue el Dodge Coronet, se ensambló en la planta de Colmotores entre 1965 y 1967. Este vehículo correspondió a la tercera generación del modelo producido por Chrysler y que había visto la luz en el mercado mundial del automóvil en 1949. 3.6 litros, 145 caballos y 219 Newton Metro de torque, con una caja de tres cambios y reversa eran sus características principales

Otro de los carros importantes, y que marcó un hito en la historia automotriz moderna en Colombia fue el Simca 1000.

Este modelo llegaría para hacer parte de la historia de Colmotores, pero ya bajo la propiedad de la firma norteamericana Chrysler, que a mediados de 1969 presentó al mercado colombiano este pequeño y popular modelo europeo, y con la intención de llevar la solución automotriz a muchas más familias. El Simca 1000 contaba con un motor de 994 centímetros cúbicos que entregaba casi 50 caballos de potencia y tenía la capacidad de llevar sin problemas a una familia de 5 integrantes. Ese era el público al que le apuntaba la marca con este modelo ensamblado en el país.

De la época en la que Chrysler era la dueña de Colmotores también quedan en la memoria de muchos propietarios de vehículos en Colombia, modelos como el Dodge 100, el Polara o el Alpine.

Pero la historia de Colmotores da otro importante paso, cuando, a raíz de una profunda crisis financiera a finales de los años 70 del siglo pasado, Chrysler entra en una profunda reestructuración en la que decide salir de todas sus operaciones industriales fuera de Estados Unidos y en ese momento General Motors decide comprar a Colmotores para ensamblar sus vehículos en Colombia bajo la marca Chevrolet.

Y asume el control GM

Y arranca con un verdadero símbolo de los vehículos doble propósito, la pick up Chevrolet Luv, que realmente era un modelo de Isuzu, que en alianza con GM se comenzó a ensamblar en Colombia bajo el emblema Chevrolet.

Además del Chevrolet Luv, de la planta de Colmotores también salió a las calles de Colombia el modelo Chevrolet Chevette- que en realidad era de origen Opel-, de gran popularidad y que incluso en las votaciones que en su momento realizará un importante periódico nacional fue elegido años después como Carro del Siglo en Colombia.

También y producto de sus alianzas con Suzuki y Opel, más la consolidación con Isuzu carros como el Chevrolet Sprint, el campero Trooper, el pequeño y ágil Alto, el Swift, así como los modelos Corsa.

General Motors siempre ha desarrollado una importante estrategia de alianzas o adquisiciones, y esas también se reflejaron en Colombia. Es así como en el nuevo milenio su compra de Daewoo implicó que a Colmotores llegaran modelos como el popular Spark, que años después evolucionaría como Spark GT y el sedan Aveo, que se convirtió en por varios años en el carro de mayore ventas en el país.

En los años más recientes y en virtud de una importante inversión en la planta de estampación orientó su operación industrial al ensamble de modelos como el Sail y Cobalt y también a continuar montado los vehículos comerciales fruto de la alianza con Isuzu.

 Pero con una capacidad instalada que apenas utilizaba (9%) no era posible continuar con el proceso de ensamble y desde el pasado 26 de abril la Fábrica Colombiana de Motores (Colmotores) apagó sus máquinas y robots y dio por finalizada una época importante que deja un legado de modelos y de conocimiento adquirido que ojalá no se pierda para el bien de la industria en Colombia.

El sector automotor comienza a recuperarse de manera prudente.

Nicolas Mejia C. Massy Motors.

Optimismo prudente. Así se puede calificar la expectativa de Nicolás Mejía, gerente general de Massy Motors en Antioquia, sobre el comportamiento que tendrá este año el mercado automotor.

No habla de un “repunte de las ventas”, pero sí de una estabilidad en las mismas que, visto lo ocurrido el año anterior cuando lo que se registró fue una caída del 30 por ciento, es positivo que no se esperen más reducciones.

Para Nicolás Mejía tres son los factores básicos que permiten vislumbrar un mercado que por lo menos sea similar o con un ligero aumento frente al 2023, claro está si no se presentan hechos sorpresivos en la economía.

El primero de ellos, una moderación de las tasas de interés, motivada por los ajustes a la baja del Banco de la República en la tasa de referencia. Hoy, dice el directivo del sector automotor es posible encontrar tasas del 1.22 por ciento, cuando hace un año este indicador para créditos de compra de vehículos podía rondar el 2.33 por ciento.

