Amortiguadores, con los pies (llantas) siempre sobre la tierra.

Los amortiguadores son componentes fundamentales en la dinámica de un automóvil, desempeñando un papel crucial tanto en la seguridad como en el confort del conductor y los pasajeros. Estos dispositivos forman parte del sistema de suspensión, trabajando en conjunto con otros elementos para mantener la estabilidad del vehículo y absorber impactos que podrían afectar la conducción.

Una de las funciones más importantes de estos componentes, también conocidos como shock absorbers, es la de controlar el movimiento de la suspensión, evitando que las ruedas presenten un movimiento de rebote excesivo y así poder proporcionar una marcha de conducción más suave y sobre todo seguro.

En términos de seguridad, los amortiguadores contribuyen a mantener las ruedas en contacto constante con la carretera, mejorando la tracción y evitando el deslizamiento. Además, juegan un papel crucial en la estabilidad del vehículo durante maniobras bruscas. En cuanto al confort, reducen las vibraciones y oscilaciones, garantizando una experiencia de conducción más placentera.

Sus características

Los amortiguadores están construidos como un cilindro lleno de un fluido especial, generalmente aceite, y cuentan con un pistón que se mueve hacia arriba y hacia abajo dentro de este cilindro.

Existen varios tipos de amortiguadores, pero los dos más comunes en los vehículos que ruedan en las calles son los amortiguadores hidráulicos y los amortiguadores de gas. Los hidráulicos utilizan el principio de pasar el fluido a través de pequeños orificios para generar resistencia, en tanto que los amortiguadores de gas incorporan nitrógeno para proporcionar una respuesta más rápida y eficiente.

El funcionamiento idóneo de los amortiguadores pasa siempre por un mantenimiento preventivo adecuado y poder detectar signos de alerta que indiquen que puede presentarse un problema con la operación de este componente. Entre estos signos se incluyen la inclinación excesiva del vehículo al girar, un manejo irregular, vibraciones excesivas y ruidos anormales como golpeteos o chirridos.

Con el objetivo de poder anticiparse a estos potenciales problemas en uno o varios de los amortiguadores es recomendable realizar inspecciones regulares, verificar la presencia de fugas de fluido, asegurarse de que los amortiguadores estén correctamente sujetos y reemplazarlos si muestran signos evidentes de desgaste. Hoy en dia existen equipos para determinar con toda exactitud el estado de ellos.

Dos recomendaciones a propósito del momento en que sea necesario reemplazarlos. Primero, nunca se deben reparar, los amortiguadores una vez fallan deben ser cambiados por una pieza nueva de un proveedore que ofrezca garantía e idoneidad. Y como segunda medida, el cambio debe hacerse evaluando el comportamiento del nuevo contra el usado en el mismo eje. Esto se hace con equipos especiales y evita el cambio inoficiosos de un amortiguador que pudiese tener vida util remanente.

Nuestros equipos en Autotest, permiten un preciso diagnostico del comportamiento de la suspension y los amortiguadores.

Cilindros, el corazón que da vida al carro.

Cuando se habla de vehículos y cuando el potencial comprador se encuentra en el proceso de adquisición de su carro, nuevo o usado, uno de los términos que siempre surge en la conversación en torno a ese próximo vehículo es el de la cilindrada y los cilindros del carro.

El comprador, dependiendo del tipo de carro que esté buscando podrá escuchar que le ofrecen vehículos de tres, cuatro, seis, ocho, diez o doce cilindros. Y estos van asociados a la configuración de la arquitectura del bloque motor, ya sea en línea, en V, cilindros opuestos (motor bóxer) o en algunos vehículos de muy altas prestaciones hasta en configuración en W.

Tanto el número de cilindros como la capacidad volumétrica de estos, es decir que tanta cantidad de mezcla de aire y combustible pueden contener, determinan la potencia y rendimiento del automotor. A mayor número de cilindros y más capacidad en volumen, será mayor la potencia (claro, hablamos de sistemas que no contemplan la utilización de turbocompresores).

