Correa de distribución, para que el motor funcione en armonía.

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En el complejo engranaje de un motor de automóvil, la correa o cadena de distribución desempeña un papel vital, encargada de sincronizar el movimiento de los componentes internos. Su función principal es asegurar que las válvulas y los pistones operen en perfecta sincronia, que el árbol de levas y el cigüeñal trabajen de manera acoplada evitando colisiones que podrían resultar en daños severos al motor.

Esta sincronización es crucial, ya que controla la apertura y cierre de las válvulas en el momento preciso durante el ciclo de combustión. Una sincronización adecuado de este movimiento permite un llenado y evacuado de los cilindros y, en última instancia, un rendimiento óptimo del vehículo.

Un desajuste en esta sincronía puede provocar consecuencias catastróficas, como el contacto directo entre las válvulas y los pistones, resultando en daños costosos y la posible inmovilización del vehículo.

Las correas de distribución suelen estar fabricadas con materiales resistentes al desgaste, como goma reforzada con fibras de kevlar. Por su parte, las cadenas de distribución están compuestas de eslabones metálicos que garantizan durabilidad y resistencia. Ambas tecnologías buscan asegurar una operación fiable y duradera del motor.

En ambos casos cuenta con dientes que se enganchan con las poleas del cigüeñal y el árbol de levas. Esta conexión asegura que ambos componentes giren al unísono, manteniendo la armonía en el sistema.

El mantenimiento preventivo de la correa o cadena de distribución es esencial para evitar problemas mayores. Es recomendable seguir las especificaciones del fabricante en cuanto a los intervalos de cambio, que suelen oscilar entre los 80,000 y 160,000 kilómetros. Además, es aconsejable revisar visualmente el estado de la correa en inspecciones regulares, buscando signos de desgaste, grietas o deterioro.

¿Qué es mejor: manual o automática?.

Es posible que entre los propósitos de año nuevo, usted se haya trazado la meta de adquirir su primer carro o cambiar el que ya tiene. Como lo hemos escrito aquí en Autotest en otras oportunidades, la elección de un vehículo nuevo o usado depende de varios factores, muchos de ellos racionales y otros tantos más relacionados con percepciones, sentimientos, gustos del potencial propietario.

En este artículo queremos ofrecer algunas orientaciones básicas sobre uno de esos factores de carácter técnico que influyen en la decisión de compra. Se trata del tipo de cambio o transmisión que tiene el vehículo y cuál puede ser la más conveniente de acuerdo con necesidades, tipos de uso del carro y también gustos personales de su potencial propietario.

Veamos las ventajas de una y otra en diferentes aspectos que influyen en el proceso de la conducción  

1. Eficiencia en el Consumo de Combustible: tradicionalmente, las cajas de cambios manuales han sido percibidas como más eficientes en cuanto a consumo de combustible. Esto se debe a la capacidad del conductor para controlar directamente la selección de marchas, optimizando la eficiencia en diferentes condiciones de manejo.

Sin embargo, las cajas automáticas modernas han evolucionado significativamente, incorporando tecnologías como cambios de marcha adaptativos y más velocidades. En muchos casos la situacion se ha invertido, pues las cajas automáticas incluso superan a sus contrapartes manuales en términos de economía de combustible.

2. Desempeño del vehículo: los que se consideran entusiastas o “puristas” de la conducción a menudo prefieren cajas manuales debido a la sensación de control directo sobre el vehículo. La operación de cambio de marcha de forma manual, dicen, les permite una conexión más explícita con la experiencia de conducción, especialmente en situaciones que requieren un rendimiento dinámico preciso.

Pero en este punto las cajas automáticas también han registrado una evolución positiva mejorando de forma significativa en términos de respuesta y velocidad de cambio. En situaciones de tráfico intenso o conducción relajada, la comodidad de una caja automática puede superar la interacción constante con la caja manual.

3. Usos específicos: uno de los factores que se deben tener en cuenta en la elección es el uso que tendrá el carro, el tipo de tránsito, de terrenos, la carga que transportará o el número de personas que viajarán con mayor frecuencia.

Una caja de cambios manual es ideal para conductores que disfrutan de un control total sobre el vehículo, así como para aquellos que buscan una experiencia de conducción más deportiva. También puede ser más adecuada para terrenos off-road y condiciones de conducción específicas.