Con base en este comportamiento de las tasas de interés también los bancos comienzan a ampliar el panorama de opciones para el pago del crédito. Desde plazo amplios, hasta diversos planes de amortización de acuerdo con el flujo de caja del deudor

El segundo elemento clave en esta ecuación es el tipo de cambio, la cotización de dólar, que en las últimas semanas ha estado por debajo de los 4.000 pesos.

Y esto lleva al tercer factor, con un impacto sobre los precios de los vehículos, que también se han estabilizado como reflejo del dólar ya que bien sea ensamblados en el país o importados, la divisa estadounidense es una variable fundamental en la definición del precio final de cada vehículo.

Nuevas energías y renting, dinamizadores

Mirando el panorama hacia el mediano y largo plazo, las ventas de vehículos pueden tener también otros elementos que jugarían a favor de potenciar de nuevo los negocios.

De un lado el paulatino pero constante crecimiento en las  ventas de carros híbridos y eléctricos que a futuro, y con base en desarrollo de estrategias e infraestructura de carga serán un puntal importante, además con modelos más asequibles al público.

Y de otro lado los nuevos sistemas de tenencia de un vehículo sin necesariamente ser dueño del mismo. En este caso el sistema de renting que, como argumenta Nicolás Mejía, se convierte en un mecanísmo ideal para que muchas personas puedan liberar caja o evitar deudas que comprometan sus recursos.

La expectativa de un comportamiento más positivo este año para la venta de carros también está mediada por unas empresas y grupos automotrices que han tomado lecciones de la difícil coyuntura de 2023.

Ahora se orientan a estrategias de inventarios prudentes, exploración de otras fuentes de ingresos como los usados, la posventa o los seguros; el fortalecimiento de los canales virtuales en lugar de grandes vitrinas y el desarrollo o llegada de empresas y grupos automotrices con un sólido respaldo financiero en su operación.

Las pinturas automotrices y su desafío en los procesos de reparación por colisión.

imagen:Klipartz.com

Los automóviles modernos son verdaderas maravillas de ingeniería y diseño, y la pintura juega un papel fundamental en su estética y protección. Sin embargo, cuando ocurren colisiones o daños en la carrocería, la reparación de las pinturas automotrices se convierte en un desafío complejo para los técnicos y especialistas en carrocería. En este artículo, exploraremos los aspectos clave de las pinturas automotrices y analizaremos por qué su reparación en casos de colisión puede resultar complicada.

La evolución de las pinturas automotrices

A lo largo de los años, las pinturas automotrices han experimentado una notable evolución. En las primeras etapas de la industria automotriz, se utilizaban esmaltes y pinturas al óleo, pero con el tiempo, se desarrollaron tecnologías más avanzadas para lograr mejores resultados en términos de apariencia y durabilidad.

En la actualidad, la mayoría de los automóviles utilizan sistemas de pintura basados en tres capas: la capa base, que contiene los pigmentos y da el color al vehículo; la capa intermedia o de efecto, que puede ser transparente o contener partículas metálicas que dan brillo y profundidad al color; y la capa de acabado, conocida como clear coat, que proporciona protección contra los elementos y aumenta el brillo de la superficie.

Dificultades en la reparación de pinturas automotrices por colisión

Cuando un vehículo sufre un accidente o una colisión, los daños en la carrocería suelen ser evidentes y requieren una reparación cuidadosa para restaurar su aspecto y funcionalidad. Sin embargo, la reparación de las pinturas automotrices puede ser complicada por las siguientes razones:

1. Ajuste del color: Cada vehículo tiene una combinación única de colores, y lograr el ajuste perfecto después de una colisión puede ser todo un desafío. Incluso utilizando códigos de color y tecnologías avanzadas de igualación, las diferencias en la edad de la pintura original, el desgaste y otros factores pueden afectar la coincidencia exacta del color.

2. Capas múltiples: Como se mencionó anteriormente, las pinturas automotrices modernas utilizan sistemas de capas múltiples. Esto significa que los técnicos deben ser precisos al reparar cada capa individualmente para obtener resultados óptimos. Un error en la aplicación de cualquiera de las capas puede afectar el aspecto final y la durabilidad de la pintura.

3. Daño del clear coat: El clear coat es la capa superior que proporciona la protección y brillo. En una colisión, esta capa suele dañarse, y su reparación sin dejar marcas o diferencias de textura puede ser complicada, especialmente si el daño es extenso.

