Cuidados al cambiar los rines, y al hacerles limpieza.

Los rines como parte integral del conjunto con los neumáticos (llantas) son unos de los elementos que mayor exposición a elementos exógenos tiene el carro. En su diario rodar están expuestos al polvo, el pantano, los componentes de la mezcla que forma el pavimento, agua sucia, basuras. Y también quedan expuestos a maniobras que pueden afectar su condición estructural y a rodar en condiciones de la vía como baches, desniveles o huecos de gran dimensión que también pueden afectar su estado y forma.

De igual manera, muchos propietarios de vehículos por una consideración estética y de apariencia exterior de su carro, optan por cambiar los rines con los que sale el auto de fábrica por otros de características diferentes. No es malo, pero debe hacerse bajo parámetros del fabricante.

Aquí, en Autotest, algunas recomendaciones tanto en el cuidado y mantenimiento estético de los rines o aros, como de las consideraciones necesarias cuando se quieren cambiar.

Los rines se fabrican en diferentes materiales dependiendo del tipo de vehículo y el segmento en el que se comercialice. Estos materiales le dan mayor o menor resistencia (siempre teniendo en cuenta, por su puesto, parámetros de seguridad en la conducción) y también un peso más o menos ligero. Y con estos diferentes materiales y estructuras se encuentran tanto como equipamiento original o en el mercado de reposición o cambio.

Rines en acero: que son los más económicos y se ofrecen en los vehículos de las gamas de entrada y sus versiones básicas. Tienen una alta resistencia

Rines en aluminio: son rines ligeros. Con ellos es necesario tener algunas precauciones, porque su resistencia a los impactos, como un andenazo, o las vías en mal estado, no es tan alta como en los rines de acero.

Rines en aleación: fabricados a partir de una mezcla de componentes metálicos. Ofrecen una buena resistencia estructural

Rines en magnesio: de gran ligereza y también una buena resistencia. Presentes en autos de alta gama y prestaciones de alto desempeño.

Como lo señalamos al inicio de esta nota a muchos propietarios les gusta darle un toque diferente a sus carros nuevos o usados cambiando sus rines. Para poder tener tranquilidad en hacer un cambio que no ponga en riesgo la seguridad de los ocupantes o la integridad de la estructura del vehículo, es importante que al cambiar los rines continúe manteniendo las medidas expresadas por el fabricante del auto en su manual de propietario. En caso de no entender muy bien la relación entre las medidas de rin y llantas es fundamental una asesoría experta que puede indicarle cuál es la combinación adecuada para tener un rin y neumáticos que sean atractivos a su gusto y a su vez seguros, funcionales y no hagan que el carro pierda prestaciones o sea menos eficiente en su consumo y emisiones.

Limpieza

La exposición de los rines a los elementos y su contacto con el terreno por el que se transita obligan realizar un mantenimiento preventivo y estético con alguna frecuencia. Para ello tenga en cuenta

Agua y un jabón suave o shampú: (no detergente abrasivo) son los dos elementos fundamentales para una limpieza de los rines. Los puede acompañar con un producto quitamanchas y cera para darles una protección posterior que pueda repeler la humedad y muchos de los contaminantes que entran en contacto con la pieza.

Los rines deben limpiarse con cepillos de cerdas suaves: (varios tamaños para que pueda llegar a algunos espacios pequeños y de difícil acceso) un paño de microfibra solo para esta función, este paño no debe usarse en otras partes del auto porque puede tener elementos abrasivos que ocasionen rayones en la lámina.

No limpie o lave los rines cuando aún estén calientes: porque la alta temperatura puede hacer que el jabón o shampú especial que use en su limpieza se seque demasiado rápido y se formen manchas al contacto con el metal o la aleación que conforma la estructura del aro.