UNA AVENTURA EN CLASE ECONÓMICA (FINAL)


CRONICAS DE CARRETERA POR EL SUR DE E.E.U.U.

La aventura de viajar por carreteras del sur de Estados Unidos llega a su fin en nuestro Kia Rio y en Autotest les contamos todos los detalles de esta experiencia y nuestras impresiones finales de la prueba y el mercado automotor norteamericano

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Bueno amigas y amigos, luego de la emoción y agradecimientos a Dios por permitirnos finalizar un año más y recibir con fe uno nuevo en la encantadora Florida, nos encaminamos a continuar nuestra aventura al timón de nuestro muy amable Kia Rio S de alquiler. Ya les había expresado mis impresiones y vivencias durante los días de visita en las ciudades del sur de esta península, las comodidades a bordo de nuestro auto y la gran alegría de ver un consumo de combustible muy contenido, a pesar de pisar alegremente el pedal del acelerador para mantener el ritmo en estas muy ordenadas calles y autopistas y contra los rivales del asfalto y el concreto, en más del 90% superiores en cilindraje y potencia. Había que exprimir las virtudes del piloto. En ese aparte, sin reproches nuestro juguete.

RUMBO AL NORTE

Mencionando brevemente las vivencias en medio del tráfico “gringo”, nos deprime recordar que nuestro país a pesar de intentar copiar todo lo que desde acá se genera (tipo de vida, cine, televisión, música, ídolos, tecnología, etc, etc); lo verdaderamente importante y básico ni siquiera se asoma en nuestra realidad. El respeto a las normas, la limpieza, el orden, la amabilidad, el patriotismo, la rectitud en las transacciones y muchas otras sencillas cosas, demuestran lo muy lejanos que estamos de lograr una sociedad medianamente civilizada. No hablamos de lo económico o político, simplemente es cuestión de cultura y educación que no aprendemos o aplicamos. Fue un gusto estar a la altura de esos principios que a veces parecemos olvidar en nuestra Colombia, a pesar de un ticket de $23 dólares que me tocó pagar, por que mis deliciosas hamburguesas de pollo de ¡1 dólar! se demoraron más de la cuenta y me cobijó el horario prohibido para parquear en Lincoln Road. Pero bueno, me libré de las grúas privadas que andan de cacería, tanto que nos quejamos en nuestro país y aquí la gracia puede salir en ¡500 dólares un día de patio y grúa! Y ni se le ocurra ofrecerle “mordida” a nadie.

Pero bueno, retomando nuestro tema principal, debíamos como los “locos”, tomar carretera; ahora rumbo hacia el norte. Una aplicación como Waze funciona eficientemente en cualquier lugar del mundo (al menos en Colombia y aquí), se selecciona el destino y traza la ruta más corta con total detalle, que hasta estuve tentado de poner el nombre de algunos deudores para ver si podía recobrar esa platica, pero preferí apuntar Orlando. Desde Palm Beach, el lugar que estaba, me envió por la autopista más corta, la I95 y la más reciente Florida Turnpike, donde me sentí como en mi país, Colombia. Doble y triple calzada en cada sentido de perfectísima vía. Límite respetado de 70 mph, señalización al detalle, terreno totalmente plano y rectas de 9muchos kilómetros. Por su puesto no hablo de lo anterior, sino de la infinidad de carísimos peajes que me tocó pagar. Los gringos nos están aprendiendo algo por fin. La ruta adecuada era la infinita Interestatal 75, más lejana, pero sin los dolorosos “toll” de hasta 15 dólares.

EL RIO ¿SIGUE SIENDO EL COMPAÑERO DE VIAJE IDEAL?

