Carros a dieta

Planta Renault SOFASA. Colombia

En los años más recientes la industria automotriz ha procurado desarrollar modelos que cumplan con una premisa importante: tener el menor peso posible.

En décadas anteriores el tema del peso en los autos no era un asunto que ocupara las mayores decisiones de los ingenieros. No había, aún, una tendencia tan desarrollada sobre la necesidad de contener los consumos de combustible, ni tampoco de mitigar los impactos de la emisión de gases al medio ambiente. Y la variable peso es clave para evaluar el comportamiento del indicador de consumo de combustible del vehículo y a su vez este determina también la cantidad de las emisiones que el carro arroja.

Hoy con las regulaciones internacionales, especialmente en los países de mayor desarrollo, la cantidad permitida de emisiones está cada vez más restringida y eso obliga a intervenir en muchas variables que ayuden a no superar esos límites máximos. Uno de esos indicadores clave es el peso. Mientras más pese el carro tendrá que tener mayor potencia para mover todo el conjunto y esa mayor potencia precisa también de una cantidad más elevada de combustible que debe utilizar. Y por lo tanto, a mayor combustible consumido las emisiones también se elevan.

Una de las estrategias clave para contener el nivel de emisiones, llevar el consumo de combustible a niveles manejables y no perder el desempeño óptimo en el carro, es trabajar sobre la reducción en el peso del auto.

Bajo esta premisa los ingenieros y diseñadores recurren hoy día a varias alternativas en las que intervienen diferentes sistemas y conjuntos en la estructura y los componentes de los distintos sistemas del carro sobre los que pueden trabajar para llevar el peso a un nivel que les permita seguir ofreciendo un vehículo de buen desempeño dentro de las características y expectativas de cada segmento, pero con apego a las normas sobre emisiones y un consumo que no signifique un alto costo para su propietario.

Menos es más

Una de las alternativas para lograr un vehículo menos pesado que no implique un sacrificio en los temas de seguridad básica de los ocupantes del automotor está en la elección de los materiales para su construcción. Uno de ellos es la fibra de carbono, un elemento que ha estado presente en la industria automotriz, especialmente en los vehículos de alta gama y supe deportivos icónicos, pero que poco a poco va bajando a otros segmentos del mercado automotor para hacer presencia en vehículos de mayor volumen de comercialización. Es un material que ofrece no solo la bondad del bajo peso, también permite ofrecer un buen nivel de seguridad y protección aunque aún su costo es alto y por eso no llega aún a vehículos de segmentos de entrada por ejemplo.

También de un tiempo a esta parte los constructores de vehículos están encontrando nuevas aleaciones para reemplazar el acero tradicional que se emplea en el montaje de las estructuras de los vehículos. Aceros de ultra alta resistencia que permiten a los fabricantes automotrices cumplir con las rigurosas normas sobre comportamiento de las estructuras de los vehículos en caso de impactos, por ejemplo, y que ofrecen la ventaja de un peso mucho más ligero que el acero tradicional. De igual manera, el aluminio es otro material que se hace presente en la conformación de las estructuras básicas del automotor y en piezas desmontables como puertas capo o compuertas traseras

Si hablamos del contacto del carro con la superficie de rodamiento ahí también se han buscado alternativas para lograr reducir el peso de algunos de los elementos que componen el tren de rodaje. Por ejemplo los rines dealeaciones especiales aún muy orientados a los vehículos de alta gama pero con posibilidades futuras en el mediano plazo de copar otros segmentos. También en esta parte del carro el aluminio tiene hoy mayor protagonismo aunque se trata de un material no tan resistente a fuertes impactos.

Uno de los elementos que mayor peso aporta en el vehículo es por supuesto el motor. En esta área los ingenieros trabajan no solo a partir de materiales más ligeros para la construcción y fundido del bloque. También se apoyan en el diseño de motores más pequeños que impliquen menos componentes y un peso más reducido. ¿Pero, cómo un motor más pequeño puede garantizar un desempeño dinámico eficiente? Aquí entra en juego el sistema turbo. Con la incorporación de esta tecnología se puede lograr que un motor pequeño 1.0 0 1.5 litros, por ejemplo,  pueda tener el desempeño de una unidad de potencia que en condiciones tradicionales superaría los 2.0 litros Se pierde peso sin perjudicar los indicadores de potencia ni desempeño.