Por su parte, la caja automática es una alternativa ideal para conducción urbana, tráfico congestionado y viajes relajados. La comodidad de no tener que preocuparse por cambiar constantemente de marcha es particularmente valiosa en entornos urbanos.

4. Cuidados y mantenimientos preventivos: al momento de pensar en la compra del carro y el tipo de transmisión adecuado a sus necesidades, también es importante tener en cuenta el aspecto de los cuidados preventivos y revisiones.

En una caja manual es posible que se requiera un nivel de atención un poco mayor  ya que el embrague y la sincronización de marchas están sujetos a un desgaste más rápido. Se recomienda cambiar el aceite de la transmisión según las especificaciones del fabricante.

A su turno la caja automática necesita cambios regulares de líquido de transmisión y, en algunos casos, puede requerir servicios especializados para garantizar un rendimiento óptimo. Aqui vale la pena tener en cuenta que estos servicios y las reparaciones a que deben someterse este tipo de cajas, supera ampliamente lo requerido por las cajas mecanicas con el paso del tiempo.

En ambos casos es fundamental seguir siempre las recomendaciones de los fabricantes en cuanto a las revisiones y su frecuencia.

La elección entre una caja de cambios manual y una automática depende en gran medida de las preferencias personales, el estilo de conducción y el contexto de uso. Ambas opciones tienen sus méritos, y la evolución continua de la tecnología automotriz ha borrado muchas de las diferencias tradicionales entre ellas.

Combustión o eléctrico, ¿cuál comprar? Ventajas y desventajas de uno y otro.

En medio de un año de alta complejidad para la industria automotriz en general, y para la comercialización de carros en particular, con una reducción constante en las ventas, el segmento de los denominados vehículos de nueva energía, y en este caso los eléctricos se destacan por tener crecimiento, de un 6% en el acumulado del año y solo en noviembre del 97%.

Esto debido a un creciente interés por parte de potenciales compradores en este tipo de tecnologías, aunque si bien no todavía se alcanzan cifras de alto impacto, los cerca de 3.500 vehículos eléctricos vendidos solo en 2023 ponen a Colombia en una posición de liderazgo en esta categoría entre los países de Latinoamérica.

Permitir que el interés por los carros eléctricos se fortalezca y consolide como una alternativa a la movilidad pasa por varios factores, unos económicos, otros de infraestructura y un tercer elemento es la información a los consumidores sobre ventajas, desventajas, alternativas y opciones.

En este artículo Autotest quiere ofrecer algunos elementos de análisis y comparación entre las alternativas de combustión tradicional y los vehículos de esta nueva energía, como una guía para ayudar a los compradores a orientar su decisión de adquisición de vehículo hacia aquella tecnología que satisfaga de mejor manera sus necesidades.

Carros eléctricos, sus ventajas y desventajas

1.            Sostenibilidad ambiental: los carros eléctricos son una opción más limpia, produciendo cero emisiones locales y contribuyendo a la reducción de la huella de carbono.

2.            Menor costo operativo: aunque la inversión inicial puede ser más alta, los carros eléctricos tienden a ser más económicos en cuanto a mantenimiento y carga eléctrica, especialmente con el aumento de la infraestructura de carga.

3.            Experiencia de conducción silenciosa: la ausencia de un motor de combustión interna proporciona una experiencia de conducción más silenciosa y suave, mejorando la comodidad del conductor y los pasajeros.

Y sus puntos en contra:

1.            Rango de autonomía limitado: aunque ha mejorado considerablemente, la autonomía de los carros eléctricos puede ser un factor limitante para algunos conductores, especialmente en viajes largos.

2.            Infraestructura de carga en desarrollo: aunque está creciendo rápidamente, la infraestructura de carga eléctrica aún no es tan ubicua como las estaciones de servicio de combustible tradicionales.

3.            Costo inicial elevado: a pesar de los ahorros a largo plazo, la inversión inicial en un carro eléctrico puede ser un obstáculo para algunos compradores.

En este sentido, la opción por un carro eléctrico es lógica para aquellas personas que requieren un vehículo para realizar desplazamientos esencialmente urbanos o de un rango de alcance medio que les permita administrar la autonomía que pueda ofrecer y contar con estaciones de carga relativamente cerca de sus trayectos cotidianos. Y, por supuesto, si la sostenibilidad ambiental es un factor relevante, la compra debe orientarse a esta tecnología.