Esta experiencia nos permitiría darle la evaluación final al Rio. Este automóvil y la mayoría de su segmento, tienen hoy la amplitud interior, el equipamiento y la potencia suficiente y aun superior a autos como el Toyota Corolla o el Honda Civic de los 80 y 90, de  buena aceptación y éxito. Teniendo en cuenta además la economía en el valor de compra y consumo de combustible, hoy importante parámetro en cualquier lugar del mundo. Entonces cabe la pregunta ¿por qué autos como el Ford Fiesta, Hyundai Accent, Chevrolet Sonic Y este Kia Rio entre otros, tienen un mercado pequeño en Estados Unidos? Respuestas saldrán muchas como, el poder adquisitivo, el gusto americano por los carros grandes, en fin, no parecerían lógicos, pero nuestra experiencia en autopistas podría darnos alguna idea de ello.

Si bien el Kia Rio ha crecido en dimensiones, notable sobre todo en el interior, lleno de confort y amenidades, (en sus modelos más equipados podría estar muy equilibrado con autos de mayor tamaño), pero en este modelo en específico, ha habido una reducción de peso importante. Esto fue muy notorio en autopista, cuando debimos luchar todo el camino contra las ráfagas de viento y contra las turbulencias o corrientes que despiden grandes vehículos como buses y camiones que nos encontramos en ruta. Si le sumamos además las suspensiones americanas más blandas y las pequeñas llantas en rin 15, estábamos a merced de la aerodinámica. A velocidad constante, muchas veces fijada con el control de crucero, debíamos sujetar muy firmemente el timón para mantener el rumbo en el carril.

Fuimos adelantados varias veces por caravanas de buses y de camiones cuyo límite no eran los 70 mph establecidos para el tráfico, inmediatamente parecíamos ser empujados fuera del carril por la estela invisible dejada. Lo único bueno fue que nos permitió mantenernos en total alerta, sin riesgo de  dormirnos cuando la vida e integridad dependían de nuestra  atención al timón. Esto fue prácticamente una tortura en las 15 horas de viaje siguientes, rumbo a los estados de Georgia y demás al norte de la Florida. La inversión de atención, fuerza y constantes correcciones me desencantaron de mi amable coequipero. No lo culpo, pues muy pocos o ningún carro similar vi en esos trayectos, entendiendo quizá que todos padecen los mismos síntomas y el mercado termina escogiendo mayores dimensiones y peso para estabilidad  en ruta.

MOMENTOS FINALES

Por potencia no me quejo, pues los sobrepasos fueron bien asumidos por el potente motor de 1.6 litros  y en algunas aventuras, me pegué a caravanas de poderosos carros que iban a mayor velocidad y pude ver el velocímetro por encima de las 100 mph, excedidos todos y por mucho del límite máximo. Las pocas cámaras de foto detección que hay en la vía están debidamente señalizadas y no me topé con una temible patrulla (perseguir más de 10 carros no debe ser fácil). Sé que falté a la norma, pero pude terminar de probar nuestro animado compañero. Finalmente, no lo volvería a elegir para largos trayectos en autopista. Más cuando lo he podido comparar contra autos más grandes, definitivamente ideales para esas travesías. En ciudad y quizá en Colombia (si tuviera el motor GDI 1.6) lo recomendaría a ojos cerrados. Pero si la intención es recorrer los más de 9 millones de kilómetros cuadrados de la Unión Americana, este y los demás del segmento muy posiblemente diría: NO.

Tras una semana de aventuras debimos separarnos, con cierta nostalgia y sentimientos encontrados. En medio de temperaturas bajo 0 nos despediríamos de Florida y sería la constante en adelante. El aeropuerto de Atlanta recibiría a nuestro amigo, igual de fácil como llegó, quedaría en manos de algún otro aventurero de las carreteras americanas. Muchas, muchas millas juntos, conociendo y gozando cada momento de este inicio de 2018.

Quizá en algún otro momento vuelva a tener en manos un auto del mismo segmento y confirmaré mis sospechas si son todos o solamente el Rio que padecen las singulares características que conocí.  Pero mientras eso ocurre, me deleitaré  con el suave ronroneo de los V8 al timón de las grandes SUV que ahora me acompañan y de los potentes sedanes europeos que colonizaron los excéntricos gustos “gringos”. Ah, y ver como desaparece en las estaciones de combustible todo lo que mi buen amigo Rio S azul me permitió ahorrar.