De manera sencilla podemos decir que los cilindros son unas cavidades ubicadas en el bloque motor que en su interior albergan los pistones y permiten que en ese espacio interno dichos pistones realicen el movimiento de subir y bajar (carrera) con la mezcla de aire y combustible que ingresa por las válvulas de admisión a estas cavidades y que, ya sea mediante la chispa de las bujías en los vehículos que utilizan gasolina, o por compresión en los autos diésel la mezcla se encienda y se desarrolle el proceso de combustión que produce la explosión que transmite la energía a través de mecanismos y piezas como las bielas y el cigüeñal para llevar finalmente el movimiento a las ruedas.

Para cumplir su función como cavidad en la que se desarrolla el proceso de combustión del carro, garantizando la estanqueidad de los gases y el control de las explosiones, los cilindros trabajan en un ambiente de muy alta temperatura, reacciones químicas generadas por la mezcla de aire y combustible y el alto impacto del proceso de combustión cuando se presenta la explosión dentro de la cámara; por eso estos elementos deben estar fabricados en material de muy alta resistencia a estas condiciones de trabajo. Es así como los cilindros suelen estar fabricados en aleaciones de aluminio o hierro fundido. Estos materiales son resistentes al calor y al desgaste, lo que es esencial debido a las condiciones extremas en las que operan.

La superficie interna de los cilindros es lo más lisa posible para facilitar el desplazamiento interno del pistón gracias a una adecuada lubricación proporcionada por el aceite motor y el trabajo de los anillos del pistón que evitan el contacto directo entre pistón y el interior del cilindro. Los cilindros pueden sufrir desgaste o daños debido a la acumulación de suciedad, falta de lubricación adecuada o problemas en los anillos del pistón. Esto puede manifestarse en una pérdida de potencia, ruidos anormales, consumo excesivo de aceite o humo en el escape.

 Para mantener los cilindros en óptimas condiciones, es esencial cambiar regularmente el aceite del motor y muy importante tambien los filtros del motor, siguiendo los intervalos de mantenimiento recomendados por el fabricante. Evitar el sobrecalentamiento del motor y el uso de combustible de calidad o incluso evitar pautas de manejo como los arrancones o paradas bruscas son prácticas clave para prolongar su vida útil. En términos generales un vehículo operando bajo condiciones adecuadas y los mantenimientos correctos en tiempo puede contar con que su motor tenga una vida útil alrededor de los 250 mil kilómetros antes de una intervención o rectificación.

Relaciones de caja en el carro.

Cuando se trata de entender cómo funciona un vehículo, es crucial conocer las relaciones de caja, un elemento fundamental en la transmisión que influye en la potencia, el torque y la eficiencia del automóvil. En esta oportunidad, aquí en Autotest queremos explicar de una manera sencilla qué son las relaciones de caja, su función y cómo influyen en el rendimiento general del carro.

¿Qué son las relaciones de caja?

Las relaciones de caja, también conocidas como marchas o velocidades, son un conjunto de engranajes que se encuentran dentro de la caja de cambios de todos los vehículos. Cada relación representa una configuración específica de engranajes que permite adaptar la transmisión según las necesidades de conducción y el terreno.

La importancia de las relaciones de caja

Las relaciones de caja cumplen varias funciones esenciales:

1.            Proporcionar versatilidad de conducción: al cambiar entre diferentes relaciones de caja, el vehículo puede ajustarse para conducir a diferentes velocidades y condiciones de la carretera.

2.            Optimizar la eficiencia del motor: las relaciones de caja permiten que el motor opere en su rango de revoluciones más eficiente, lo que contribuye a un mejor consumo de combustible y una menor emisión de gases contaminantes.

3.            Mejorar el rendimiento: al ajustar las relaciones, se puede obtener una mejor aceleración o velocidad máxima según las preferencias y necesidades del conductor.

¿Cómo funcionan las relaciones de caja?

Para explicar un poco el mecanismo y la forma como operan las relaciones de caja, se puede utilizar el símil de una bicicleta de múltiples velocidades, donde cada marcha representa un tamaño de engranaje diferente. Cuando se cambia la relación también se cambia la velocidad a la que las ruedas se mueven con respecto a las revoluciones del motor.

