COMPRESORES Y TURBOALIMENTADORES..


La potencia de un motor de combustión interna esta fundamentalmente ligada a su cilindrada, que en última instancia es el volumen de aire con que es capaz de llenar sus cilindros en el ciclo de la aspiración. Para esta cantidad de aire el sistema de combustible, sea de carburador o de inyección deberá introducir una cantidad precisa de gasolina, normalmente en proporción de 14 partes de aire por una de combustible. Quiere decir esto que no obtenemos ningún resultado positivo sobre la potencia si aumentamos la proporción de gasolina, pues la combustión esta regida por leyes físicas y químicas de absoluta precisión.

La única forma de mejorar la potencia es aumentar la cantidad de moléculas de aire que ingresan al motor y así poder añadir la correspondiente cantidad de combustible. Para ello se usan compresores, aparatos que toman aire a presión atmosférica del exterior y lo introducen al motor a mayor presión. Existen dos clases: los turboalimentadores y los supercargadores.

Su diferencia está en la forma como son accionados, pues para poder funcionar necesitan una fuerza externa que los haga mover. Los turboalimentadores son un juego de dos turbinas unidas por un eje. Una de ellas se usa para mover los gases que irán comprimidos al motor y la otra, que es movida por los gases del escape del mismo motor, es la que produce el esfuerzo necesario para hacer el trabajo. Se aprovecha la energía de los gases de escape para proporcionar aire comprimido al motor.

Los supercargadores son un sistema de compresión en forma de lóbulos accionados por movimiento mecánico tomado directamente del motor, en algunos casos por correas o bandas y en otros directamente por piñones. En este caso se aprovecha la energía del cigüeñal del motor para obtener el movimiento que se usa para la compresión del aire.

En ambos casos se usa, de manera adicional un elemento muy mencionado: el intercooler. La razón es que el aire al ser comprimido por el turbo o por el supercargador aumenta su temperatura y aunque aun así hay mayor cantidades moléculas de aire por volumen para ingresar al motor, si estuviese frío seria aún mejor. La solución es colocar un radiador a la salida de los gases comprimidos y extraerle ese calor para poder así bajar su temperatura. Esto se hace con un radiador o enfriador que funciona con aire exterior que pasa a través de el.

El uso de estos aparatos cada vez se hace mas generalizado pues además de mejorar la potencia de los motores de forma importante, hace que su funcionamiento no se afecte por la altura sobre el nivel del mar.