Ahora si  “THE END”.

 

¡Sólo de esta historia!

 

ISAAC PEREIRA MARQUEZ

UNA AVENTURA EN CLASE ECONÓMICA (segunda parte)

CRONICAS DE CARRETERA POR EL SUR DE E.E.U.U.

Nos adentramos en la densa red de calles y carreteras de la muy poblada Florida, conociendo no sólo los sitios de interés, sino también a nuestro compañero de viajes, el discreto y amigable  Kia Rio S. 

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COMIENZA LA AVENTURA AL TIMÓN

Una vez a bordo, con un Kia Rio S 2017, cómodo para mí, con el equipamiento necesario y tanque lleno, debía resolver como mantenernos comunicados en este país y la disponibilidad de datos en el teléfono móvil. Aunque puedes rentar junto con el auto un GPS, no resulta tan útil como antes, ya que existen aplicaciones para celular muy eficientes para ser guiado en el tráfico, trazarnos las rutas más adecuadas, cortas y despejadas. Tomamos rumbo hacia el sur por la intrincada red de autopistas de la Florida en busca del único almacén que me podría proveer todo lo que necesitaba a mi llegada, como tecnología, comida, artículos de aseo personales y algún otro antojo. Sin miedo a estar dando publicidad gratuita, esto lo resuelve un Walmart, abierto 24 horas y en un fin de año.

Ya comunicado en este país, sin el costoso roaming internacional de mi operador telefónico en Colombia, tenía todos los datos posibles y con gran velocidad, así que mi celular pudo llevarme a cada sitio en específico que quise. Y para poder conocer bien E.E.U.U., excepto Nueva York, lo mejor es tener la disponibilidad de un vehículo, pues transportarte en servicio público te puede dejar en la quiebra. Ver el previo y la celebración de año nuevo en esta sede latina fue muy grato y no me dejó extrañar mucho lo que hubiese vivido en mi país. Pude ver la alegría en todo lado, las calles y carreteras muy transitadas y darme cuenta también de lo modesto y humilde que era en un tráfico de enorme lujo, rodeado de flamantes Bentley, Lamborghini, Rolls-Royce y varias otras joyas que en nuestro país paralizarían el tránsito. Mi Rio era como el reductor de velocidad, por mucho que quería acelerar en los semáforos, todos mis potentes seguidores me rebasaban un tanto incomodados por mi atrevimiento, pero bueno señores, bien puedan, ¡adelante!

KIA RIO S, UNA BUENA OPCIÓN PARA LA CIUDAD

Esta nueva versión del Rio que conocimos en Colombia a mitad de 2017 en su momento se nos presentó como la más cómoda, eficiente y mejor diseñada en los más de 20 años que lleva este modelo en el mercado. En un criterio muy personal, consideramos que había perdido mucho del encanto del diseño anterior, tanto exterior como interior, pues Kia apostó por la funcionalidad del auto. Sí que lo logró. Aunque este vehículo se vende en Colombia, las versiones, equipamiento y motorizaciones varían bastante con las del mercado americano. La versión S que probamos, es la intermedia, con todos los elementos de seguridad que tristemente están obviando en Colombia, como 6 airbags, frenos ABS, EBD, control de tracción, en fin, lo mínimo que debe tener un auto de este tipo. Eso sí, quedó debiendo en ruedas, pues contaba con rines metálicos de 15 pulgadas, tapacupos de plástico y llantas 195 para todo clima. ¡En deuda!