Las relaciones de caja influyen directamente en la potencia y el torque del vehículo. El torque es la fuerza que impulsa las ruedas para mover el automóvil, mientras que la potencia representa la rapidez con la que ese trabajo se realiza. Las relaciones de caja permiten que el motor entregue su máxima potencia en diferentes situaciones.

En marchas bajas, como primera y segunda, se obtiene más torque para superar obstáculos, realizar maniobras a bajas velocidades, iniciar la marcha o enfrentar el ascenso de pendientes. Por otro lado, una relación más alta, como la quinta marcha, favorece la eficiencia en carretera, ya que reduce la carga en el motor a altas velocidades y contribuye a un consumo de combustible  más contenido.

QUE ES LA DISTANCIA DE FRENADO.

La distancia de frenado es la distancia que recorre un vehículo desde el momento en que el conductor pisa el pedal del freno hasta que el vehículo se detiene por completo. Esta distancia depende de varios factores, incluyendo la velocidad a la que se circula.

Cuanto mayor sea la velocidad a la que se circula, mayor será la distancia de frenado necesaria para detener el vehículo. Esto se debe a que cuanto más rápido se mueve un vehículo, más energía cinética tiene y más tiempo y distancia necesitará para detenerse por completo.

La distancia de frenado aumenta exponencialmente con la velocidad. Es decir, si se duplica la velocidad, la distancia de frenado no se duplica, sino que se multiplica por cuatro. Por ejemplo, si la distancia de frenado a 50 km/h es de 30 metros, la distancia de frenado a 100 km/h no será de 60 metros, sino de 120 metros.

Es importante tener en cuenta que la distancia de frenado también puede verse afectada por otros factores, como la condición de los frenos y los neumáticos, la superficie de la carretera y las condiciones climáticas. Es por eso que es importante mantener el vehículo en buenas condiciones y conducir con precaución, especialmente en condiciones adversas.

En resumen, la distancia de frenado aumenta con la velocidad a la que se circula. Es importante tener en cuenta este factor al conducir y mantener una distancia adecuada con los vehículos que circulan delante, especialmente en carreteras con alta velocidad. Conducir con precaución y mantener el vehículo en buenas condiciones son medidas importantes para reducir el riesgo de accidentes en la carretera.

Te damos unos consejos para lavar tu auto:

Mantener tu auto limpio es importante no solo por una cuestión de estética, sino también para proteger la pintura y la carrocería. Sin embargo, lavar tu auto de forma incorrecta puede causar daños en la pintura y otros componentes. Por eso, a continuación te presentamos algunas de las mejores prácticas para lavar tu auto de manera efectiva y segura.

  1. Lava tu auto en un lugar adecuado: Es importante lavar tu auto en un lugar adecuado y seguro. Busca un lugar sombreado y evita lavar tu auto en días de mucho sol. Además, asegúrate de que el lugar tenga un drenaje adecuado para evitar que el agua se acumule y cause daños.
  2. Usa los productos de limpieza adecuados: Utiliza productos de limpieza específicos para lavar tu auto. Los detergentes para platos, jabones y otros productos comunes pueden ser demasiado agresivos y dañar la pintura. Utiliza un champú para autos suave y de alta calidad.
  3. Usa dos cubetas: Usa dos cubetas, una para agua limpia y otra para el champú. De esta manera, podrás evitar que la suciedad y los contaminantes se mezclen con el champú y dañen la pintura de tu auto.
  4. Usa una esponja suave: Utiliza una esponja suave para lavar la carrocería de tu auto. Las esponjas abrasivas pueden rayar la pintura y dañar la superficie.
  5. Enjuaga bien: Asegúrate de enjuagar bien tu auto después de lavarlo para eliminar cualquier residuo de champú o suciedad. Utiliza una manguera con boquilla para un enjuague completo.
  6. Sécalo con una toalla suave: Después de enjuagar tu auto, sécalo con una toalla suave y absorbente para evitar que se formen manchas de agua en la pintura. Si prefieres, también puedes utilizar un soplador de aire para eliminar el exceso de agua.

Siguiendo estas mejores prácticas, podrás lavar tu auto de manera efectiva y segura, manteniendo su aspecto y protegiendo la pintura y la carrocería. Recuerda que un auto limpio es un auto feliz.