Carros de combustión, sus ventajas y desventajas

Y aunque los eléctricos de manera paulatina se vienen posicionando como opción de movilidad, los carros de combustión tienen aún una larga vida, y también esta tecnología se ha adaptado a las exigencias de mayor control sobre las emisiones que afectan el medio ambiente.

1.            Amplia infraestructura de combustible: las estaciones de servicio son comunes, proporcionando conveniencia y permitiendo viajes largos sin la necesidad de extensas redes de carga.

2.            Rango de autonomía superior: los carros de combustión tradicional suelen tener un rango de autonomía más amplio, lo que los hace ideales para viajes extensos.

3.            Costo inicial más bajo: para aquellos preocupados por el presupuesto inicial, los carros de combustión tradicional pueden ser más accesibles.

Entre las desventajas que se podrían encontrar en este tipo de vehículos, se encuentran:

1.            Emisiones contaminantes: y aunque como lo decíamos unas líneas atrás, la tecnología se adapta a mayores exigencias de respeto al medio ambiente, no se puede desconocer que estos vehículos continúan generando elementos como CO2 o NOx que afectan la calidad del aire, aunque cada vez en porcentajes menores.

2.            Costos operativos a largo plazo: aunque el costo inicial es menor, los gastos de combustible y mantenimiento a lo largo del tiempo pueden aumentar significativamente.

Bajo estos parámetros y factores de ventaja y desventaja, la compra de un carro a combustión puede ser una buena opción para aquellas personas que realizan desplazamientos de largo aliento de manera frecuente, y aunque el tema del diferencial de autonomía frente a los carros eléctricos es cada vez menor, con un carro de combustión el tema de recarga de combustible se resuelve de manera sencilla gracias a una muy amplia red de estaciones de servicio a lo largo del país.

También es una opción cuando desde el punto de vista de presupuesto de compra no es posible aún acceder a un vehículo eléctrico que, como se señaló, tiene un costo inicial que puede ser alto

En última instancia, la elección entre un carro eléctrico y uno de combustión tradicional depende de sus necesidades, estilo de vida y valores. La industria automotriz está evolucionando rápidamente, y cada opción tiene sus méritos. Al tomar en cuenta las ventajas y desventajas, estará mejor informado para tomar una decisión que tenga en cuenta sus prioridades y contribuya a desarrollar mejores formas de transporte.

El habitáculo del carro: espacio de seguridad y comodidad a bordo.

cortesia: Chevrolet

Uno de los factores que el potencial comprador de un carro nuevo o usado tiene en cuenta al momento de decidir si se queda con el vehículo es como se siente una vez se ha instalado dentro de él, y como, de acuerdo con esa experiencia también se podrían sentir las personas que de manera frecuente o eventual vayan a viajar con él. En otras palabras como sería la relación de conductor y pasajeros con el habitáculo del nuevo carro.

Qué es el habitáculo?

En términos prácticos el habitáculo de un carro es ese espacio en el que viajan el conductor y sus acompañantes y tiene los elementos necesarios para garantizar que los desplazamientos se hagan de manera segura y cómoda. El habitáculo se erige como el epicentro de la experiencia del conductor y los pasajeros. Desde un enfoque de diseño, su configuración no solo busca agradar estéticamente, sino también optimizar la funcionalidad y la comodidad.

El habitáculo es la manifestación tangible del diseño interior de un automóvil. Los fabricantes, conscientes de la importancia del primer contacto visual, buscan armonizar formas, colores y materiales para crear un espacio atractivo y funcional. Elementos como la disposición de controles, la visibilidad y la accesibilidad juegan un papel crucial en esta fase.

El habitáculo también desempeña un papel fundamental en la seguridad del vehículo. Elementos como el chasis, la estructura de la carrocería y los sistemas de airbags están diseñados para proteger a los ocupantes en caso de colisión. La ubicación estratégica de zonas de absorción de impactos y la integridad de los materiales utilizados son consideraciones clave.

La comodidad es, como señaló al comienzo de este artículo, un componente esencial. Asientos ergonómicos, sistemas de climatización y aislamiento acústico son elementos clave que determinan el nivel de confort en el habitáculo. Los fabricantes invierten en tecnologías que reducen la fatiga del conductor y mejoran la experiencia de viaje para todos los ocupantes.

Elementos del habitáculo:

El habitáculo se compone de varios elementos interrelacionados. Los asientos son protagonistas, y su diseño impacta directamente en la experiencia de conducción. El panel de instrumentos, la consola central y los controles son elementos ergonómicos clave. Además, la conectividad, con los sistemas de infoentretenimiento y asistentes de conducción están integrados para mejorar la experiencia del usuario.