A bordo no hay sunroof, ni sillas de cuero, ni navegador con pantalla táctil, como tampoco climatizador automático. Todos los demás accesorios de confort comunes están: dirección, espejos, vidrios, bloqueo central, y demás ayudas eléctricas. El radio es satelital SiriusXM® y también táctil en el pequeño display que igualmente proyecta la cámara trasera y sensores de retroceso y para parqueo alrededor del auto y Bluetooth®. En esto, la versión colombiana enceguece al público con el navegador táctil KMovie, más grande y llamativo. Cuenta con una completa gama de comandos en el timón, como el útil control de crucero, limitador de velocidad, comandos teléfono y audio y otros comandos del computador de a bordo. Tiene una buena ergonomía, todos los controles son visibles y están al alcance fácil de las manos. La visibilidad hacia todos lados es bastante buena, logrando Kia con todo esto, convertir al Rio en un carro muy práctico, funcional, cómodo de conducir en la mayoría de sus aspectos. Esto se lo han elogiado y ha repercutido en la aceptación y las ventas que ha tenido.

MOTORIZACIÓN BRILLANTE

El aspecto de motorización es diferente al ofrecido en Colombia. La versión que probamos viene con un motor de inyección directa de combustible GDI de 1.6 litros y distribución  doble de variación de válvulas D-CVVT, lo que le permite una producción de 130 Hp de potencia y 161 Nm de torque, mucho mejor que la versión para nuestro mercado. Con la caja automática de 6 velocidades y selector manual de velocidades  Sportmatic® nos permitió una rápida aceleración en un mercado dominado por los motores de gran potencia y alto cilindraje. La respuesta, sobre todo operando manualmente los cambios fue muy buena para defendernos tanto en las arrancadas como en los sobrepasos en autopista. Esta motorización es similar con la que potencian en Colombia al Cerato, de mayor tamaño y peso. Es una verdadera lástima que el motor disponible en nuestro país sea un anémico 1.4 litros de solo 99 Hp. La motorización americana combinada con el muy bajo peso de la carrocería, harían las delicias de los conductores en nuestro mercado.

¡Y lo mejor, el consumo de combustible! Constatando en las retanqueadas que hicimos con gasolina regular (U$2,35 el galón de regular en promedio), tuvimos un rendimiento, combinado entre ciudad y autopistas de alrededor de 35 millas por galón. Si una milla equivale a 1.6 km, estamos hablando de 56 km por galón, sin negarnos la alegría en el pie derecho. Sin dudas una muy buena elección para ahorrar combustible, sin escatimar en acelerar con fuerza. ¡Aquí debemos decir en este aparte, motorización y rendimiento, el Rio es ganador!

BUEN BALANCE INTERMEDIO

En resumen, muy a pesar del gigantismo americano visible en todo, el Kia Rio fue ideal en nuestro recorrido citadino por el sinnúmero de ciudades visitadas en la Florida. Si no miras las señalizaciones, jamás sabrás si estás en Pompano Beach, Hollywood, Hialeah, Hallandale, Kendall, Miami, etc, etc. No nos sentimos amedrentados por las potentes “naves” del entorno, cuando quisimos, el Rio reaccionó a tiempo y con decisión, guardando las debidas proporciones comparativas. A bordo tuvimos todo el espacio y comodidad necesaria para disfrutar los paisajes, lugares turísticos y de interés, playas y demás; con buen clima y brillante sol. Finalmente, ¿para qué afanes y alardear de máquina, cuando en pocos metros todos terminábamos en el mismo límite OBLIGATORIO de velocidad, fuese 30, 35, 40 y hasta 70 mph en las más generosas vías?

Y a todas éstas, aún faltan muchas millas por recorrer, lugares que visitar, cosas por probar y con susto, ¡plata por gastar!

TO BE CONTINUED…

 

ISAAC PEREIRA MÁRQUEZ

UNA AVENTURA EN CLASE ECONÓMICA (primera parte)

CRONICAS DE CARRETERA POR EL SUR DE E.E.U.U.