4. Integración con otras reparaciones: En muchas colisiones, los daños no se limitan a la carrocería, sino que también pueden afectar otros componentes del vehículo, como parachoques, luces, molduras, etc. Integrar la reparación de la pintura con otras reparaciones mecánicas y estructurales puede ser un proceso complejo y minucioso.

5. Técnicas y habilidades requeridas: La reparación de pinturas automotrices requiere un alto nivel de habilidad y experiencia por parte de los técnicos. La preparación adecuada de la superficie, la aplicación precisa de las capas de pintura y el pulido final son pasos críticos que requieren destreza y conocimientos especializados.

Conclusión

La pintura automotriz es un aspecto esencial para la apariencia y la protección de los vehículos modernos. Sin embargo, cuando ocurren colisiones, su reparación se vuelve un proceso complejo que requiere atención meticulosa y habilidades especializadas. La combinación de sistemas de capas múltiples, ajuste del color, daños al clear coat y otras consideraciones hacen que la reparación de pinturas automotrices sea un desafío continuo para los profesionales de la reparación de carrocerías. El uso de técnicas avanzadas y el constante desarrollo de tecnologías de igualación de color ayudan a abordar estas dificultades, pero siempre será un arte y ciencia que requiere dedicación y experiencia para obtener resultados excepcionales.

Gasolina sintética, una nueva alternativa para la movilidad sostenible.

La apuesta que está desarrollando la industria automotriz en el ámbito global por la movilidad sostenible ha llevado a las empresas del sector a investigar diversas alternativas para cumplir con ese propósito. La más avanzada hasta el momento y que se ha convertido en una realidad cada vez más numerosa es la movilidad eléctrica.

Sin embargo existe una alternativa que muchas marcas están explorando, y aunque se encuentra aún en una fase de análisis y de pruebas iniciales para verificar comportamiento e impacto sobre el medio ambiente, es una de las opciones sobre la que los fabricantes tienen puestas muchas esperanzas. Incluso este elemento es uno de los argumentos recientemente esgrimidos por países como Alemania para bloquear temporalmente la aprobación en la Unión Europea de la prohibición de fabricación y venta de vehículos a combustión a partir de 2035.

¿Qué es la gasolina sintética?

La gasolina sintética es un combustible producido a partir de fuentes renovables, como biomasa, residuos orgánicos, dióxido de carbono (CO2) y agua, utilizando procesos químicos avanzados. A diferencia de la gasolina tradicional, que se obtiene a partir del petróleo, la gasolina sintética se produce utilizando fuentes no fósiles y tiene una huella de carbono significativamente menor.

La gasolina sintética puede tener una mayor octanaje, lo que significa que tiene un mejor rendimiento en motores de alta compresión y puede proporcionar una mayor eficiencia de combustible.

La gasolina sintética también puede tener un contenido de azufre y otros contaminantes más bajo, lo que contribuye a reducir las emisiones contaminantes y mejorar la calidad del aire.

De manera general la producción de gasolina sintética cumple los siguientes pasos:

  • Obtención de la materia prima: Los materiales como los residuos orgánicos o la biomasa que serían la materia prima se procesan y se transforman en gases y líquidos utilizando tecnologías como la pirólisis, la gasificación y la fermentación.
  • Producción de gas de síntesis: El gas de síntesis se produce mediante la combinación de gasificación de biomasa y/o gases de fermentación, que son procesados en un reactor a alta temperatura y presión, para convertirlos en un gas compuesto principalmente de hidrógeno y monóxido de carbono.
  • Conversión del gas de síntesis a hidrocarburos: El gas de síntesis se procesa posteriormente para convertirlo en hidrocarburos a través de un proceso de Fischer-Tropsch, que implica la conversión de monóxido de carbono e hidrógeno en hidrocarburos mediante la utilización de catalizadores.
  • Refinación del producto final: Los hidrocarburos producidos se refinan posteriormente para obtener el producto final, que es una gasolina sintética líquida y de alta calidad.
  • Pruebas y evaluación: La gasolina sintética producida se somete a pruebas y evaluaciones para asegurar que cumpla con los estándares de calidad y seguridad requeridos para su uso en vehículos.

Cabe destacar que la producción de gasolina sintética es un proceso complejo que requiere una inversión significativa en tecnología y capital, y todavía está en una fase experimental y no se produce a gran escala en la actualidad.