El proceso de desarrollo del habitáculo comienza con la conceptualización del diseño. Los fabricantes realizan estudios de mercado y pruebas de usabilidad para comprender las preferencias del usuario. Luego, se emplean avanzadas herramientas de diseño asistido por computadora (CAD) para visualizar y perfeccionar cada detalle antes de la producción.

La elección de materiales es crucial. Desde cuero de alta calidad hasta plásticos resistentes y aleaciones ligeras, los fabricantes seleccionan cuidadosamente los materiales para equilibrar durabilidad, estética y sostenibilidad. Los avances en la tecnología de materiales también contribuyen a reducir el peso y mejorar la eficiencia.

El habitáculo de un vehículo va más allá de ser simplemente el espacio interior. Es el resultado de un proceso de diseño, orientado a fusionar estética, seguridad y confort. Los fabricantes, conscientes de la importancia de este aspecto, continúan innovando para ofrecer experiencias de conducción a los usuarios.

Relación Peso/Potencia, la clave de una conducción eficiente y agil.

imagen: pixabay.com

Cuando se trata de elegir un nuevo carro, más allá del diseño, el color, las pantallas, los juguetes tecnológicos que pueda tener; existe un factor técnico que puede marcar la diferencia entre elegir el carro ideal para las necesidades del comprador o un vehículo que finalmente se convierte en un dolor de cabeza porque no cumple las expectativas: se trata de la relación peso-potencia. ¿Pero qué es realmente y por qué es importante al momento de decidir qué carro comprar?

La relación peso-potencia es, en esencia, la cantidad de peso que un automóvil debe mover por cada unidad de potencia, por cada caballo que genera. En términos más simples, es la relación entre cuánto pesa el carro que se piensa adquirir y cuánta potencia puede generar.

¿Y por qué es esto relevante como un factor diferencial entre el carro que puede satisfacer las necesidades del comprador y el que no? La clave está en conocer que  a menor relación peso-potencia, mejor rendimiento.

Cuanto más ligero, menos pesado, sea el carro, menor será la carga que el motor debe mover, mejorando la eficiencia general. La cantidad de potencia que el motor puede generar es crucial. Un equilibrio adecuado entre peso y potencia garantiza una experiencia de manejo más ágil y receptiva.

Para lograr un equilibrio adecuado entre el peso y la potencia, los fabricantes automotrices tienen en cuenta varios factores al momento de pensar en un nuevo carro para el mercado y lograr una combinación que genere eficiencia y un desempeño dinámico adecuado para sortear las dificultades de cualquier terreno sobre el que el carro deba rodar:

Uno de estos factores es la utilización de materiales lo más ligeros posibles para construir el vehículo, sin afectar factores esenciales como la seguridad. La introducción de materiales avanzados, como aleaciones de aluminio y fibra de carbono, ayuda a reducir el peso total del vehículo sin sacrificar la resistencia, por ejemplo.

Unido a esto también está el diseño del automóvil. La forma del automóvil puede afectar significativamente la resistencia al viento y, por ende, la eficiencia en la relación peso-potencia. Es así como los ingenieros y diseñadores buscan formas más aerodinámicas que puedan ofrecer una menor resistencia al aire y de esta manera tener un mejor coeficiente de penetración- Cx- que les permita rodar con el menor esfuerzo.

Igualmente desarrollos en tecnologías de motores, como la turboalimentación y la inyección directa, permiten obtener más potencia de motores más pequeños y eficientes, que también por su tamaño implican un menor peso en el vehículo, mejorando la relación entre los kilos que debe mover cada caballo de fuerza.

Es así como una relación peso-potencia equilibrada  se traduce en un consumo de combustible más eficiente, ya que el motor no tiene que trabajar tan duro para mover el vehículo.

También, un menor peso en combinación con una potencia adecuada mejora la agilidad y la capacidad de respuesta del automóvil, lo que se traduce en una experiencia de manejo más dinámica y de mejores prestaciones, por ejemplo en la respuesta a la aceleración y la capacidad para realizar sobrepasos de forma segura.

No hay una relación peso-potencia única que sea ideal para todos los carros, ya que esto dependerá de las preferencias individuales y del tipo de conducción. Sin embargo es posible señalar que una relación que esté por debajo de los 10 kilos por caballo es una cifra adecuada para la gran mayoría de los carros en el mercado.