Asumimos la aventura de viajar por carreteras del sur de Estados Unidos y en Autotest les contamos todos los detalles de esta experiencia y el test drive a uno de los autos de mayor difusión en Colombia

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Viajar es uno de los grandes placeres que tiene la vida, pero más aún, es una de las maneras más efectivas que un ser humano tiene para aprender. Emprendimos en el año nuevo la aventura de visitar Norteamérica en procura no sólo de descanso, sino de aprovechar este período de vacaciones para seguir nutriendo nuestro medio con noticias, notas y reportajes para nuestro público. Los viajes de lujo, para quienes pueden darse tal placer, permiten ir a cada sitio disfrutando lo mejor o lo más exclusivo de cada lugar, pero los costos que se deben asumir pueden llegar a ser incalculables y aun no llegamos a nivel de jeque petrolero, estrella de Hollywood, cantante de moda o abogado con jet privado (¡cualquier parecido con la realidad es pura coincidencia!).

La travesía comenzó con la anticipada planeación del viaje, tiquetes aéreos, alojamiento, rutas, sitios para visitar y los destinos por cumplir. En mi caso particular prefiero cuidar cada peso que gasto durante los viajes, pero buscando aprovechar al máximo para conocer y gozarme la experiencia. Así lo hicimos, ahorrando lo mayor que se pudo para esta fecha de mayor demanda del año, con llegada al sur de la Florida en E.E.U.U.. Es el lugar con mejor clima para la temporada de invierno en ese país, aun con sol, temperatura agradable y un ambiente muy animado, muy  latino. Viajar en una aerolínea  “gringa” de bajo costo tampoco fue una tortura, son sólo 2 horas 35 minutos desde Cartagena hasta Fort Lauderdale, sobrevolando el mar Caribe, Cuba, un borde de las Bahamas, el denso sur de la Florida y aterrizar en la gigantesca mole de cemento llamada «aeropuerto». A pesar que no hubo ninguna cortesía de la aerolínea, ni siquiera sillas reclinables ni abullonadas en el vuelo, el espacio permite viajar sin muchas angustias o cansancio.

RIO, EL ELEGIDO

Estados Unidos es un país que se mueve en automóvil, tiene la mayor densidad y la mayor población de automóviles del mundo, por lo cual decidimos participar de esa experiencia al volante en este gigantesco país. Un auto rentado es la mejor opción para un turista. Dentro de las opciones que se ofrecen están, desde un auto pequeño como Chevrolet Spark GT que conocemos en Colombia, hasta un gran SUV de lujo  o auto deportivo convertible Porsche. La decisión implicaba no sólo el costo de alquiler y de los consumos de los recorridos, sino también el confort deseable en la monstruosidad de tráfico y de carreteras de este país. La decisión favoreció un auto compacto familiar, considerando que sólo viajaba yo, sin mucho equipaje; estos ofrecen un tamaño, desempeño, potencia y confort decente,  además la mayoría de ellos son vendidos en Colombia y me daría la oportunidad de hacer un buen “test drive”. Podría recibir un Ford Fiesta, Nissan Versa, Chevrolet Sonic, Kia Rio o Hyundai Accent; todos 4 puertas, sedán y automáticos.

Como todo en E.E.U.U., los aeropuertos internacionales y el edificio contiguo donde se rentan los autos, son gigantescos, así que hice mi fila para abordar el autobús que me llevaría hasta la entrega de mi nuevo auto. Ya llegado a este gran centro comercial del automóvil rentado, donde están todas las grandes empresas de alquiler, subí hasta el cuarto piso, dónde el trato amable de mi anfitriona me permitieron confirmar mi reserva, conocer el contrato, firmar los seguros, enterarme de los costos finales, y en pocos minutos tenía las llaves en mi mano y la indicación del lugar B23 del parqueadero para recoger mi vehículo. Más rápido y fácil que comprar comida en Colombia. Por la llave Kia ya sabía que se trataba del Rio sedán. ¿Que nos esperaría?

Como estoy en el norte, TO BE CONTINUED…

ISAAC PEREIRA MÁRQUEZ